El Secreto de Marrowbone: El miedo más real
El secreto de Marrowbone se ha vendido en este contexto como otra película de terror, cercana a éxitos como Expediente Warren (que aún hoy sigue trayendo secuelas de spin offs, y quién sabe qué inventos futuros).
Terror | 109 min. | España 2017
Título: El Secreto de Marrowbone.
Título original: El Secreto de Marrowbone.
Director: Sergio G. Sánchez.
Guión: Sergio G. Sánchez.
Actores: Anya Taylor-Joy, George MacKay, Mia Goth, Charlie Heaton.
Estreno en España: 27/10/2017
Productora: Telecinco Cinema / Lions Gate International
Distribuidora: Universal Pictures
Sinopsis
En 1969, en la América rural, los cuatro jóvenes hermanos Jack (George MacKay), Billy (Charlie Heaton), Jane (Mia Goth) y el pequeño Sam (Matthew Stagg) llegan a Marrowbone junto a su madre Rose (Nicola Harrison). Escaparon de Inglaterra con el objetivo de dejar atrás a su padre, un hombre violento y con pasado criminal. Ahora, en aquella casa abandonada, esperan iniciar una nueva vida, partiendo de cero en ese lugar en el que nadie les conoce.
Muy pronto entablan amistad con Allie (Anya Taylor-Joy), una joven local que lleva luz a sus deprimentes vidas. Pero cuando Rose fallece de manera inesperada, los chicos se quedan desamparados y sin recursos. Tras enterrar a su madre en el jardín, deciden mantener su muerte en secreto para evitar ser deportados o separados. De esta forma tendrán que intentar sobrevivir sin la ayuda o supervisión de un adulto, escondiéndose del mundo y sin otro lugar adonde ir. Será entonces cuando una inquietante y amenazadora presencia empezará a rondar la vieja casa.
Crítica
Hoy en día las distribuidoras tienden a encasillar las películas en determinados géneros con todos sus materiales promocionales, con la intención de crear una serie de asociaciones en el bombardeado espectador. Esta táctica, sin embargo, puede llevar a simplificar demasiado las películas que se están tratando, presumiéndolas como una repetición de esquemas anteriores ya sobradamente masticados por la audiencia.
Sí, para los buscadores de sustos y respingos en la butaca, diremos antes de continuar que sí hay momentos de miedo.
El secreto de Marrowbone se ha vendido en este contexto como otra película de terror, cercana a éxitos como Expediente Warren (que aún hoy sigue trayendo secuelas de spin offs, y quién sabe qué inventos futuros). Encajonar tan rápido la película en esta parcela, y asumir los clichés que conlleva es, sin embargo, un error que bien puede prevenirse para agrado y mayor esperanza del posible espectador.
Un terror muy presente
Sí, para los buscadores de sustos y respingos en la butaca, diremos antes de continuar que sí hay momentos de miedo. Algunos predecibles, otros no tanto, pero sin duda están espolvoreados sobre un metraje que crea un clima de tensión y agobio que no necesita de estas puntuales subidas desorbitadas de volumen para meter el miedo en el cuerpo.
Sin duda el acierto de la película no es jugar con una sala que espera cuál será el siguiente susto momentáneo e intrascendente. Para crear el terror primero trabaja una identificación con los auténticos protagonistas de la película, los niños, tomándose un tiempo para que las historias de estos pequeños nos preocupen casi tanto como nuestras propias vidas. Poco tiene que ver esto con esperar la próxima cara fantasmagórica en la penumbra, más bien desarrolla un misterioso drama familiar que mantiene la intriga durante todo el desarrollo de la película.
Una vez creada esta identificación y sembradas las semillas del misterio, de lo oculto, el viaje de sensaciones está asegurado. Unos personajes que saben más de lo que quieren o pueden decir, y eventos que, bajo la perspectiva de los niños, confunden realidad y fantasía.
Los niños, en el centro de la historia
El otro gran acierto del guión de Sergio G. Sánchez es contarlo todo a través de la mirada de los pequeños que viven este inusual relato. De esta forma se consigue el mencionado juego entre realidad y ficción que sólo tiene sentido en las imaginativas mentes de unos jóvenes como éstos. A ello ayuda la solvente interpretación de los actores, que si bien no definen en exceso sus personajes más allá de uno o dos rasgos fundamentales, consiguen dotarlos de una humanidad más que necesaria en este contexto.
El debut de Sánchez
Aunque ya es un experimentado guionista, le dedico un apartado especial por ser ésta su primera incursión en la dirección de largometraje. En este sentido, su trabajo hace brillar las palabras que salieron de su propia mano, y plasma de forma muy acertada su propio guión en imágenes y sonidos.
Una parte del mérito que ya he dado a los actores también debemos atribuírselo a Sánchez, pues es palpable que todos ellos dirigen sus interpretaciones a lugares muy claros y marcados perfectamente por su director. Esto ayuda a comprender sus objetivos y emociones en todo momento, y es un trabajo más que destacable en el caso de actores tan jóvenes. La planificación también circula en paralela a lo que nos cuenta la historia, aislando a personajes en el cuadro en momentos determinados o uniendo otros, y generando amenazas y oposiciones.
En definitiva, El Secreto de Marrowbone logra desquitarse de la etiqueta que le viene dada, consiguiendo una narración rica y llena de ritmo hasta el final.