Pablo Ernesto Arahuete: -Teniendo en cuenta que trabajaste con Sofía Gala y Dante, su hijo pequeño, imagino que tuviste que adaptarte a horarios y rutinas de la maternidad. ¿Condicionó de alguna manera esta situación el rodaje, y cuánto tiempo demandó terminar la película?
Anahí Berneri: –Fue un rodaje de sólo tres semanas, en etapas, empezamos filmando un corto que fueron dos días y después con Sofía vimos que teníamos un personaje potente, nos encantó trabajar juntas. El proyecto fue posible gracias a la productora Varsovia, que apostó a esta película sin tener un desarrollo todavía, sin un soporte del INCAA que luego sí conseguimos. En total fueron tres semanas. Me encanta trabajar con niños, y si bien es cierto que hay que respetar sus tiempos cuando entran en el juego dramático se hace todo más rápido, más orgánico y eso levanta la vara de la actuación. Para mí fue un regalo hermoso que Sofía aceptara trabajar con su hijo y me entregaran su verdad, ternura, esa relación hembra con su cría, y que me mostrara el cuerpo tanto desde el lado de lasexualidad como el de la maternidad.
P.E.A.: -En la mayoría de tus películas las protagonistas son mujeres, no convencionales, alejadas del standard. ¿Cómo llegan a vos estos personajes, como parte de datos de la realidad o sencillamente desde la construcción de la ficción, sintetizando en una sola mujer, a muchas o diversas?
Anahí Berneri: -Mi primera película, Un año sin amor, esta protagonizada por Juan Minujín, en Aire libre, mi película anterior a Alanis, el punto de vista estaba dividido entre Leo Sbaraglia y Celeste Cid, tanto un hombre como una mujer. Igualmente, mi idea es apuntar siempre al realismo, a la construcción del personaje fuera de los estereotipos, de los estigmas sociales. Si retrato personajes marginales trato de hacerlo desde la cotidianeidad, desde la observación, siempre humanizando al personaje, sin juzgar. Eso creo que es lo que llama la atención. Para mí lo más importante es la identificación, el respeto y cariño hacia ellos. Sí, por lo general vienen de la observación. Alanis viene desde ahí, así como también de conocer mujeres que ejercían la prostitución, sus historias, y Asociaciones, grupos, que me aportaron información y esto hizo posible que pudiéramos concretar la película.
P.E.A.: -Si bien el origen de Alanis es ese corto. Cuando te llegó este proyecto, ¿que posición tenías en relación a la prostitución? Finalizado el rodaje, ¿cambió en algo tu mirada acerca de esta temática social donde es clara la ausencia del Estado y la hipocresía general?
Anahí Berneri: -Sinceramente me daba mucho temor aceptar la propuesta. Es un tema que divide aguas hasta en el feminismo. Ni antes ni ahora tengo una posición tomada. No tengo una solución tampoco. Pero creo que es una temática que hay que visibilizar para que no queden las mujeres tan vulnerables.
P.E.A. : -Me llamó poderosamente la atención en Alanis la distancia de la cámara respecto a los personajes. ¿Cómo planificaste la puesta en escena, teniendo presente que dejaste afuera los primeros planos, y los rostros, para darle énfasis a los cuerpos, elementos plásticos que se repiten en tus películas? ¿Cual fué el sentido buscado?
Anahí Berneri: –Con el director de fotografía, Luis Sens, intentamos corrernos de la supremacía del primer plano utilizando todo el cuerpo como forma de gestualidad. Siempre pensamos cómo poner la cámara a la altura del pecho del personaje, no tener miedo a cortar cabezas. La distancia de la cámara tiene que ver con el contexto, el respeto por el personaje y sobre todo cuando estás retratando mundos ajenos. Es algo que sale instintivamente. La elección de locaciones, ya sea Plaza Miserere, las calles de Once o los privados, es decir, los lugares en los que ella transita, fueron cruciales para darle realismo a la puesta en escena. Trabajamos el encuadre con un concepto pictórico, darle preponderancia a los cuerpos, con la idea de las madonnas, pero sin que se vean las imágenes embellecidas o preciosistas. Generalmente, trabajo “lenteando”, así le digo, hago storyboards para cada fotografía de la película, aunque a veces no se termina respetando, pero al menos ya parto de esa idea teniendo en cuenta mi acotado presupuesto en la producción.
P.E.A. : -¿Qué le aportó Sofía Gala Castiglione al personaje cuando se involucró en este desafío?
Anahí Berneri: –Sofía Gala Castiglione le aportó cuerpo y alma, a su hermoso hijo Dante, le dió humor y algo de picaresco que no aparecía en la idea del corto. Cuando fuímos armando el personaje con ella, aportó cierta irreverencia, algo natural en ella siendo quien es. Trabajar con Sofía Gala fue mágico y le dio mucha fuerza a la película.