El instante más oscuro: Sangre, sudor y lágrimas de Gary Oldman... para ganar un Oscar
Durante el período más crítico de la historia del Reino, con Hitler dominando Europa y con las fuerzas británicas acorraladas en Dunkerque, el foco está en las decisiones de Churchill.
Drama | 125 min. | UK 2017
Título: El instante más oscuro.
Título original: The Darkest Hour.
Director: Joe Wright.
Guión: Anthony McCarten.
Intérpretes: Gary Oldman, Ben Mendelsohn, Kristin Scott Thomas, Lily James.
Estreno en España: 12/01/2018
Productora: Working Title Films.
Distribuidora: Universal Pictures Spain.
Sinopsis
Gran Bretaña, Segunda Guerra Mundial. Pocos días después de convertirse en Primer Ministro, Winston Churchill (Gary Oldman) debe tomar una difícil decisión. En pleno avance de las tropas nazis por toda Europa Occidental, cuando la amenaza de invasión es inminente, Churchill tendrá que elegir entre luchar contra Hitler o aceptar el acuerdo de paz que este le ofrece pactar. A pesar de la presión a la que estuvo sometido, ya que su propio partido llegó a conspirar en su contra y el rey Jorge VI (Ben Mendelsohn) era muy escéptico al respecto, la firme negativa de Churchill a aceptar la derrota, la rendición o un acuerdo de paz sirvieron como inspiración a la resistencia británica. Durante los difíciles primeros años de la Guerra, cuando el Reino Unido se quedó solo en su firme oposición contra la Alemania nazi, Churchill tuvo que soportar su hora más oscura, reunir a una nación, luchar por los ideales y la libertad, y tratar de cambiar el curso de la historia mundial.
CRÍTICA
Irresponsabilidad histórica y anacronismos. El estilo del director Joe Wright pasa por ser uno de los más interesantes del panorama de cine actual (con obras tan incomprendidas como Pan: Viaje a nunca jamás, el mayor fracaso de su carrera). Como historiador, sin embargo, no se le puede eximir por los gravísimos errores de conducción presentados en esta Darkest Hour que ahora nos ocupa. El film apuntaba maneras, concebido desde un potencial alto, al punto de ser un complemento perfecto para Dunkirk, que recién acaba de ser lanzada en DVD y Blu Ray. La realidad, sin embargo, muestra que estamos ante un producto prefabricado para llevarse algún Oscar, armando el conjunto en torno a la actuación de Gary Oldman.
Durante el período más crítico de la historia del Reino, con Hitler dominando Europa y con las fuerzas británicas acorraladas en Dunkerque, el foco está en las decisiones de Churchill.
La historia se desarrolla durante la crisis del gabinete de guerra del Reino Unido en mayo de 1940. Después de que Neville Chamberlain (Ronald Pickup) dejara el cargo de primer ministro, Winston Churchill (Gary Oldman) es nominado por el Partido Conservador para cumplir la función, levantando sospechas del Rey George VI (Ben Mendelsohn), que prefería que el cargo lo ocupara el Vizconde de Halifax (Stephen Dilane). Durante el período más crítico de la historia del Reino, con Hitler dominando Europa y con las fuerzas británicas acorraladas en Dunkerque, el foco está en las decisiones de Churchill.
Antes de comentar los errores apreciables en el devenir argumental, hay que resaltar que la interpretación de Gary Oldman en la piel del político es enorme, algo que queda fuera de toda duda. Estamos ante un excelente actor que no necesita carta de presentación, y si aquí todo el elenco artístico y técnico se vuelca en que sus virtudes queden realzadas pues miel sobre hojuelas (la mayoría de las líneas de diálogo y la labor de montaje van encaminadas hacia ese fin). La ambientación también es buena, con la reconstrucción cuidadosa de pequeños detalles que eran esenciales para la cotidianeidad británica (como por ejemplo el metro).
Los acusados desajustes se hallan en la desleal conducción del guión firmado por Anthony McCarten (firmante del libreto de la muy oscarizada La Teoría del todo). Sorprende enormemente la necesidad de colocar a Churchill como un héroe al mismo tiempo que Halifax y Camberlain se desplazan como villanos de la función desde el momento en que intentan un acuerdo de paz con Hitler. A los ojos de la historia, una tremenda injusticia. Halifax fue de vital importancia para traer a Estados Unidos a la guerra, por ejemplo, pero en la película actúa casi como un agente alemán desesperado por un acuerdo de paz forzado.
El instante más oscuro, tal y como su título sugiere, trata sobre el período más difícil de la historia reciente del Reino Unido. Por si no bastara con el angustioso drama vivido en la época, Wright trata de ampliar y crear eslabones melodramáticos para dar vigor a los discursos. En cierta escena, Churchill viaja en metro, habla con el "pueblo" y lo usa como argumento dentro del gabinete de guerra para ampliar los esfuerzos de guerra, algo completamente innecesario.Una película no necesita tener compromiso en contar con detalles y con perfección todos los detalles de determinado recorte. Sin embargo, tampoco puede crear desvíos para sostener una visión cerrada y una narrativa anacrónica, como ocurre aquí.
Así, lo que comienza como una incursión enérgica (e incluso una exposición) en la mecánica de las maniobras políticas y oratorias se convierte de manera paulatina en una pieza de cámara de cháchara contínua instalada en habitaciones congestionadas, sin luz, cargadas de humo. Las maniobras se literalizan, el discurso se hace más fuerte, y la emoción se desvanece cuando el primer triunfo político de Churchill se representa con muy poca imaginación cinematográfica.