Entrevistamos a Alex García y Silvia Alonso, protagonistas de Hasta que la boda nos separe
Dentro de los Preestrenos de Cine Español del Festival de Cine Antonio Ferrandis, organizado por el Ayuntamiento de Paterna y los cines Kinépolis —que tienen como objetivo consolidar la conexión entre Valencia y los principales nombres que integran el cine español a través de preestrenos y presentaciones especiales—, se ha realizado el preestreno de Hasta que la boda nos separe.
Para acompañar la presentación de la película tuvimos ocasión de mantener una entrevista con Alex García y Silvia Alonso en la que hablamos de su participación en esta comedia de enredo amoroso.
Hasta que la boda nos separe está basada en una película francesa, Jour J, y si comparamos ambas versiones, la película vuestra creo que está más conseguida.
Alex García: He hecho un remake en Kiki [Kiki, el amor se hace] y tengo otro remake que es la de Si yo fuera rico, y cada vez que en España hacemos un remake creo que lo mejoramos porque somos más gamberros. Culturalmente, en la comedia, estamos por encima de ellos porque nos reímos mucho de nosotros.
Silvia Alonso: Y es otro código.
Alex: Curiosamente en ambas películas, Kiki y Si yo fuera rico, me decían «No, es que ésta es más divertida». Y lo que ocurre es que aquí nos reímos más de nosotros mismos; sin embargo, ellos están más comedidos a la hora de plantear la comedia.
¿Cómo es trabajar con Dani de la Orden? Un especialista en comedia y que a ti, Alex, te ha dirigido recientemente en Litus.
Alex: Es muy divertido, como sus propias películas indican. Es joven, muy talentoso, cercano y se tira en plancha sin ningún pudor; me recuerda a mis principios, algo más artesanal, aunque tenga toda la industria a su favor, él podría rodar esa película igualmente como fuera. Utiliza todos los medios que tiene para engrandecer su película, pero si nos lo tuviera, también la rodaría. Es una máquina que no para de rodar sirviéndose de todo lo que tiene para incorporarlo en la película, pero es una gran virtud saber hacerlo también con cero medios.
Silvia: Añadiría que en los ensayos te da mucha libertad de probar, de crear el personaje. Sin embargo luego en rodaje lo tiene muy claro, o puede ocurrir que cambie, pero lo que decide ahí, lo transmite perfectamente. Te dirige muy bien y te acompaña para realizar la escena.
¿Se han producido cambios entre el guión, el texto, y lo que luego se traduce en la pantalla? La comedia es un género que permite añadir muchos matices y registros propios del actor o de la actriz.
Silvia: Siempre hay diferencias entre la parte inicial y el rodaje.
Alex: Sí, sí, en los ensayos empezó a cambiar la película. Y luego cada día de rodaje cambiaba. Con Dani hasta que no se lo lleva al montaje definitivo no sabes cómo va a quedar la secuencia. Él está tan vivo que todo va cambiando.
Y en esta película, al igual que en Litus, ha cambiado mucho del guión inicial. De hecho yo tenía una escena con parapente a una semana de iniciar la película y sin embargo aquí no hay ningún parapente pues está el barco.
Silvia: Y además de los ensayos, cuando se plantea una secuencia por primera vez en el decorado o la localización real, siempre cambian cosas. Cuando tú escribes no estás en el sitio, y cuando estás allí y empiezas a revivir la escena, siempre se producen esos cambios.
La película, dentro del género cómico, nos habla del miedo a dar el paso definitivo. Todos los personajes tienen esas dudas para afrontar una decisión que puede ser importante para sus vidas.
Alex: Yo creo que es la línea que lleva mi personaje desde el principio de la película y también lo que le pasa al personaje de ella, pero que en su caso no lo muestra hasta el final. La pareja protagonista no tiene claro qué quiere hacer con su vida, pero hasta que no llegan al momento de la boda no deciden tomar las riendas de su vida. Y está muy bien que lo cuenten en clave de comedia porque yo creo que mucha gente se siente identificada con eso.
Yo mismo, a veces tomo decisiones que no sé si son las que quiero tomar con el corazón o es mi cabeza o lo que la gente cree que debo hacer y opina de ello. Y eso es uno de los puntos positivos de la película porque a través de la comedia ves como un chico y una chica le dan la vuelta a su vida, pero solo porque los han puesto al límite no porque ellos, conscientemente, hayan decidido dar ese giro. Y te hace pensar por qué tienes que llegar tan lejos para tomar ciertas decisiones.
Silvia: Sí. Todos los personajes se mueven un poco por el miedo a cambiar su statu quo.
Incluso tu personaje, lo que pasa es que tarda más en manifestarse.
Silvia: Mi personaje también pero no lo muestra tanto al principio. De hecho, hay una secuencia que finalmente se quedó fuera durante la fase de montaje, en la que se veía la duda que ella empezaba a tener con el tema de me caso o no me caso. Al final no se incorporó a la película pero el personaje, originalmente, también tenía esas dudas sobre su futuro.
Pero también otros personajes, como el de mi padre, que también tiene un miedo muy grande a soltar a su hija. Todos los personajes se mueven un poco por el miedo y el autoengaño.
Los dos venís del mundo de la televisión. Hacéis cine. Alex también trabaja en teatro con personajes muy diferentes a esta cara amable de la comedia como en Jauría. ¿En qué medios os sentís más cómodos?
Alex: En todos realmente. Aunque no sé si comodidad es la palabra… Digamos que me gusta contar historias. En teatro tienes la sensación del momento, donde cualquier cosa puede cambiar cada día y donde miras a los que tienes enfrente para reproducir una historia; en cine tienes la magia en la que hasta que no ves el montaje final que se ha hecho, no sabes el resultado; y en televisión tienes la suerte que puedes disfrutar seis meses para vivir experiencias con ese personaje. Personalmente trabajo todo igual, intento que la base sea la verdad, la honestidad y tener clara la historia que quieres contar.
Desde fuera todo se ve muy diferente. Si te ven en una obra de teatro tipo Jauría, y solo te ven ahí, quizá el público o la prensa te respeta más; si te ven en comedias tienes menor respeto pero te valoran como taquillero; y si te ven solo en televisión parece que no tienes oportunidad de hacer cine.
Son tópicos que todavía siguen vigentes y que los sufrís.
Alex: Los sufrimos todos, vosotros y nosotros. Creo que lo que tenemos que hacer es trabajar siempre con la verdad por delante y estar por encima de esos tópicos que nos rodean y que nos influyen demasiado en nuestra profesión.
Silvia: Hagas comedia, hagas drama, todo se trabaja de una manera muy parecida, no hay tanta diferencia. La diferencia son las tramas, lo que mueve a tu personaje, pero yo creo que los actores, al final, buscamos estar incómodos, buscarnos un reto, algo que no hayamos hecho antes; si siempre haces comedia o siempre haces drama no tienes la variedad que al final es lo que te aporta la riqueza en esta profesión.
¿Algún proyecto futuro que nos podáis adelantar?
Alex: Silvia y yo nos vamos a rodar la próxima semana a Tenerife una película que se llama Solo una vez que la dirige Guillermo Ríos. Un drama basado en la obra de teatro escrita por Marta Buchaca que ha estado en Barcelona triunfando durante varios años, y ahora, al igual que con Litus, han guionizado la obra de teatro para llevarla al cine. Junto con Ariadna Gil, somos el trío protagonista. Luis Tormo. Revista Encadenados