El Gran Baño: Una piscina empedrada de buenas intenciones
Gilles Lellouche dirige este comedia que cuenta con la participación de actores tan importantes del cine francés como Mathieu Amalric o Guillaume Canet.
Título: El Gran Baño.
Título original: Le Grand Bain.
Director: Gilles Lellouche.
Guión: Gilles Lellouche.
Intérpretes: Mathieu Amalric, Guillaume Canet, Marina Foïs, Virginie Efira.
Estreno en España: 11/01/2019
Productora: Les Productions du Trésor / Chi-Fou-Mi Productions.
Distribuidora: Flins i Pinículas.
Sinopsis
Un grupo de hombres cuarentones, todos sumidos en una profunda crisis existencial, deciden romper con los moldes y crear el primer equipo local masculino de natación sincronizada. Los primeros esfuerzos no resultan ser muy beneficiosos para este equipo: los integrantes sufren todo tipo de insultos y escepticismo y, además, sus primeros números no salen de la forma esperada. Con el objetivo de subir el nivel, el equipo comienza a ser entrenado por una ex campeona de natación, caída en desgracia. Los nadadores deberán superar todo tipo de retos increíbles para demostrar al mundo, y a sí mismos, que tienen lo necesario para triunfar.
Crítica
Comedia francesa que supone la incursión en la dirección del actor Gilles Lellouche(“Pequeñas mentiras sin importancia”), interpretada por Guillaume Canet (Rock & Roll”), Matthieu Amalric (“El gran hotel Budapest”), Virginie Efira (“Elle”)y Benoît Poelvoorde (“Coco”).
Una comedia “popular” a la francesa, repleta de buenas intenciones pero que resulta decepcionante, sin sorpresas y convencional.
Con mejor acogida del publico que de la critica, “El gran baño” vendió ya más de un millón y medio de entradas en su primera semana de explotación en Francia. Una comedia “popular” a la francesa, repleta de buenas intenciones pero que resulta decepcionante, sin sorpresas y convencional en el desarrollo de su guion, no obstante la presencia de excelentes actores.
Un guión que busca caminar tras las huellas de películas como “The Full monthy” –aquella formidable película británica de Peter Cataneo, con una banda de perdedores de la crisis económica que organizaban un espectáculo de striptease masculino– pero que lamentablemente no está a la altura de su modelo.
Relata Lelouche la historia de un grupo de ocho perdedores, cincuentones depresivos o en crisis profesional, sentimental o familiar, que van a recuperar su esperanza en la vida al reunirse para formar un grupo masculino de natación acrobática, pues como dice su entrenadora “todos queremos un día obtener una medalla” o el reconocimiento de lo realizado. Un deporte considerado como poco masculino, y que pone de relieve la feminidad o la sensibilidad de sus personajes.
El guión de Gilles Lelouche resulta sin embargo farragoso en la descripción de las respectivas depresiones de sus personajes masculinos, a los que se añaden los dos personajes femeninos, una entrenadora en silla de ruedas, y otra que acude regularmente a las reuniones de alcohólicos anónimos, las actrices Leila Bekti y Virginie Effira, que hacen lo que pueden con sus respectivos papeles.
De su panel de “loosers”, los que salen mejor parados son Jean Hugues Anglade en viejo rockero fracasado, y Philippe Katerine, de tímida y confusa sexualidad, que son los más patéticos y auténticos de la banda. Amalric, Poelvoorde y Canet, en cambio, resultan o excesivos o apagados, según las secuencias.
De sus entrenamientos catastróficos, y de sus historias personales, pasamos sin verdadera transición en la parte final a ese previsible éxito que estaba anunciado desde el comienzo de la película. La balanza se inclina así hacia la comedia sentimental.
Ya definida por algún crítico como “un Full Monty a la francesa”, “El gran baño” es una película sobre algunos aspectos del malestar social más actual. No es difícil imaginar a estos cuarentones deprimidos formando parte de las manifestaciones de “chalecos amarillos”; como ellos, los protagonistas de esta película agridulce tienen dificultades económicas, padecen de soledad, desórdenes familiares, un trabajo que les genera fastidio y hasta sufrimiento.
Los diálogos resultan poco inspirados y las situaciones cómicas menos abundantes que el lado sentimental y dramático de sus vidas respectivas, olvidadas tan solo cuando se reúnen para entrenarse en la piscina.
Sobre el mismo tema que “El gran baño” existe una película inglesa producida también este año, “Swimming with men” de Oliver Parker, que todavía no se ha estrenado en Francia. Será en todo caso interesante la comparación con la de Lelouche, pues, como decía Woody Allen, deberían inventar un festival en donde compitan solo películas sobre el mismo tema y con presupuestos de producción equivalentes.