Apuntes para una película de atracos: Plan de fuga
León Siminiani (El caso Asunta (Operación Nenúfar), Mapa) escribe y dirige este documental.
Título: Apuntes para una película de atracos.
Título original: Apuntes para una película de atracos.
Director: León Siminiani.
Guión: León Siminiani.
Intervienen: León Siminiani, Flako, .
Estreno en España: 05/12/2018
Productora: Pandora Cinema.
Distribuidora: Avalon.
Sinopsis
Apodado el Flako, y conocido como el Robin Hood de Vallecas, este líder de ‘la banda de las alcantarillas’ se dedicó a robar bancos como respuesta a la crisis, aprovechando el arcaico sistema de alcantarillado de Madrid. En total fueron siete golpes a sucursales bancarias, que acabaron con Flako detenido y en prisión. Sin llegar nunca a revelar su identidad, ni su nombre real, ni su rostro, este documental investiga la figura de Flako y decide descender al alcantarillado. Además, el vínculo entre el atracador y el director del filme comienza a estrecharse mientras trabajan en un objetivo común: realizar una película de atracos.
Crítica
Por mucho que me pese y aunque el director de este documental lleve en el gremio unos cuantos años he de reconocer que éste es su primer trabajo que veo, quedando pendiente sobre todo el visionado de la multipremiada Mapas, trabajo que, valga la redundància, puso en el mapa a León Siminiani. Dejando aparte mi bautismo en su filmografía, podemos afirmar que Apuntes para una película de atracos es uno de los documentales más originales (y entretenidos) del cine español de los últimos años.
Aquí se nos explica la vida y milagros de un butronero de Vallecas, un personaje de los de toma pan y moja que ha bebido desde la más tierna infancia el oficio de ladrón.
Aquí se nos explica la vida y milagros de un butronero de Vallecas, un personaje de los de toma pan y moja que ha bebido desde la más tierna infancia el oficio de ladrón (su padre también se dedicó a tan innoble arte). El director se siente atraído por la figura de un hombre que rompe todos los esquemas del ladrón de guante blanco, y que además no duda en jactarse cuando es pillado por la policía de sus delitos pidiendo el protagonismo y el liderazgo de sus acciones. Prueba fortuna escribiéndole a la cárcel y al cabo del tiempo empiezan a mantener con él contacto epistolar. La relación se estrecha cuando, aprovechando sus primeros permisos penitenciarios, el protagonista del documental se va involucrando en la creación del mismo, llegando incluso a convertirse en el narrador de su propia experiencia.
Si ya la figura de alguien que perpetró siete asaltos a entidades bancarias puede resultar atractiva para todos aquellos que operamos en el lado correcto de la ley, la cosa empieza a rayar la sublimación cuando vemos que nuestro antihéroe se hermana con el cineasta que explica sus peripecias e incluso le discute los derroteros por los que tiene que circular su trabajo. Con una máscara que garantizará su anonimato, El Flako no dudará en dejarse la piel recreando todas las transgresiones que dieron con sus huesos en la trena. La catarata de datos sobre los robos con las que nos ilustra hará las delicias de todos aquellos amantes de lo negro y criminal. Hay anécdotas que te dejan boquiabierto, como por ejemplo las fuentes de marcado arraigue cinematográfico tratadas por la banda para preparar sus fechorías, o el detallismo a la hora de explorar y decidir los espacios en los que actuar.
A parte Siminiani tiene la pericia de meternos con calzador en la historia desde sus primeras imágenes. ¿Cómo lo consigue?. Pues con algo que se ha convertido en marca de la casa: aunar ficción y realidad contándonos su propia experiencia personal paralela a las propias vivencias del personaje. En los meses en los que van entablando contacto unos y otros sus respectivas mujeres quedan embarazadas y dan a luz. En el caso del director se muestra en una secuencia bastante cruda, un parto doloroso que choca directamente con el carácter afable y un tanto irónico que envuelve todo el documento. En el caso del preso no podrá ver en directo el nacimiento de su hijo por su condición de reo. El documental se enriquece cuanto más cercana es la experiencia común. Las familias se conocerán, incluso saldrán juntas, y lo que se supone llega a ser un atisbo de amistad y de confianza se traducirá en un ejercicio de verdad y de sinceridad ante lo que se expone.
Y por si fuera poco un nuevo acto vandálico nos brindará un final apasionante e intrigante, que aquí no desvelaremos pero que nos mantiene en la duda constante de si este espectacular documental nos brindará la oportunidad de disfrutar de un happy end o si al contrario las cosas se acabarán torciendo.