Ali & Nino: No solo la historia hace el film
Como ya hiciera hace unos escasos meses La promesa (Terry George, 2016), el melodrama es el género escogido como eje motor de una trama que funciona como excusa para contextualizar uno de los múltiplos conflictos humanitarios que ha caracterizado la historia del hombre.
Drama | 100 min. | Reino Unido 2016
Título: Ali & Nino
Título original: Ali and Nino.
Director: Asif Kapadia.
Guión: Christopher Hampton, Kurban Said.
Actores: Adam Bakri, María Valverde, Mandy Patinkin, Connie Nielsen.
Estreno en España: 15/09/2017
Productora: PeaPie Films / AZ Celtic Films
Distribuidora: BTeam Pictures
Sinopsis
Ali Khan y Nino Kipiani viven en Bakú, la capital cosmopolita y rica en petróleo de Azerbaiyán. Ali es un musulmán, con pasión por sus antepasados guerreros y Nino es una chica de Georgia, con sofisticadas costumbres europeas y cristiana. Los dos se han querido desde pequeños y Ali está convencido de que se van a casar, pese a las diferencias culturales. Sin embargo, tienen que superar algunos obstáculos como la diferencia entre religiones y el consentimiento de sus padres. Además, el inesperado estallido de la Primera Guerra Mundial lleva a la ciudad a convertirse en el foco de los esfuerzos de Rusia por conquistarla debido a sus reservas de carburante. A medida que avanza la contienda, Ali y Nino aúnan fuerzas a la vez que Azerbaiyán lucha por su independencia.
Crítica
Aprovechando los centenarios correspondientes, el cine de habla inglesa parece haber descubierto un nuevo filón argumental en los países del Cáucaso y sus trifulcas político-étnicas. Y, como ya hiciera hace unos escasos meses La promesa (Terry George, 2016), el melodrama es el género escogido como eje motor de una trama que funciona como excusa para contextualizar uno de los múltiplos conflictos humanitarios que ha caracterizado la historia del hombre.
En Ali & Nino no podemos más que esperar un romance con tintes épicos de corte clásico.
Decisión fácil, pero efectiva, puesto que el melodrama, como la guerra, conlleva frustración y truncamiento, bajeza y traición, anhelo y ansia, siempre ligadas a todo tipo de sentimientos y factores emocionales. Algo que el séptimo arte ha tenido bien presente desde los tiempos de D.W. Griffith y que, dada su innegable, atemporal y celebrada acogida entre el público, se ha postergado hasta nuestros días –con éxitos intermitentes, por supuesto-.
Con esta definición, de Ali & Nino no podemos más que esperar un romance con tintes épicos de corte clásico. Eso es, justamente, lo que encontramos, ni más ni menos. Asif Kapadia, tras sus inspiradores y ejemplarmente montados documentales sobre Ayrton Senna y Amy Winehouse, elige el romance fatal entre un musulmán azerí y una cristiana georgiana, comprendido entre el transcurso de la I Guerra Mundial y el establecimiento de los primeros años de la Unión Soviética. Un potente contexto poco explotado por Occidente, cuyo novedoso y cotizado interés cinematográfico parece ser el beneplácito que justifica la existencia de la película. Pero a alguien capaz como Kapadia se le debe exigir más que la buena intención y la mera corrección estilística.
Sería injusto no destacar la importancia del buen hacer del elenco actoral secundario; una pléyade de buenos intérpretes de dilatada carrera actoral que aquí se desvisten de prejuicios y se lanzan a la aventura del desparrame filmado. El guion tiene el mérito de no abandonarlos a la intemperie y cada personaje tiene su momento de gloria. Tanto unos magníficos Natahlie Baye (nunca estuvo tan divertida) y Didier Bourdon, como la explosiva humorista y presentadora belga Nawell Madani (con un ocurrente y jovial videoclip incluído) muestran su vis más cómica y desvergonzada ante una cámara que no para quieta en ningún instante.
En este sentido, no es solo que Ali & Nino no arriesgue ni trascienda su condición genérica, es que tampoco llega dramáticamente a buen puerto ni a un nivel satisfactorio que perdone su pereza generalizada. La rutinaria historia se desenvuelve en una progresión irregular y arrítmica, convirtiendo en tedio lo que debería ser una emoción a flor de piel. La adecuada química de Adam Bakri –la revelación de esa sorpresa llamada Omar (Hany Abu-Assad, 2013)- y de una María Valverde cada vez con más sellos en su pasaporte no son suficientes para levantar el interés por unos diálogos vagos. Ni su fotogenia resulta suficientemente explotada por la propuesta visual de Kapadia, de inspiración clásica, pero algo desangelada.
Un conjunto descafeinado, con el alma pequeña, autocomplaciente en su compromiso histórico –desaprovechado, por cierto-, pero poco provechoso para el cinéfilo en busca, no ya de una profunda disección de época, sino de un firme y fluido entretenimiento. Un pequeño momento de debilidad creativa orquestado por un autor válido que aún debe encontrar en la realización una voz tan contundente como la que tiene a nivel de edición. El tiempo, como todo en la historia, lo dirá.