Los amores de Anaïs: Amor y deseo muy francés
Los amores de Anaïs
Título original
- Les amours d'Anaïsaka
- Año
- 2021
- Duración
- 97 min.
- País
- Francia
- Dirección
- Guion
-
Charline Bourgeois-Tacquet
- Música
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Nicola Piovani
- Fotografía
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Noé Bach
- Reparto
-
Anaïs Demoustier, Valeria Bruni Tedeschi, Denis Podalydès, Jean-Charles Clichet, Xavier Guelfi, Christophe Montenez, Anne Canovas, Bruno Todeschini, Annie Mercier, Gregoire Oestermann
- Productora
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Année Zéro, Les Films Pelléas, arte France Cinéma, Canal+, Ciné+, CNC, Région Bretagne, Région des Pays-de-la-Loire, Cinémage 15
- Género
- Romance. Comedia. Drama
- Sinopsis
- Anaïs tiene 30 años y es inestable en lo económico y en el amor. Tiene un novio al que ya no ama. Anaïs conoce a Daniel, quien inmediatamente se enamora de ella. Pero Daniel vive con la escritora Émilie, y Anaïs se queda prendada de ella y de su seguridad en sí misma.
- CRÍTICA
Comedia francesa romántica y literaria, «Los amores de Anaïs[1]», irrupción en el largometraje de Charline Boutgeois-Tacquet con un trío de actores que es su mejor aval –Anaïs Demoustier (‘El cumpleaños de Ariane‘), Valeria Bruni Tedeschi (‘Locas de alegría‘) y Denis Podalydés (‘El buen maestro‘)- es todo un tratado sobre el deseo y demuestra la enorme importancia que tiene la existencia de «química» en la pantalla.
La que, a lo largo de poco más de hora y media de proyección se va generando entre las dos actrices, en mi opinión salva la historia bastante previsible de la seducción de una solitaria y serena escritora madura por una impetuosa treintañera que vive al día y sigue buscando su lugar en el mundo. Y mientras tanto, carpe diem…
En una continua huída hacia adelante. Anaïs, una exasperante hedonista de treinta años que oficialmente está haciendo la tesis para finalizar sus estudios universitarios, tiene problemas económicos, llega tarde a sus citas y falta a sus obligaciones, persigue el absoluto y escapa de la obligación de tener que pagar el alquiler, de la fatalidad del cáncer de su madre y de la escasa seguridad de un novio de su edad, se refugia en la relación con Daniel, un editor que le saca más de veinte años. Hasta que conoce a Emilie, escritora y compañera de Daniel, con la que entabla un idilio de verano.
No es la película de un trío sino el relato de los sucesivos intentos de una eterna adolescente por encontrarse y llenar el aspecto sentimental de su vida. La realizadora Charline Bourgeois-Tacquet ha prolongado el argumento de un cortometraje anterior –«Pauline asservie»- en una historia larga, más convincente en los momentos de comedia que cuando intenta escudriñar los siempre complicados meandros sentimentales.
Las historias de amor de Anaïs son fugaces, se suceden sin dejar posos amargos, carecen de consecuencias. Tras una primera parte de la película en la que una claustrofóbica Anaïs atraviesa varias veces la pantalla corriendo a derecha e izquierda, entrando en negocios y subiendo escaleras de cuatro en cuatro, cruzando las calles montada en su bicicleta y citándose con su exnovio para anunciarle que está embarazada y va a abortar, empieza el relato –ya más tranquilo, y en automóvil- de sus sucesivos amores con el editor y la escritora.