Cobra Kai Temporada 5: Aquí ya no queda nada que exprimir
Cobra Kai (Serie de TV)
Netflix (estrenos destacados) 9 de septiembre
Título original
- Cobra Kai
- Año
- 2018
- Duración
- 30 min.
- País
- Estados Unidos
- Dirección
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Josh Heald (Creador), Jon Hurwitz (Creador), Hayden Schlossberg (Creador), Jon Hurwitz, Josh Heald, Hayden Schlossberg, Jennifer Celotta, Steve Pink, ver 6 más
- Guion
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Josh Heald, Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg, Stacey Harman, Luan Thomas, Michael Jonathan Smith. Personajes: Robert Mark Kamen
- Música
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Leo Birenberg, Zach Robinson
- Fotografía
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Cameron Duncan, Paul Varrieur, D. Gregor Hagey
- Reparto
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William Zabka, Ralph Macchio, Courtney Henggeler, Xolo Maridueña, Martin Kove, Tanner Buchanan, Mary Mouser, Jacob Bertrand, Gianni Decenzo, Nichole Brown, Vanessa Rubio, Elisabeth Shue, Rose Bianco, ver 32 más
- Productora
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Sony Pictures Television, Overbrook Entertainment, Westbrook Studios, Hurwitz & Schlossberg Productions, Counterbalance Entertainment, Heald Productions. Distribuidora: YouTube Red, Netflix
- Género
- Serie de TV. Comedia. Drama. Acción | Artes marciales. Karate. Secuela
- Grupos
- Karate Kid
- Sinopsis
- Serie de TV (2018-Actualidad). 5 temporadas. 50 episodios. Secuela de "Karate Kid". 30 años después de su enfrentamiento final en el torneo de kárate 'All Valley', Johnny Lawrence (William Zabka) está en un mal momento de su vida. Sin embargo, tras ayudar a Miguel (Xolo Maridueña), un chico que sufre bullying, Johnny decide volver a abrir el dojo 'Cobra Kai'. El problema es que esto vuelve a desatar la rivalidad con Daniel LaRusso (Ralph Macchio), que ahora es un hombre de negocios felizmente casado, pero al que le falta algo tras la muerte de su mentor, el Sr. Miyagi.
- CRÍTICA
Después de cuatro temporadas con un guion cada vez más débil, uno pensaría que los guionistas se han quedado sin ideas para las aventuras de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence. Y, efectivamente, así es. No solo porque los conflictos más que recurrentes entre los personajes, sobre todo entre Miguel y Robby, sean ya un meme de mal gusto, sino porque la propia historia es una sopa de clichés típica de una película de serie B.
En el reciente estreno de Netflix, para variar de las tres anteriores entregas y siguiendo el final de la cuarta, el antagonista es Terry Silver, el nuevo dueño de Cobra Kai, y su grupo de matones liderados por una chica oriental introducida con calzador. Este tramará el plan más evidente del mundo para darle un vuelco a la vida de LaRusso y trastabillar su escuela, su negocio y su familia. Aunque todo lo que hace Silver se ve venir de lejos, que tiene segundas intenciones y que “lo tiene todo pensado”, nuestro protagonista parece que nació ayer y cae de lleno en sus trampas.
Además de esto, veremos la evolución de Lawrence como padre, tratando de reconciliarse con su hijo Robby, estrechar lazos con Miguel y torciendo la trama para que estos dos hagan las paces después de más de media serie enemistados. Aunque cada intento por unirlos falla, el poder del guion hará su magia y la relación problemática entre estos dos, que recordemos que uno dejó paralítico a otro toda una temporada y casi lo mata, desaparece en tres minutos de pelea mal coreografiada.
El resto de los personajes son tan secundarios que todo lo que hacen en pantalla es rellenar metraje para que los episodios no duren diez minutos. En temporadas anteriores, esto también era así, pero se intentaba disimular con relaciones amorosas o peleas entre amigos, en esta ni eso. Cada vez que aparece alguien que no sea la pareja de protagonistas o el malo de turno, uno puede sacar el móvil y revisar su whatsapp con la seguridad de no perderse nada de la trama.
El presupuesto de la serie es mínimo y recuerda a las típicas sitcoms en que todos los episodios suceden siempre en las mismas tres localizaciones. La aparición de actores secundarios de las películas clásicas sigue siendo un uso recurrente y una excusa para justificar agujeros de guion. La banda sonora sigue siendo la misma, o la diferencia es inapreciable, y es posiblemente lo más rescatable.
Pero si hay algo lamentable que debe ser saneado son los combates. Ralph Macchio, el actor que da vida LaRusso, no es capaz de luchar como se espera en una serie en que, en cada episodio, muchas veces por motivos absurdos, hay peleas. Sus movimientos son ortopédicos y simplones, lo que hace de sus enfrentamientos una parodia comparados con cualquier otro. Desconozco si es por causa de su condición física, de su salud o de sus ganas, pero viendo el resultado, los guionistas deberían descartar la idea de incluirlo en estas escenas.
Por otro lado, el resto de las peleas protagonizadas por adultos lucen bastante bien y tanto las actuaciones en ellos de Thomas Ian Griffith (Terry Silver) como de William Zabka (Johnny Lawrence) si son algo más creíbles. En cambio, cuando lucha cualquier adolescente, uno solo puede pensar que está viendo un spin off de los Power Ranges cuando sus contrincantes saltan dos metros atrás al mínimo roce.
La temporada pasa sin pena ni gloria por sus diez episodios, que podrían haber sido cuatro tranquilamente, cerrando tramas secundarias que nadie pedía. Lastimosamente, para nosotros, todo indica que habrá una sexta temporada y que a esta serie, que debería haber terminado con la temporada tres, no la dejarán morir dignamente.