¡Qué Salga Aristófanes!: Dirigida a los ofendiditos
Creación Canal
País: España
Idioma: español
Duración: 80 minutos
Encuentro con el público al terminar la representación: 15 de febrero
Artistas:
Ramon Fontserè
Pilar Sáenz
Dolors Tuneu
Xevi Vilà
Alberto Castrillo-Ferrer
Angelo Crotti
Dirección: Ramon Fontserè
Dramaturgia: Els Joglars
Dirección de escena: Alberto Castrillo-Ferrer
Asesora artística: Martina Cabanas
Diseño de iluminación: Bernat Jansà
Diseño de vestuario: Pilar Sáenz
Diseño de espacio sonoro: David Angulo
Dirección técnica: Pere Llach
Escenografía: Anna Tusell
Atrezzo: Pere Llach, Gerard Mas
CRÍTICA
Els joglars cumplen 60 años y lo celebran presentando la obra ¡Que salga Aristófanes! Una sátira social que podrá verse hasta el 6 de marzo en los Teatros de Canal y en la que la compañía catalana realiza una divertida crítica a lo políticamente incorrecto y a las nuevas formas de entender la moralidad y la sexualidad.
La obra nos sitúa en un centro de salud mental en el que un grupo de pacientes deciden montar una obra sobre Aristófanes, creador del género teatral de la sátira y la comedia. La representación está dirigida por un ex profesor universitario especializado en mitología griega, quien ingresó en el centro de salud después de ser expulsado de su trabajo acusado de homófobo, racista y machista.
Este es el punto de partida con el que Els joglars construye una interesante comedia en la que no dejan títere con cabeza y en la que critican y se ríen de las nuevas formas de entender la cultura y la moralidad. Y es que en ¡Que salga Aristófanes! se habla mucho del puritanismo, del lenguaje inclusivo y de la libertad de expresión, todo ello sin un ápice de vergüenza o de intentar esquivar el problema. Para muestra ese gran pene de cartón que sacan en escena y que se convierte en un punto clave para reirse todo lo posible sobre el heteropatriarcado y sobre todos aquellos que se ofenden con falos.
Lo cierto es que la obra busca la incorrección y se ríe con ganas de aquellos que usan expresiones como todos, todas y todes. Hay chistes más divertidos que otros, y algunos que funcional regular, pero precisamente no ofenderse y ser más abiertos de mira es el gran mensaje que busca transmitir esta obra.
El resultado es una obra tremendamente divertida que demuestra las muchas tablas y capacidades escénicas que tiene Els joglars en escena. Ramón Fontseré está magnífico dando vida a un profesor que se cree Aristófanes y que no entiende el mundo que le rodea. Precisamente desde la ignorancia y la incomprensión el filosofo irá criticando todo aquello que le molesta e idiotiza, pasando por los puritanos que desembarcaron del Mayflower en Nueva York y por el director de la Universidad de Harvard.
Y es que precisamente la gran preocupación de este profesor es comprobar como en los centros universitarios, con los americanos como referencia, ya no hay lugar para el debate y la inteligencia entre tanta falsa moralidad y ofendidos. Una sociedad que se ofende con la mitología griega es una sociedad que se dirige a la deriva.