BASADA EN HECHOS REALES SOLO TARDÓ UN AÑO DESDE SU ANUNCIO HASTA SU PRESENTACIÓN MUNDIAL EN EL FESTIVAL DE CINE DE CANNES. ¿CÓMO TE INVOLUCRASTE EN ESTE PROYECTO?
Fue Emmanuelle quien me entregó la novela de Delphine De Vigan y me dijo: “tienes que leer esto, podría ser una película”. ¡Tenía razón! Me puse en contacto con Wassim Béji, el productor que tenía los derechos del libro. Nos reunimos por primera vez días antes del festival de Cannes del año pasado y todo sucedió increíblemente rápido a partir de ese momento.
¿QUÉ FUE LO QUE TE ATRAJO DE LA NOVELA DE DELPHINE DE VIGAN? PODRÍA DECIRSE QUE ESTA HISTORIA DE MANIPULACIÓN, DOMINACIÓN, RECLUSIÓN Y SUSPENSE ESTABA HECHA PARA TI.
Lo que me atrajo ante todo fueron los personajes y esas situaciones peculiares e inquietantes en las que se encuentran. Son ciertamente temas que ya he explorado anteriormente en “Callejón sin salida”, “Repulsión” y “La semilla del diablo”. También es un libro que cuenta la historia de un libro, lo que me resulta muy interesante. Ese era también el caso con “La novena puerta” y “El escritor (The Ghost Writer)”. Es mi MacGuffin –esa ‘cosa’ que provoca la intriga, que resulta ser un objeto–. Además –y probablemente debería haber empezado por eso– el libro me daba la excelente oportunidad de explorar una confrontación entre dos mujeres. A menudo he mostrado conflictos entre dos hombres, así como entre un hombre y una mujer, pero nunca entre dos mujeres.
AL LEER EL LIBRO, SE PUEDE VER EL SEDUCTOR ATRACTIVO DE CÓMO SE ASEMEJAN LA REALIDAD Y LA FICCIÓN. INCLUSO EN “LA VENUS DE LAS PIELES”, NUNCA SABÍAS CON SEGURIDAD SI EL PERSONAJE DE EMMANUELLE SEIGNER ERA REAL, ESTABA JUGANDO A ALGO O ERA FICTICIO…
Sí, exactamente. Encuentro ese tema fascinante.
¿POR QUÉ?
No estoy seguro, no es una pregunta que me haga a mí mismo. Sé que esa ambigüedad me resulta instintivamente atractiva. Es interesante, ¡“La Venus de las pieles” es una de las pocas películas que he dirigido en la que la mujer no es una víctima!
OLIVIER ASSAYAS ESCRIBIÓ EL GUION. ¿CÓMO SE EMBARCÓ EN EL PROYECTO?
Las dos últimas películas de Olivier eran sobre mujeres. Estaba familiarizado con su trabajo, sabía que había escrito para otros directores y que era eficaz. Esperaba que fuera capaz de proporcionarnos un excelente guion de rodaje desde el primer momento.
¿CÓMO FUE TU EXPERIENCIA DE TRABAJAR CON ÉL?
Olivier tenía una visión muy clara y concisa de cómo convertir esta novela de 500 páginas en un guion. Esa es una habilidad increíble. Colaboramos en su mayor parte a través de Skype, fue un intercambio continuo de ideas.
ADEMÁS DE SU EFICIENCIA, ¿QUÉ APORTÓ OLIVIER ESPECÍFICAMENTE AL GUION?
En cuanto Olivier captó la esencia del libro, empezamos a hablar sobre cómo queríamos adaptarlo, y era innegable que estábamos en la misma onda. Billy Wilder lo expresó mejor cuando le preguntaron si era importante que un director supiera escribir, su respuesta fue: “No, ¡pero ayuda que sepa leer!”.
LA PELÍCULA ES INCREÍBLEMENTE FIEL AL LIBRO...
Siempre me esfuerzo por mantenerme fiel al material original cuando estoy realizando una adaptación. Creo que es algo que proviene de mi infancia. Me sentía a menudo decepcionado por las adaptaciones cinematográficas de mis historias favoritas, películas que estaba deseando ver, pero los personajes que me encantaban desaparecían. Las historias nunca quedaban igual... Me prometí entonces que si alguna vez trabajaba en el cine y adaptaba una historia, me mantendría fiel.
¿SIEMPRE TUVISTE EN MENTE A EMMANUELLE SEIGNER PARA INTERPRETAR A LA NOVELISTA?
En un primer momento, debatimos qué papel sería mejor para Emmanuelle pero, en cuanto empezamos a escribir, resultó evidente que era la elección perfecta para interpretar a la novelista. Necesitábamos encontrar por tanto a su contrapunto, alguien muy inquietante.
¿PENSASTE INMEDIATAMENTE EN EVA GREEN?
Sí, y no hay más que ver la película para entender por qué. No nos conocíamos, pero conocía su trabajo. Me quedé impresionado con su interpretación en el filme de Robert Rodriguez “Sin City: Una dama por la que matar”. Trabajar con Eva fue una experiencia maravillosa, y aún más trabajar con Eva y Emmanuelle juntas. Desde el principio, Eva y Emmanuelle se entendieron sumamente bien, que es algo que no puede simplemente darse por hecho entre actores. Su amistad fue una bendición.
¿TE RESULTA DIFÍCIL DIRIGIR A LA MUJER CON LA QUE COMPARTES TU VIDA?
Es más fácil que... ¡vivir juntos! [ríe] Lo que me sorprendió, tanto con una como con otra, fue lo preparadas que estaban ambas actrices. Y eso que recibían el guion de forma fragmentada, dado que aún estábamos puliéndolo mientras rodábamos. Emmanuelle y Eva fueron ambas unas profesionales consumadas y aportaron ideas excelentes. A Emmanuelle le interesaba concretamente crear un personaje que se alejara de sus papeles anteriores.
¿EN QUÉ SE PARECEN Y SE DIFERENCIAN EMMANUELLE Y EVA A SUS RESPECTIVOS PERSONAJES?
En el día a día, Eva es reservada y cauta, y uno podría esperar que eso se trasladaría a nuestra dinámica de trabajo. Pero fue lo contrario. Era abierta, muy inteligente y nunca se quejaba; entendía todos los matices del guion y lo que se esperaba de ella. La verdad es que gracias a Eva y Emmanuelle este rodaje fue un verdadero placer, pese al tiempo tan escaso con el que contamos.
¿CUÁNTO DURÓ EL RODAJE?
Filmamos la película en doce semanas, pero fue un rodaje complicado.
¿EN QUÉ SENTIDO?
Fue complicado porque no tuvimos tiempo para ensayar, y por tanto tuve que explorar cada escena con los actores mientras rodábamos. Las escenas en las que no estaban más que las dos actrices eran más fáciles, ya que podían interpretarlas entre ellas. Dicho esto, en todas las escenas en las que Delphine está sola, tuve que buscar formas de crear momentos interesantes con nada: tuve que crear un ambiente muy concreto, ser muy meticuloso con los detalles, tenía una atmósfera muy concreta en mente. Contrariamente a lo que pueda pensarse, crear ese ambiente es lo que lleva más tiempo. Lo mismo podría decirse de la escena del cumpleaños, en la que nuestras dos protagonistas están solas y no aparece nadie. Teníamos que transmitir el paso del tiempo sin que quedara deslucido y desde luego no es fácil crear lapsos de tiempo con solo dos personajes y una única habitación... sobre todo si pretendíamos evitar utilizar fundidos una y otra vez.
EN VEZ DE DEPENDER DE UNA VOZ EN OFF, UN RECURSO UTILIZADO POR EL LIBRO, YA QUE ESTÁ ESCRITO EN PRIMERA PERSONA, OPTASTE POR MOSTRAR ESE JUEGO DE SEMEJANZA ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN (EL EJE CENTRAL DE LA HISTORIA) POR MEDIO DE LA PUESTA EN ESCENA, LA IMAGINERÍA Y, LO QUE ES MÁS IMPORTANTE, TUS DIRECTRICES PARA LA INTERPRETACIÓN DE EVA GREEN.
¿No es ese el papel del director? Esos son precisamente los retos de esta película. Teníamos que dotar a los personajes de cierta ambivalencia. Es uno de los ingredientes clave de una buena interpretación, que tiene que provocar duda, incertidumbre y sospecha en el espectador. Eso me recuerda a los espectáculos de títeres de cuando era pequeño, en los que los niños estaban a la vez paralizados de miedo y de alegría, la intriga siempre se desarrollaba como temían, pero también como esperaban. Recrear para adultos esa sensación me resulta divertido. Espero que los espectadores lo encuentren igualmente gratificante.
TODOS TUS PERSONAJES SECUNDARIOS –LA VECINA DE ABAJO, LA EDITORA DE LIBROS, E INCLUSO FRANÇOIS, LA PAREJA DE DELPHINE– NOS RECUERDAN A TUS PERSONAJES DE “EL QUIMÉRICO INQUILINO”, QUE TAMBIÉN SON OSCUROS Y SARCÁSTICOS.
Un poco, supongo, pero para ser sincero no se me había ocurrido. Probablemente sea porque la presentación en el Festival de Cannes de “El quimérico inquilino” sea un recuerdo muy duro. La prensa nos destrozó y Gerard [Brach, el guionista] nunca se recuperó. Hizo falta tiempo para que la película se convirtiera en un ‘clásico de culto’, como se dice.
BASADA EN HECHOS REALES EMPIEZA COMO UNA COMEDIA DE HUMOR NEGRO Y SE CONVIERTE EN UN THRILLER CUANDO LAS HEROÍNAS SE ENCUENTRAN EN LA CASA DE CAMPO… ¡Y DE PRONTO NOS ENCONTRAMOS EN “MISERY”!
¿No es estupenda esa casa de campo? Cuando rodábamos las secuencias de interiores, se me olvidaba que no estábamos en ninguna localización, sino en un decorado en los platós de Bry-sur-Marne diseñados por Jean Rabasse. Los exteriores de la casa son reales, por supuesto, pero los interiores, al igual que los del apartamento, son decorados de cine.
EN ESTA PELÍCULA, HAS LOGRADO REUNIR UN AUTÉNTICO ‘EQUIPO DE ENSUEÑO’: PAWEL EDELMAN COMO DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA, CON QUIEN HAS TRABAJADO DESDE “EL PIANISTA”, Y EL COMPOSITOR ALEXANDRE DESPLAT, CON QUIEN HAS COLABORADO DESDE “EL ESCRITOR (THE GHOST WRITER)”...
Todos compartimos la misma pasión por el cine. ¡Nos llevamos muy bien! Cuando trabajas con determinadas personas tantos años como nosotros, se alcanza un entendimiento, hablas el mismo idioma y todos saben exactamente qué esperar. Nuestras conversaciones son puramente técnicas, dado que algunas cosas ya resultan evidentes para nosotros. Con Pawel, por ejemplo, solo llegamos a hablar del formato de la película. Decidimos filmarla en Scope para evitar la sensación de espacio cerrado. La película no es tanto una historia de intimidad como de confrontación, una lucha por el dominio y la manipulación. Filmar en Scope nos permitió ampliar el mundo y sacar más provecho a ciertas situaciones.
Y CON ALEXANDRE DESPLAT, ¿LE DISTE INSTRUCCIONES CONCRETAS?
Para nada, le entregué el guion y le describí mi visión de la película. Quería suspense, junto con lo inesperado. Es difícil transmitir de qué hablamos, ya que yo me expreso a menudo con onomatopeyas: “En esta escena, podría hacer... ¡uuuuh!”.
¿QUÉ TE HIZO PENSAR EN ELEGIR A VINCENT PEREZ PARA HACER DE FRANÇOIS, LA PAREJA DE DELPHINE?
Hacía tiempo que buscaba una oportunidad de trabajar con Vincent Perez, somos amigos. En el papel de François, quería a alguien que se pareciera a la pareja en la vida real de Delphine De Vigan [François Busnel], que me recuerda a Vincent. Pensé en él inmediatamente. Nos reunimos y aceptó rápidamente el papel. Sabía instintivamente cómo mantener el equilibrio entre la amabilidad y la distancia que precisaba el personaje.
TAMBIÉN ELEGISTE A JOSÉE DAYAN, BRIGITTE ROÜAN Y NOEMIE LVOVSKY, QUE SON TODOS DIRECTORES. ¿FUE UNA COINCIDENCIA?
Disfruto trabajando con directores, ya que a menudo son muy buenos actores y además por lo general es fácil trabajar con ellos. Cuando escribo un guion, tengo una idea muy clara del aspecto que tienen mis personajes. Así que, cuando empezamos con el proceso de casting, busco actores que se parezcan lo más posible a la imagen que tengo en mi mente. Josée Dayan me recordaba a una ‘dura’ editora de libros que conocí una vez. Con Brigitte Roüan, me llevó más tiempo. Las actrices a las que vimos para este papel no acababan de encajar con mi visión exacta. Un día, me topé con una foto de Brigitte, que se correspondía a la perfección con lo que yo tenía en mente.
¿HAS TENIDO OCASIÓN DE CONOCER A DELPHINE DE VIGAN?
Sí, claro. La conocí en cuanto Olivier y yo empezamos a trabajar en la adaptación. Y volví a reunirme con ella hacia el final del rodaje. Queríamos filmar durante la auténtica ‘Feria del Libro de París’ y, para ello, había que esperar hasta marzo de este año para grabar esas escenas en cuestión. Mientras estábamos allí, los organizadores nos invitaron a Delphine, Olivier y a mí a reunirnos con los lectores. Recibimos una calurosa acogida. El debate estuvo muy concurrido –había mucha gente– y, cuando preguntamos quién había leído el libro, dos tercios de los asistentes levantaron la mano, casi todo mujeres. Delphine de Vigan escribió una historia que conectó con las mujeres y ha sido no solo importante sino también satisfactorio para mí crear una película para ellas.