Azor: La somnolencia del thriller
Azor
Cartelera España 18 de febrero
Título original
- Azor
- Año
- 2021
- Duración
- 100 min.
- País
- Suiza
- Dirección
- Guion
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Andreas Fontana, Mariano Llinás
- Música
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Paul Courlet
- Fotografía
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Gabriel Sandru
- Reparto
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Fabrizio Rongione, Alexandre Trocki, Stéphanie Cléau, Elli Medeiros, Yvain Juillard, Gilles Privat, Juan Pablo Geretto, Carmen Iriondo, Pablo Torre Nilson, Juan Trench
- Productora
- Coproducción Suiza-Francia-Argentina;
Alina Film, Local Films, Radio Télévision Suisse (RTS), Ruda Cine. Distribuidora: Be For Films
- Género
- Thriller. Drama | Dictadura argentina. Años 70
- Sinopsis
- Yvan De Wiel, un banquero privado de Ginebra, viaja a Argentina en plena dictadura para sustituir a su socio, objeto de los más inquietantes rumores, y desaparecido de la noche a la mañana.
- CRÍTICA
Es recurrente buscar en el cine, y en según qué géneros, experiencias sensitivas. Que una película te atrape, te espolee, te tense, que apele a tu paciencia, para, en último término, sentar una interesante reflexión sobre la despiadada naturaleza humana. A este juego se podría atener la primera película de Andreas Fontana, pero nada más lejos de la realidad: ¿Thriller original, contemplativo y reflexivo, o simplemente aburrido?
Azor narra la historia de Yvan de Wiel, un banquero suizo que viaja a Argentina en los años 70, en plena dictadura. Su objetivo es dar el relevo a su socio, un hombre enigmático que desapareció de la noche a la mañana. De Wiel debe procurar mantener para la firma a todos aquellos clientes a los que su antecesor daba servicio, introduciéndose más y más en la oscura realidad de su trabajo.
La película se traza a la sombra de un suceso histórico, residente como trauma colectivo, que determina la trama. De Wiel ofrece sus servicios a aquellos que rigen la dictadura cívico-militar. De igual manera, su socio ha desaparecido inexplicablemente, una constante de aquellos años. Esta pesadumbre se palpa en esa atmósfera sórdida, oscura y enigmática que construye la película a través de sus personajes y espacios. En esto es especialmente hábil, y es lo mejor que tiene el film: la delicadeza formal con la que todo se muestra hace más por la película que su estática historia.
Y es que nada ocurre, nada se mueve, no hay sensación de que la historia aparentemente avance, y más que un reflexivo y filosófico relato, estamos ante un thriller nada efectista, nada manido, pero que resulta aburrido. Su consecución estética nubla los requisitos narrativos más primarios de una película que baila al compás del misterio. Este no te atrapa, no resulta sobrecogedor, y de la película solo queda la construcción pictórica y ambiental.
Un elemento interesante es el pastiche idiomático que hay en el film, síntoma de su naturaleza, coproducción entre Francia, Suiza y Argentina. Es interesante ver como las particularidades de una película en su proceso de producción pueden determinar lo que se cuenta en ellas.
Azor, un brumoso, interesante, manierista y aburrido thriller.