El Elemento Enigmático: Nieve y silencio
El elemento enigmático
- Título original
- El elemento enigmático
- Año
- 2020
- Duración
- 41 min.
- País
- Argentina
- Dirección
- Guion
-
Alejandro Fadel, Tomás Fadel
- Fotografía
-
Tebbe Schöningh
- Reparto
- Productora
-
La Unión de los Ríos
- Género
- Drama | Mediometraje. Cine experimental
- Sinopsis
- Tres “astronautas” deambulan por unas montañas nevadas, calladas e imponentes. En la última película de Alejandro Fadel, el paisaje se convierte en materia para la experimentación: de las texturas, de los colores y de los tempos de la imagen.
- Distribuidora: KABINETT
- CRÍTICA DE VICENTE I. SÁNCHEZ
Tras la buena acogida de “Muere, monstruo, muere”, el director argentino Alejando Fadel vuelve a la gran pantalla con “El elemento enigmático”. Un mediometraje de cuarenta minutos que difícilmente puede catalogarse en algún género cinematográfico y que apuesta de forma clara por la psicodelia. La cinta fue presentada en el Festival Internacional de Sitges y actualmente está disponible través de KABINET.
Nos encontramos ante una propuesta experimental que busca crear todo tipo de sensaciones y reflexiones en el espectador. “El elemento enigmático” comienza presentándonos a tres astronautas que deambulan por unas inmensas y nevadas montañas. Son tres extraños personajes que no se comunican y que se limitan a andar sin un rumbo claro. Lo poco que sabremos de ellos es por algunos subtítulos que nos introducen en un (también absurdo) mundo de ciencia ficción.
Gran parte de la película busca que experimentemos la soledad y frío de estos misteriosos astronautas mientras van atravesando los parajes agrestes y montañosos. Alejando Fadel juega con los colores, la música y los planos para introducirnos es una hipnosis sensorial cuyo principal escenario debería ser una gran pantalla. No hay narración convencional y no hay intención por parte del director de mostrarse accesible o coherente. Incluso diría que estamos ante un gran concierto en el que las imágenes solo son una pequeña parte. Requiere de un espectador que esté dispuesto a dejarse llevar.
Siendo honestos también hay que reconocer que la cinta acaba siendo algo reiterativa y pesada. En el fondo nos encontramos ante una historia de veinte minutos que ha sido deliberadamente alargada. Es tan sensorial que más de uno se puede dormir.
“El elemento enigmático” es una película especialmente diseñada para festivales. Es complicado que una propuesta tan arriesgada pueda tener acogida en el cine comercial, si bien es de agradecer la osadía de algunos de sus planteamientos. Tiene muchas similitudes con otra de las propuestas mas extrañas y valientes de este 2020, por supuesto me estoy refiriendo a “Last and First Men”, del fallecido Jóhann Jóhannsson.