El arte de volver: Rescatando raíces
El arte de volver
- El arte de volver
- Año
- 2020
- Duración
- 91 min.
- País
- España
- Dirección
- Guion
-
Pedro Collantes, Daniel Remón
- Música
-
Yuri Méndez
- Fotografía
-
Diego Cabezas
- Reparto
- Productora
-
Tourmalet Films
- Género
- Drama
- Sinopsis
- Noemí es una joven actriz que regresa a casa tras seis años en Nueva York para asistir a una audición que podría cambiar su carrera. Durante las primeras 24 horas en Madrid, Noemí tiene una serie de encuentros y despedidas que le enseñan a apreciar los vaivenes de la vida y le ayudan a repensar su pasado, su futuro y su lugar en el mundo.
CRÍTICA DE ÁLVARO DIONISIO, REDACTOR DE CINENUEVATRIBUNA EN EL FESTIVAL DE CINE Y TELEVISIÓN REINO DE LEÓN 2021
Todo el mundo, tarde o temprano, termina volviendo al nido, a las raíces. Todos, más de una vez, hemos recordado un día de comida en casa de los abuelos, o la primera cita con nuestra expareja, un día de piscina con amigos de la infancia o una Navidad en el salón de casa junto a la familia de la que te distanciaste para “crecer como persona”, y hemos deseado con todas nuestras fuerzas volver allí. Eso es lo que vive la protagonista, Noemí (Macarena García), en este filme dramático de Pedro Collantes.
“El arte de volver” presenta una fotografía intimista y minimalista, que permite al espectador sentirse cerca de Noemí, quien, como consecuencia, se termina sintiendo identificado con ella. El trabajo técnico de montaje, sonido y dirección mantiene el aura de nostalgia a la perfección y recuerda al trabajo filmográfico de Richard Linklater al defender la idea de que en una simple escena de diálogo entre dos personajes puedan pasar muchas más cosas que en escenas repletas de movimiento y acción.
Aunque el guión pueda parecer pretencioso y artificial por momentos, el trabajo actoral por parte de Macarena García y de co-protagonistas como Ingrid García Jonsson o Luka Peros ofrece sensaciones de vacío, añoranza y melancolía, con interpretaciones sinceras, orgánicas y sobrecogedoras.
El personaje de Noemí es muy complejo y lleno de matices, pues no es solo la dulce y arrepentida protagonista de la historia, sino también la villana. Es su propia antagonista, de su vida y del filme en sí. Macarena consigue, en todo momento, representar esa doble cara, mostrando cada detalle de Noemí y logrando mantener ese equilibrio entre la luz y la oscuridad que baña al personaje de humanidad y sinceridad.
La estructura del largometraje es una muy buena elección. Dividiéndose en pequeños encuentros y conversaciones con desconocidos y con personas que pertenecen a su vida pasada, escenas encabezadas como duetos por Noemí y el respectivo personaje, la protagonista parece estar recorriendo mundos muy distintos, pero siempre con el objetivo de revivir el pasado.
“El arte de volver” plantea reflexiones que podrán ser puestas en práctica en más de una ocasión, expone verdades como un templo, que se hundirán en el pecho de espectador. Cambios, despedidas, reencuentros, recuerdos agridulces, errores, silencio donde una vez hubo risas. Nunca será fácil irse, pero más difícil será volver.