Historias de miedo para contar en la oscuridad: Terror sin llegar a pesadilla
Terror| 111 min. | USA | 2019
Título: Historias de miedo para contar en la oscuridad.
Título original: Scary Stories to Tell in the Dark.
Dirección: André Øvredal.
Guión: Dan Hageman, Kevin Hageman, Guillermo del Toro.
Intérpretes: Zoe Margaret Colletti, Michael Garza, Austin Zajur, Gabriel Rush.
Estreno: 09/08/2019
Productora: CBS Films / Double Dare You / Entertainment One / Sean Daniel Company .
Distribuidora: eOne Films Spain.
Sinopsis
Un grupo de adolescentes intentan resolver el misterio que rodea a las repentinas muertes en el pueblo. Stella (Zoe Colletti) es una niña que sufre por la desaparición de su madre en la noche de Halloween. Roman Morales es un joven latino que será reclutado para ir a la Guerra de Vietnam. Stella y sus amigos se ven envueltos en una broma pesada de Halloween que sale mal. Un vengativo fantasma y otros seres malignos se interpondrán en su investigación.
Crítica
Escrita y producida por el cineasta mexicano Guillermo del Toro (Oscar a la Mejor Pelicula y al Mejor Realizador en 2018 por “La forma del agua“), la película “Historias de miedo para contar en la oscuridad” (Scary stories to tell in the dark) está inspirada en la serie de libros de terror, destinados a un público juvenil, publicados por el periodista y escritor Alvin Schwartz entre 1981 y 1991, que tuvieron una excelente acogida en los países anglófonos gracias, entre otras cosas, a las ilustraciones de Stephen Gammell: sombríos dibujos en blanco y negro de cadáveres, esqueletos, ratas, espantapájaros y cuerpos heridos como sueños descompuestos.
La película combina momentos de media docena de las más populares historias de Schwartz, en una mescolanza que sitúa en Pennsilvania, en el otoño de 1968.
La película combina momentos de media docena de las más populares historias de Schwartz, en una mescolanza que sitúa en Pennsilvania, en el otoño de 1968.
La joven Sarah Bellows, quien vivió secuestrada por su familia en una habitación secreta de la mansión familiar en el pueblo de Mill Valley, tuvo una existencia torturada y conoció terribles secretos que dejó escritos, aparentemente con sangre, en un cuaderno que -muchos años después pero en una época, 1968, en la que todavía no existían ni Internet ni los teléfonos móviles lo que de alguna manera garantiza una cierta “pureza” en las relaciones de convivencia en una localidad pequeña- un grupo de adolescentes encuentra en una noche de Halloween en que decide tomar por asalto la casa abandonada.
Las terroríficas historias que allí se relatan se convierten en reales a medida que los chicos las van leyendo, liberando las fuerzas del mal que se esconden en sus páginas, que se siguen escribiendo solas provocando una cadena de muertes. Los chicos deberán ser capaces de vencer sus temores para salvarse, salvar a los demás habitantes del pueblo de las extrañas criaturas, y poner fin a la carnicería.
Con todos los ingredientes habituales –casa encantada y oscura, laberíntica y llena de secretos, disfraces de muertos vivientes, fantasmas del pasado que han venido a vengarse, zombies resucitados…- y el nacimiento de una historia de amor entre los jóvenes actores Zoe Colletti (“Incendios”, “Annie”) y Michael Garza (“Los juegos del hambre: Sinsajo parte 1”), “Historias de miedo para contar en la oscuridad” está dirigida por el inconformista realizador noruego André Øvredal (“La autopsia de Jane Doe”, “El cazador de trolls”), suficientemente acreditado en el género.
Escasamente original y muy básica en su argumento, con mucha dificultad para conectar con los personajes pero bien realizada y bastantes convincentes los “monstruos”, la película reúne suficientes elementos –empezando por el equipo de los autores (escritor, realizador, productor)- como para llenar un rato de ocio veraniego sin más pretensiones que reunir “casualidades” para conseguir inquietar al espectador y, quizá, rendir un homenaje personal a aquellos cineastas de los años ochenta con cuyas películas crecieron los responsables de estas “Historias de miedo para contar en la oscuridad” que, lo confieso, a mi no me han dado ningún miedo.