Agentes 355
Título original
- The 355
- Año
- 2022
- Duración
- 124 min.
- País
- Estados Unidos
- Dirección
- Guion
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Theresa Rebeck, Simon Kinberg. Idea: Jessica Chastain
- Música
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Junkie XL
- Fotografía
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Tim Maurice-Jones
- Reparto
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Jessica Chastain, Penélope Cruz, Diane Kruger, Lupita Nyong'o, Fan Bingbing, Sebastian Stan, Edgar Ramirez, Jason Wong, Waleed Elgadi, Leo Staar, Lea Mancarella, Raphael Acloque, Oleg Kricunoff, ver 13 más
- Productora
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Freckle Films, Genre Films, Universal Pictures, CAA Media Finance, Filmnation Entertainment, Huayi Brothers, Perfect World Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
- Género
- Thriller. Intriga. Acción | Espionaje
- Sinopsis
- Cuando un arma ultra secreta cae en manos de unos peligrosos mercenarios, la agente especial de la CIA, Mason "Mace" Brown (Jessica Chastain) debe unir fuerzas con la agente alemana Marie (Diane Kruger), la ex aliada del MI6 y especialista en informática Khadijah (Lupita Nyong'o), y la experta psicóloga colombiana Graciela (Penélope Cruz), en una misión letal y vertiginosa para recuperarla. Mientras, una misteriosa mujer, Lin Mi Sheng (Fan Bingbing), sigue todos sus pasos. Juntas deberán superar sus conflictos personales y utilizar sus talentos y experiencia para salvar el mundo. En el camino, se convertirán en camaradas y amigas, formando un nuevo grupo letal: 355. Nombre que adoptan de la primera mujer espía en la Revolución Americana.
- CRÍTICA
En el lustro en el que Hollywood ha empezado a remediar la falta de diversidad en sus producciones, han sido múltiples las incursiones en un género como el de espías, tan marcadamente masculino por la violencia y peligrosidad que conllevan sus tramas, que dejaban a la mujer relegada al interés romántico o puntual apoyo al elegante héroe.
Y si bien en los últimos años hemos sido testigos de un aumento de la acción y estrategia femenina desde la meca del cine con Espías (Paul Feig, 2015), Atómica (David Leitch, 2017) o Gorrión rojo (Francis Lawrence, 2019), casi ninguna propuesta (a excepción de la Ocean’s 8 firmada por Gary Ross en 2018) ha optado por el camino de la coralidad de Agentes 355, haciendo su propia versión de esas action team movies cual Equipo A o la saga Misión Imposible. Ambientada en el presente –a diferencia de la mayoría de títulos mujeriles ubicados en la Guerra Fría o el Nazismo-, y con pocos ramalazos de humor (aquí se aspira a la solemnidad de Bourne o Bond) que la distancian de las buddy movies como la mencionada Espías o El espía que me plantó (Susanna Fogel, 2018), la gracia de Agentes 355 radica en el giro de atribuir estos roles arquetípicos masculinos a un interracial elenco de grandes estrellas y mejores intérpretes.
Y aquí acaba todo, porque Agentes 355 se limita a reproducir todos los clichés de la intriga de espías sin salirse ni una coma, ergo deviniendo un film predecible, muy vago en sus planteamientos y de desarrollo irregular. La mayor paradoja es que la película cuenta con un plantel de actrices con carisma defendiendo personajes poco carismáticos a causa de un trasfondo vital hueco y paupérrimamente definido, haciendo de ellas meras piezas para activar las acciones pautadas del guion. Fan Bingbing y Lupita Nyong’o no tienen contenido; a Diane Kruger se la limita al diálogo de 30 segundos en el que relata su pasado; Jessica Chastain sigue el hilo de chica relacionada con guapo misterioso; y Penélope Cruz es a la que le endiñan la protección de su familia –siendo ella el personaje que sale mejor parado, dentro de su cliché-.
Ante tal desgana, es incapaz que el espectador conecte con ellas individualmente más allá de cuando actúan como grupo, sacando a flote el exceso de confianza de fiarlo todo al espectro coral sin tener en cuenta que hay que dotar de autenticidad al equipo.
En su vocación de entretenimiento, la labor de Simon Kingberg flaquea al filmar una acción desordenada, con secuencias que funcionan –la subasta- y muchas más que agotan por acumulación, achacando Agentes 355 de graves problemas de ritmo que fatigan a lo largo de 2 horas por estar, precisamente, al servicio de un contenido que es menos de lo que se cree. Si el libreto de Theresa Rebeck y el mismo director Kingberg –autores de éxitos como la serie Smash o el reboot cinematográfico de Sherlock Holmes (Guy Ritchie, 2009), pero también de esperpentos como Catwoman (Pitof, 2004) o Cuatro Fantásticos (Josh Trank, 2015), respectivamente-, no se hubiera acomodado y se preocupara de trascender el género tanto como pretende tomarse en serio a sí misma, estaríamos ante un resultado que haría justicia a las expectativas generadas en esa rueda de prensa de las actrices en el Festival de Cannes de 2018 (donde estaba Marion Cotillard antes de abandonar el barco y ceder su puesto a Kruger) para encontrar financiación, operación astutamente pensada por Chastain en su cargo de productora.
Lástima que, al final, no cumpla la misión de dar una película de espías trepidante y sustanciosa, encallándose en un producto de catálogo olvidable. Sin embargo, cabe decir que dentro del amplísimo muestrario de acción e intriga fundamentalmente testosterónica que llega cada año a todo tipo de pantallas, es absolutamente legítimo y necesario que haya equivalentes de su calidad protagonizados por mujeres. Ahora solamente hace falta culminar este cometido por arriba y lograr una quality film de género como las de los referentes antológicos hombres.