Clara y Claire: Doble Identidad
Drama| 101 min. | Francia| 2019
Título: Clara y Claire.
Título original: Celle que vous croyez.
Director: Safy Nebbou.
Guión: Safy Nebbou, Julie Peyr (Novela: Camille Laurens).
Actores: Juliette Binoche, Charles Berling, François Civil, Nicole García.
Estreno en España: 31/05/2019
Productora: Diaphana Distribution.
Distribuidora: Wanda Vision
Sinopsis
Claire (Juliette Binoche), una profesora divorciada de cincuenta años, se crea un perfil ficticio de Facebook para espiar a su amante ocasional, Ludo (Guillaume Gouix). Un día, le envía una solicitud de amistad al mejor amigo de éste, Álex (François Civil). Cuando el joven veinteañero acepta su solicitud y empiezan a chatear, Claire decide crearse una identidad falsa con fotos de una chica de 24 años que encuentra por internet.
Después de intercambiar mensajes y llamadas telefónicas, su amistad virtual evoluciona en una falsa historia de amor. Sin embargo, llega el momento en que Claire tiene que enfrentar la realidad, cuando Chris le pide quedar personalmente para conocerse. Al principio, ella utiliza la falta de tiempo por su trabajo, e incluso a un ex celoso y controlador, como excusa para esquivar la cita. Pero, a medida que la pareja se va enamorando, más insostenible se vuelve la situación.
Claire se enfrenta a un difícil dilema: ¿sufrir por un amor imposible o admitir la verdad y perderlo todo?
Crítica de Vicente I. Sánchez
Debo confesar que siento una gran pasión y admiración hacía Juliette Binoche. Su filmografía está plagada de buenas películas, cuando no rotundas obras maestras como por ejemplo: “Tres colores: Azul”, “Los amantes de Pont-Neuf” o “Copia certificada”. Con el tiempo además ha pasado a ser el prototipo de mujer elegante y sofisticada, siendo en la actualidad una de las actrices que más trabaja e interés levanta.
Lo que en un principio comienza como un juego terminará como una peligrosa aventura amorosa cuando conoce a uno de los mejores amigos de su ex.
Es por ello que de entrada cuesta creer su papel en la última cinta del realizador francés Safy Nebbouv. Clara (Juliette Binoche), es una profesora divorciada en la cincuentena que se siente sola y poco deseada. Cuando su último novio la abandona decide crearse un perfil falso en Facebook con la apariencia de una chica de 24 años, Claire. Lo que en un principio comienza como un juego terminará como una peligrosa aventura amorosa cuando conoce a uno de los mejores amigos de su ex. Una relación que desde el principio estará destinada al fracaso, ya que Clara no puede revelar su identidad.
Si creemos en la entrevista que dio Juliette Binoche durante la presentación de “Clara y Claire” en la Berlinale, cada año ve más doloroso envejecer y sentirse menos atractiva. “Hacerse mayor duele, pero ganas libertad, humor y tolerancia”. Motivos que le llevaron a decantarse a la hora de aceptar trabajar en esta película. Y es cierto que estas preocupaciones están muy presentes en la cinta de Nebbouv, con una reflexión muy interesante sobre la edad, las redes sociales y el papel que cumplen en las relaciones humanas.
“Celle que vous croyez”, (La que crees que soy), mujo mejor título que el que se la dado en España, presenta a unos personajes atrapados dentro de la superficialidad de las redes sociales. Un mundo en el que los sentimientos tienden a amplificarse y en el que las cosas no suelen ser lo que parecen. Nadie es tan feliz como lo demuestra en sus fotos en las facebook, mundo en el que el personaje de Juliette Binoche se desenvuelve con soltura.
Resulta muy perturbador la facilidad con la que Clara accede a las redes sociales para crearse una personalidad falsa y cómo seduce y engaña a su nuevo amante. Una historia que además es poderosamente cierta en la actual sociedad conectada las 24 horas a internet. Posiblemente sea uno de los pocos casos en el que la realidad sea incluso más dura que la ficción cinematográfica.
Elementos que además vienen siendo polémicos desde hace años, pues ya en 1985 Neil Postman comentaba en su obra Divertirse hasta morir, como la sociedad occidental se estaba volviendo superficial como consecuencia de los efectos nocivos de la televisión en la vida pública. El contenido visual, emocional y totalmente basado en las imágenes de las nuevas plataformas había desplazado los valores lingüísticos de la sociedad y con ello el pensamiento. Solo desde esta perspectiva puede entenderse el planteamiento de una película como esta.
Julitte Binoche defiende el personaje con la brillantez y elegancia que le caracterizan, pero cabe preguntarse si era la actriz más indicada para dar vida a una mujer que no se siente deseada y a la que los hombres no miran. Si conseguimos dejar esto a un lado la película tiene cierto interés en su primer tramo con algunas escenas y planteamientos muy interesantes. Algunos de los mejores momentos llegan cuando la protagonista llega a confundir su identidad con la ficción. Planteamiento que sin embargo va disolviéndose en la segunda parte con algunas decisiones y escenas que pueden llegar a ser de vergüenza ajena.
Finalmente se convierte en una película a la deriva. Safy Nebbouv tiene entre sus manos un guion demasiado inestable lleno de piruetas narrativas y situaciones imposibles de creer. Los personajes que en un principio resultaban fascinantes comienzan a resultar pesados y sus acciones no se sostienen en la lógica. Es de esas películas que con veinte minutos menos de trama mantienen mucho mejor su dignidad.
Al final la vejez, las redes sociales y el paso del tiempo se diluyen en una película difícil de descifrar, pero que en todo caso está más de cerca de la demencia y la psicopatía que de otros temas. Contenido que posiblemente no era el planteando inicialmente por el director.