Crítica firmada por Daniel Bernal
La plataforma Filmin nos trae a nuestro país una producción relevante, atrevida, meritoria y transgresora. Sam Hobkinson y Havana Marking, especialistas en el apartado documental, realizan un trabajo de investigación realmente soberbio para finalmente plasmar en la pantalla una pieza satisfactoria, logrando destapar los entresijos de una de las mayores estafas financieras llevadas a cabo por el gobierno malayo a través de un grupo de inversores.
Estas malversaciones afectaron directamente al largometraje dirigido por Martin Scorsese: El lobo de Wall Street.
“Ha sido muy difícil financiar esta película, desde el principio. No hay muchos estudios que estén ansiosos por hacer una epopeya americana con Wall Street en el título, y mucho menos una que se centra en el hedonismo, el desenfreno y el exceso, y por eso agradezco que la gente de Red Granite con la que topamos estaba dispuesta a apostar en una epopeya americana muy adulta sobre el estado de nuestra cultura.” Estas palabras de Leonardo DiCaprio emitidas en mitad de una rueda de prensa son bastante irónicas si pensamos que la realización de esta producción fue posible gracias a una malversación financiera dirigida por una de las figuras clave de toda esta operación: Jho Low, cuya persona guarda una semejanza notable a Jordan Belfort (protagonista de The Wolf of Wall Street) que aparte de llevar una vida loca y desenfrenada, ambos robaron dinero y lo movieron por todo el mundo para beneficio propio.
Todas estas operaciones se movieron a través de 1MDB, una empresa insolvente de desarrollo estratégico de Malasia, que desde hace cuatro años está bajo sospecha de fraude, estafa y robo, cuyos principales causantes de estos tejemanejes fueron: Jho Low (mentado anteriormente), y el ex-primer ministro malayo, Najib Razak. El personaje de Jho causará al espectador una mezcla de sensaciones harto contradictorias, que en un momento dado pensará: “Qué genio, vaya crack”, pudiendo estar a favor de quien sería el “antagonista”.
Este documental arranca con gran potencia y vigor, trasladándonos al prestigioso festival de Cannes de 2011 y situándonos en mitad de un concierto desenfrenado. A medida que se visiona este largometraje iremos presenciando figuras relevantes en situaciones comprometedoras, véanse diversos productores, líderes y dirigentes de diferentes entidades de Malasia o personajes de renombre como el actor Leonardo DiCaprio o Robert De Niro, de quien podremos presenciar una llamada telefónica bastante efusiva y fuera de tono.
Una de las características a destacar de este film es la calidad informativa y la construcción lineal de los acontecimientos que dejará al respetable con ganas de ver cómo concluyen estas alocadas e intrigantes operaciones.
En conclusión, para el que escribe estas líneas, Los cleptócratas es un documental valioso, riguroso y audaz que gustará a los más morbosos. La pareja británica ha realizado un ejercicio audiovisual de un logro informativo óptimo.
