¿QUÉ ES LO PRIMERO QUE LE INTERESÓ DE LA PELÍCULA DE LUDOVIC COLBEAUJUSTIN PARA QUERER CONVERTIRSE EN EL LEÓN? Me sentí inmediatamente seducido por la propuesta inicial: un agente secreto en un hospital psiquiátrico y esa duda que no nos deja durante toda la historia sobre si es un mitómano o no... Es un personaje muy ambivalente, apasionante de interpretar. Además, estaba, por supuesto, esa relación entre el León y su psiquiatra, interpretado por Philippe Katerine, quien se enfrenta a la duda permanente ante su paciente. Ya he estado en contacto con personas con problemas mentales, que viven en un universo un tanto paralelo. Recuerdo el rodaje de LOLO, EL HIJO DE MI NOVIA, de Julie Delpy, en un hospital psiquiátrico. Algunos pacientes quisieron conocerme, así que los fui a ver. Fue fascinante ver cómo se puede llegar a desviar la conversa hacia su universo particular, cuando aceptas entrar en su mundo y superar la incomodidad inicial. Las normas sociales BOON cambian por completo y eso es lo que sucede en la película: Poco a poco, Romain se va creyendo la loca historia de su paciente y le toma cariño.
LE LION ES LO QUE SE CONOCE COMO UNA COMEDIA DE ACCIÓN, UN GÉNERO CON EL QUE USTED YA HABÍA TRABAJADO EN SU PELÍCULA UNA POLICÍA EN APUROS. ES UN REGISTRO CON UN COMPONENTE FÍSICO QUE PARECE GUSTARLE... Sí, me encanta, y este tipo de gags visuales hacen reír a los niños. Los míos, por ejemplo, vieron la película antes de estar terminada, y cuando algo más tarde, fui a la proyección de prueba, quisieron volver a verla. Me pareció una buena señal. Es una película con un dúo protagonista que recuerda a las películas de Francis Veber y que se basa en la química entre los dos personajes principales. Estoy muy contento de haber podido compartir esta aventura con Philippe Katerine, con quien me he entendido de maravilla.
¿QUÉ SABÍAN EL UNO DEL OTRO ANTES DEL RODAJE Y DE QUÉ MANERA SE HAN CONOCIDO DE VERDAD? Evidentemente, ya le había visto en el cine, sin contar el EL GRAN BAÑO, y también me gustaba mucho su universo musical, su desajuste con respecto al mundo real... De hecho, creo que en la película él podría haber hecho muy bien de paciente y yo de psiquiatra. Philippe tiene una visión de las cosas muy personal, está en su mundo, y eso le da un toque conmovedor. Nos hemos conocido de verdad en esta película, desde que empezamos el trabajo previo con los personajes, y al proponer cosas que han hecho evolucionar la relación y la complicidad entre nosotros durante el rodaje... Esa es la dificultad de este estilo de película basada en un dúo, el Cara blanca y el Augusto. Es necesario que cada actor acepte que el otro resulte divertido. A Philippe y a mi no nos preocupa el ego mal llevado, ninguno de los dos ha buscado llevarse el protagonismo. Al escribir y dirigir mis propias películas, es un tema que no me ha preocupado nunca, ya que estoy, por el contrario, centrado todo el tiempo en que las situaciones cómicas salgan bien, en la sinceridad y el humor de las escenas, sin preocuparme por saber quién es más divertido. Lo que siempre me importa es el conjunto...
ESTO NO EVITA QUE HAYA DIFERENCIAS EN LOS MÉTODOS DE TRABAJO. USTED, EN ESPECIAL, TIENE ESA OBSESIÓN POR EL DETALLE...¿COMO HA MANEJADO ESTO DURANTE EL RODAJE? Pero Philippe es también muy meticuloso, a su manera. Para mí es como una especie de Alice Pol en masculino. Por ejemplo, es extremadamente torpe. Durante la escena de la bicicleta se cayó de verdad. Un bonito rayo de sol que le causó mucho dolor... Cuando ruedas con él una escena de persecución donde hace falta correr, Philippe se para sistemáticamente antes de salir del campo, ya que se cree que está fuera de cámara. Es una manera de funcionar muy particular, pero a la vez muy poética, que aporta una gran riqueza y una verdad muy natural. Para mi son cosas ligadas a la infancia, que también nos unen. Una manera de reírse de las cosas y de las personas, sin cinismo ni maldad. Es una complicidad que no es artificial, y eso se nota en la película. También he conocido a la madre de Philippe y, de hecho, me recuerda a la mía. En su último disco, explica por ejemplo lo incómodo que le hace sentir cuando le coloca bien el pelo en público.
ANTES HABLABA DE LAS ESCENAS CON MÁS EXIGENCIA FÍSICA DE LA PELÍCULA. SIEMPRE LE HA GUSTADO UTILIZAR EL CUERPO Y SU LENGUAJE... Sí, y era muy importante en esta historia para que resultara creíble que el León es un agente secreto. Por ejemplo, he dedicado mucho esfuerzo en preparar las caídas, tal y como hice en UNA POLICÍA EN APUROS. Son personajes de cine que tienen fallos muy grandes: mira Jason Bourne. No obstante, siguen siendo máquinas de guerra, capaces de levantarse en cualquier momento... Teníamos que sentir esto en Le Lion, que yo tuviera la credibilidad suficiente para serle útil a la historia.
¿CÓMO HA TRABAJADO CON EL DIRECTOR, LUDOVIC COLBEAU-JUSTIN? Ya conocía a su hermano, Cyril, y a Ludo le conocí durante la redacción del guion y, después, durante las primeras lecturas. Esta película ha sido realmente una colaboración entre nosotros, un verdadero trabajo en equipo Es un director que posee a la vez el sentido de la comedia y el de la acción. Ese era el reto y la dificultad de este proyecto... Al principio, es necesario que el espectador se crea la pelea, muy coreografiada, de Dubái para luego dar paso a los gags y la risa... Ludovic ha compaginado muy bien esos dos aspectos, de una manera, además, muy elegante en pantalla...
¿PERO NO ES INTIMIDANTE PARA UN DIRECTOR NOVEL EN CUANTO A NÚMERO DE PELÍCULAS COMO ÉL DIRIGIR A UN ACTOR-DIRECTOR COMO USTED? Creo que él lo ha llevado muy bien y yo he hecho todo lo posible para hacerle sentir cómodo. He confiado en Ludovic, he escuchado lo que me decía, he aceptado lo que me proponía y he seguido su punto de vista. Cuando soy actor al servicio de otro director, procuro siempre que pueda aplicar sus ideas, incluso cuando se equivoca. Ya se sabe que una película está hecha también de momentos de debilidad que le dan su encanto... Se deben respetar las elecciones de un director y hacer el trabajo de actor con mucha humildad. Un rodaje es un acto de compartir con todo el equipo. Cuando cada uno avanza en la misma dirección, podemos hacer cosas muy chulas, que la película funcione o no. En todo caso, es mi forma de concebir el cine. Yo he vivido esto en LE LION...
¿ESO SIGNIFICA QUE ESTÁ A FAVOR DE HACER PROPUESTAS CUANDO HACE DE ACTOR EN UNA PELÍCULA DE OTRO? Por encima de todo me dedico a explicar historias, y creo que es una cualidad con la que uno nace o no. Recuerdo que en LA CASA DE TUS SUEÑOS, mi primera película como director en 2006, conté con Daniel Prévost. Era, y sigue siendo, de hecho, un referente, y yo estaba un poco nervioso. Durante el rodaje, me venía a ver y me hacía pequeñas observaciones sobre el ritmo de la comedia. Yo, teniendo en cuenta su experiencia, le escuchaba, por supuesto. Para mí fue muy interesante ver como se adueñaba de la escena, del personaje, al querer hacer sus aportaciones. Ese es el punto de encuentro entre el director y su actor: el uno acompaña al otro por el bien de la película...
¿QUÉ CRITERIO UTILIZA USTED AHORA PARA ESCOGER SUS PROYECTOS COMO ACTOR, SIN TENER EN CUENTA SUS PROPIAS PELÍCULAS? AL FIN Y AL CABO, TRABAJA POCO PARA OTROS... Sí, por lo general, hago una película por año como actor, aunque el año pasado participé en LE DINDON y en CRIMINALES EN EL MAR para Netflix. Recibo muchos guiones, alrededor de uno o dos por semana. Y lo que me acaba seduciendo es siempre lo que cuenta la historia y, también, las ganas de conocer al director. Me hacen propuestas muy variadas, desde Francia, Estados Unidos, Italia, China, pero me ciño a ese ritmo de una película por año, lo que me deja tiempo para promocionarla bien y poder dedicarme a mis propios proyectos.