EO, de Jerzy Skolimowski
EO
Próximos estrenos España 16 de diciembre
Título original
- EOaka
- Año
- 2022
- Duración
- 86 min.
- País
- Polonia
- Dirección
- Guion
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Jerzy Skolimowski, Eva Piaskowska
- Música
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Pawel Mykietyn
- Fotografía
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Michal Dymek
- Reparto
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Sandra Drzymalska, Lorenzo Zurzolo, Mateusz Kosciukiewicz, Isabelle Huppert, Tomasz Organek, Saverio Fabbri
- Compañías
- Coproducción Polonia-Italia;
Skopia Film, Alia Film. Productor: Jerzy Skolimowski
- Género
- Drama | Animales
- Sinopsis
- El mundo es un lugar misterioso, sobre todo visto a través de los ojos de un animal. En su camino, EO, un asno gris de ojos melancólicos, se topa con buena gente y otra no tan buena, conoce la alegría y la pena, y la rueda de la fortuna transforma, según el momento, su buena suerte en desastre, y su desdicha en felicidad inesperada. Pero nunca, en ningún momento, perderá la inocencia.
- CRÍTICA
A los 84 años, el guionista, dramaturgo, actor, pintor y realizador polaco Jerzy Skolimowski (La partida, Oso de Oro en la Berlinale 1967, Essential Killing, Gran Premio del Jurado en la Mostra di Venezia 2010, Trabajo clandestino) sorprende con su última propuesta: una oda a «Eo» –Eo, Ao, Io, Hi-han, Yo-, un asno sentimental que recorre Europa, de Polonia a Italia, contemplando con el estoicismo propio de su raza el mundo de los humanos.
«Eo» ha sido Premio del Jurado en el último Festival de Cannes, Premio al Mejor Director en la Seminci, y la candidata de Polonia a la Mejor Película Internacional en los próximos premios Oscar. A modo de referentes, en «Eo», disfrutan de escasos minutos de gloria Isabelle Huppert (Elle, Ocho mujeres, La pianista), Sandra Dryzmaiska (Sole) y Lorenzo Zurzolo (Morrison, Weekend), personajes que se cruzan brevemente en el camino del burro.
«Eo » es un asno que hace un número de circo, con su domadora, en Polonia. Unos militantes de la causa animal le liberan, en cumplimiento de una orden municipal. Solo, sensible e incomprendido, Eo escapa y recorre Europa buscando a su protectora.
Visto a través de los enormes y melancólicos ojos del animal, el mundo es un lugar misterioso, absurdo y alienado.
En su cruel periplo incesante –del circo provinciano a la inauguración de un enorme hangar, de la fiesta de unos brutales hoolingans celebrando que su equipo ha ganado al encierro en un camión de transporte de ganado, de acompañante en una sesión de fotos de moda al jardín de una villa en la Riviera italiana- la vida de este asno gris ceniza es un relato de su origen subalterno –no es un caballo-, siempre sometido a la voluntad de sus amos sucesivos, siempre explotado, impotente.
Acompañar a Eo –el asno enamorado de la joven domadora Kasandra que en el circo polaco le acariciaba con ternura- en su periplo al encuentro de un mundo caótico es hacer un viaje extraordinario, vivir una odisea surrealista poética, fantástica, melancólica, trágica y sentimental, plagada de obstáculos que evidencian la crueldad de los hombres que se cruzan en su camino.
Actor y espectador a la vez, el drama silencioso de «Eo[1]» es una película emocionante y loca con imágenes y sonidos bellísimos, una experiencia estética única y una visión fascinante y amarga del mundo: «Ese ojo errante se convierte en una cámara que sondea la crueldad humana. Porque el ojo del asno es también, sin duda, nuestro espejo (…) Nuestro mundo está falto de asnos y de razón» (Les Echos).