Jungle Cruise

Desde hace tiempo, la factoría del ratón lleva adaptando a la gran pantalla atracciones de su propia compañía. La primera fue la encantada cinta protagonizada por una jovencísima Kirsten Dunst: La Torre del Terror. Tras ella, les siguieron varios títulos (unos con mayor o menor éxito en opinión pública y de taquilla), desde Misión a Marte, Dinosaurio y La gran aventura de Beaury, pasando por La Mansión Embrujada, Piratas del Caribe y Tomorrowland hasta llegar a Jungle Cruise, donde el cineasta español Jaume Collet-Serra ha sabido mixturar con acierto muchos de los elementos característicos de las películas de aventuras en su refrescante travesía marina.

Un artero y chistoso Dwayne Johnson (Frank) y una fascinante Emily Blunt (Dr. Lily Houghton) encabezan el idóneo cast que conforma lo nuevo de Walt Disney. El que protagonizase Proyecto Rampage nos embaucará con sus engaños y nos dibujará una sonrisa en el rostro con su gracia natural, pero, sobre todo, palparemos su faceta más humana; por otro lado, la actriz de Sicario nos encandilará por su destreza, carisma y dulzura. Además de este complementario e ideal tándem que, junto al hermano de la doctora Houghton, protagonizan esta aventura, hay que destacar al inaparente pero prototípico villano encarnado buenamente por Jesse Plemons (quien protagonizará junto con Leonardo DiCaprio y Robert De Niro lo nuevo de Scorsese), a un señor dueño de barcos que no perdonará nada al donairoso timador Frank Wolff, y al desazonante trío conquistador interpretado por el venezolano Edgar Ramírez y los españoles Dani Rovira y Quim Gutiérrez, quienes ofrecerán un tono diferente al producto.

Con Jungle Cruise, Jaume Collet-Serra (Non-Stop, 2014) se asienta en Hollywood y se confirma como un espléndido creador de universos, donde no solo nos brinda espectacularidad visual, sino que además sabe sacar el lado más humano a su crucero. El público será un pasajero más de este viaje de dos horas que va a todo motor y que entretendrá efusivamente durante la mayor parte del trayecto y atracará en el puerto sin apenas darte cuenta. Una cinta que provocará sorpresa al respetable, pero que reculará en su asombro, acabando por no arriesgar ni romper con la fórmula preestablecida en este tipo de producciones.     

Hay cierta compensación entre la notoria y encomiable producción y las jocosas y ocurrentes, que no trascendentales, líneas de diálogo. Y esto es de agradecer, ya que muchas obras audiovisuales se dejan en casa el ingenio y el salero para centrarse única y exclusivamente en ensalzar el aspecto visual. Aunque no siempre van a mostrar su traza a la hora de proyectar un ingenio dialéctico, y es que aquí, por desgracia, también se peca de recurrentes y tópicos gags infantiloides; en este caso será el personaje de McGregror Houghton, el hermano de la protagonista, quien se encargará de entorpecer el humor de Jungle Cruise y la vis cómica que arroja  Dwayne Johnson (sus chistes serán malos, pero son, en la mayoría de las ocasiones, realmente eficaces).

En definitiva, para el que escribe estas líneas, Jungle Cruise es una producción con velocidad de crucero que conquistará al espectador por su afán de entretener. Este pétalo por momentos se apaga, pero casi siempre nos mantiene vivos, muy vivos en la butaca. Aunque la historia no sea similar y no juegue en la misma liga (tampoco anda lejos), contiene ciertos aspectos que nos hará recordar a Piratas del Caribe. Deleitará a los fans de las películas de aventuras basadas en leyendas. El mejor blockbuster que haya percibido este crítico en lo que llevamos de verano.