CRÍTICA DE CINE

Un Blues Para Teherán: Paisajes y músicas de un país soñado

Un blues para Teherán

Cartelera España 2 de julio  

Título original

Un blues per a Teheran
Año
Duración
80 min.
País
 España
Dirección

Javier Tolentino

Guion

Javier Tolentino, Doriam Alonso

Música

Tere Núñez, Walter Geromet

Fotografía

Juan López

Reparto

Documental, intervenciones de: Erfan Shafei

Productora

Quatre Films, Eddie Saeta S.A

Género
Documental | Documental sobre música
Sinopsis
Diferentes rostros nos muestran un Irán donde tradición y modernidad conviven y se confrontan. Erfan Shafei nos invita a descubrir un país tan misterioso como culto a través de la música y sus gentes. Él es un joven kurdo, divertido e irónico, que quiere convertirse en director de cine. Canta, escribe poesía, vive con sus padres y su loro, pero no sabe nada del amor…
 
CRÍTICA DE MERCEDES ARANCIBIA

«Un blues para Teherán», documental con el que debuta en la dirección de largometrajes Javier Tolentino –periodista radiofónico que durante más de veinte años ha dirigido en Radio 3 el multipremiado programa de cine de autor «El séptimo vicio»- es la conversión en imágenes y sonidos de su personal poema de amor dedicado a las gentes de Irán, un país con ochenta millones de habitantes del que por aquí ignoramos casi todo, salvo las recurrentes actuaciones represivas de un régimen teocrático que dirigen religiosos chiítas[1]. 

«Un Blues para Teherán» no es un documental político sino «un viaje que derribará estereotipos construidos sobre la sociedad iraní» (Tolentino), un recorrido por paisajes –inmensos, espectaculares- acompañando a un puñado de artistas, poetas, pintores y músicos, sobre todo músicos iraníes, que se debaten entre tradición persa y modernidad iraní. Quizá es que, como dice la madre de uno de los músicos, «han nacido en el país y en el tiempo equivocados».

«Pusimos anuncios en conservatorios y escuelas de música de las zonas del Caspio y del Rasht –ha explicado el director en una entrevista para RTVE-  para ver cómo una de las culturas con más dedicación a la música estaba soportando la vigencia del tiempo. Para ver cómo nos llegaba la gran música antigua de Persia en voces, instrumentos e incluso como cala en la mentalidad de la gente joven… Acudieron muchísimos músicos. En Irán das una patada y aparecen muchísimos, porque la tradición musical persa es enorme».

Erfan, un joven kurdo que canta y escribe poesía, vive con sus padres y un loro y no quiere saber nada del amor, empezó el proyecto del documental como ayudante de dirección y al final es el auténtico protagonista de este recorrido por las tierras y los hombres que hoy pueblan el país de las mil y una noches; Bahman cuenta el origen de la música, Golmehr es una preciosa joven que canta lo que le dicta su corazón a pesar de que las mujeres tienen prohibido cantar en público, Asghar es un pescador del Caspio que adora a sus cuatro hijas y querría que su hijo hubiera sido también mujer, Army y Yasi sueñan con ser actrices…Y también ese amigo de Erfan que quería hacer una película pero ha desistido por falta de financiación, y los que lamentan no poder viajar al extranjero. Todos ellos, y algunos más que cantan en una choza en mitad de un sembrado, o que asisten a los conciertos en locales  reducidos y a las tertulias amistosas en domicilios alfombrados, han ayudado al realizador en su empeño por dejar testimonio de su «amor por la cultura, las gentes y las tierras de esa Persia milenaria que sobrevive atravesada por sus contradicciones religiosas, políticas y sociales[2]» 

En «Un blues para Teherán» están las gentes corrientes que «no aparecen en los telediarios ni conforman los parlamentos y que pese a pertenecer a una cultura diferente comparte nuestros sueños y objetivos» (de la promoción del «Verkami», crowdfunding que está en el origen de la película y que se manifiesta en las interminables columnas de «mecenas» que figuran en los créditos finales).

Antes de llegar a las salas de cine el viernes, 2 de julio de 2021, «Un blues para Teherán» ya ha hecho un recorrido por los festivales de Moscú, Las Palmas, Gijón y Málaga, y ha participado en «Different», la semana de cine español en París que ha cumplido ya trece ediciones. 

Javier Tolentino quiere que su documental sea también «un homenaje tanto al cine iraní que he mamado, como a un pueblo al que amo profundamente. Yo no quería ser un occidental que va allí a juzgar a un pueblo, sino que quería tener una relación cariñosa con su cultura».