Este cuarto número de Espiar a los árboles, diseñado y maquetado como viene siendo habitual por Nerea García Pascual, reflexiona sobre cuestiones clásicas y actuales como, por ejemplo, la fe. “Recibir lo inexplicable, lo intangible, lo que surge desde otro lugar, hace visible lo invisible, ¿es eso la fe? ¿Es gratitud la fe? ¿Nuestra vocación nace con fe? ¿Hacemos teatro para no perder la fe en el ser humano? ¿Puede servirnos de antídoto? ¿Nos ayuda el acercar la fe a la esperanza? ¿Si podemos creer en una misma, podemos hacerlo con otra o con otro? ¿Hay prejuicios al abordar esta cuestión? ¿Existe la fe maligna?”, se pregunta Natalia Menéndez, directora artística del Teatro Español y Naves del Español en Matadero, en el prólogo de este cuarto número. Unas cuestiones a las que tratan de responder creadores y artistas como José Carlos Plaza, Consuelo Trujillo, Marta Poveda, Magüi Mira, Ángel Calvente, Chema Caballero, Joan Santacreu, Hermanas Gestring, Selu Nieto, Julio Béjar, José Andrés López, Laura R. Galletero, Carlos Be, Mona Martínez, Ana Carreira, Antonio Morcillo, Ruth Villar, Nieves Rodríguez, Minke Wang, Paco Gámez y Mariso García, que han abordado el tema de la fe en este nuevo volumen de Espiar a los árboles.
Este cuarto número posa su mirada en autores como Pirandello, al que Ernesto Caballero “entrevista”, a pesar de las distancias espacio-temporales, en un juego metateatral; o Molière, del que Miguel del Arco reivindica su famoso Alcestes, personaje de Misántropo, para relacionarlo con el concepto de la parresía clásica, tan estudiado por el filósofo francés Michel Foucault. Como especialista en las novelas de pícaros del Siglo de Oro, Yayo Cáceres se pregunta si existe la honestidad en la picaresca, mientras Alberto Martín imagina el color de los ojos del poeta Miguel Hernández, y Josema Díez-Pérez recuerda la figura de Ángel Facio, director de escena y estrecho colaborador del Teatro Español durante la dirección artística de Mario Gas.
En la sección De la mano, centrada en la artesanía teatral, el escenógrafo Ricardo Sánchez-Cuerda nos habla del papel concreto, específico y preciso que juega el boceto en el proceso de creación de un espacio escénico; la dramaturga Juliana Reyes alude al manifiesto de Walter Gropius, fundador de la Bauhaus, para recordarnos la necesidad de volver al arte-sano del teatro; mientras que Josema Díez-Pérez entrevista a Ignacio Hita, figura emblemática del Teatro Español desde hace cuatro décadas, para hablar de su trabajo con el sonido y el video en la escena.
Espiar a los árboles también reserva un hueco para acercarnos un capítulo de la historia del Teatro Español, el teatro más antiguo en funcionamiento desde 1583: el del incendio que lo arrasó la noche del 11 de julio de 1802. Un episodio que recuerda la residente de investigación Noelia Burgaleta y que se publica junto a los testimonios de los también residentes Ana Barceló y Víctor Barahona, que relatan su experiencia en este teatro.
Espiar a los árboles ofrece reflexiones en torno a las artes, la naturaleza, la ciencia o la filosofía, entre otros temas, desarrolladas por creadores y técnicos o por figuras emblemáticas del mundo de la cultura y de la ciencia. Se trata de una publicación de periodicidad semestral y vocación ecléctica en la que se dan cita lo mejor de las artes escénicas y otras formas creativas. Una revista cultural que hace especial hincapié en las producciones y coproducciones del Teatro Español y Naves del Español en Matadero a lo largo de la temporada, con entrevistas, textos, firmas invitadas e ilustraciones que tratan los temas principales que sugieren los proyectos artísticos y que abordan una idea ligada a la creación.
El cuarto número de esta revista ya está disponible para su lectura y descarga gratuita en la página web del Teatro Español y Naves del Español en Matadero www.teatroespanol.es, en la sección Publicaciones. Además, una edición en papel, limitada y numerada, ha sido entregada a los asistentes a la presentación.