CRÍTICA DE CINE

Akelarre: La Inquisición en el País Vasco

Akelarre

Akelarre
Año
Duración
90 min.
País
 España
Dirección
Guion
Pablo Agüero, Katell Guillou
Música
Maite Arrotajauregi, Aránzazu Calleja
Fotografía
Javier Agirre Erauso
Reparto
Productora
Coproducción España-Argentina-Francia; Sorgin Films, Tita Productions, Kowalski Films, Lamia Producciones, La Fidèle Production
Género
Drama | Siglo XVII. Brujería
Sinopsis
País Vasco, 1609. Los hombres de la región se han ido a la mar. Ana participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea. El juez Rostegui, encomendado por el Rey para purificar la región, las arresta y acusa de brujería. Decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el akelarre, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas.
 
CRÍTICA DE VICENTE I.SÁNCHEZ

“Akelarre” se inspira en las memorias que el juez Pierre de Lancre escribió tras recorrer en 1609 el País Vasco interrogando a centenares de personas por supuestos actor de brujería. El magistrado francés mandó a la hoguera a decenas de mujeres acusándolas de magia negra y de poner en peligro la unidad religiosa del país.

La gran obsesión de Pierre era reconstruir todo el proceso del Sabbath. Rito satánico en el que las brujas se reunían y entraban en comunión con el diablo para realizar sus hechizos negros.

El director argentino Pablo Agüero (“Eva no duerme”) construye un potente relato donde se cuenta con precisión el funcionamiento de los juicios y de las prácticas más habituales de la inquisición. De esta manera el espectador asistirá a todo tipo de torturas y preguntas en las que no existía ninguna respuesta buena. Las mujeres que eran acusadas de brujería no tenían ninguna posibilidad de sobrevivir y su mejor alternativa era declararse culpables para que la tortura terminara cuanto antes y fueran condenadas a morir. El propio Pierre reconoció en sus memorias que acabaron cometiéndose abusos contra la población con el resultado de más de doscientas ejecuciones, incluyendo sacerdotes y niños.

 “Akelarre” es principalmente una aterradora historia sobre la inquisición y los injustos procesos judiciales que tuvieron que vivir las mujeres de esa época. Sin embargo, la cinta busca dar un paso más allá y nos presenta una historia llena de matices, dobles sentidos y de realismo mágico. Pablo Agüero ha creado una cinta llena de creatividad que acaba sumergiendo al espectador en un viaje fascinante por Euskal Herria.


Para empezar la película está rodada en cuatro tercios y con una gama de colores muy oscura. Aspecto que potencia su realismo como si casi se tratase de un documental sobre la inquisición y las torturas. En este sentido destaca la maravillosa fotografía de Javier Agirre Erauso (“La trinchera infinita”) que dota los paisajes de una atmosfera mágica y al mismo tiempo tenebrosa y densa.  Elementos que definen “Akelarre” como una cinta madura y seria donde son muchas las lecturas que puede hacer el espectador.

Uno de los aspectos más destacados de “Akelarre” es un convincente casting encabezado por Amaia Aberasturi y con unos terriblemente malos Daniel Fanego y Àlex Brendemühl. Dos actores en estado de gracia que ayudan a darle a la cinta ese tono oscuro y lúgubre que tanto la define. El juez y el escriba son de esos papeles que acaban llevándose todos los premios.

“Akelarre” es una historia que atrapa al espectador y hará que se remueva su conciencia interior. Es además una película madura y sosegada que propone reflexiones muy interesantes sobre la muerte y los procesos judiciales que realizó la inquisición. Está destinada a ser una de las mejores películas de este extraño año que nos ha tocado vivir.