La Camarista: La que crea su propio mundo
Título: La Camarista.
Título original: La Camarista.
Dirección: Lila Avilés.
Guión: Lila Avilés, Juan Carlos Marquéz.
Intérpretes: Gabriela Cartol, Teresa Sánchez, Agustina Quinci, Alan Uribe.
Estreno: 06/03/2020
Productora: La Panda / Amplitud / Bambú Audiovisual.
Distribuidora: El Sur Films.
Sinopsis
Eve (Gabriela Cartol) es una joven camarera de pisos que trabaja en uno de los hoteles más lujosos de Ciudad de México. Eve solo puede imaginarse las vidas de sus adinerados huéspedes a través de fantasías íntimas sobre las posesiones que dejan atrás. Los largos y difíciles turnos de trabajo impiden a Eve cuidar de su hijo, aunque se encarga de ayudar a los huéspedes a cuidar de los suyos. La joven cree que su situación mejorará si consigue que la asciendan para trabajar en las suites ejecutivas, razón por la que acepta un horario agotador. Con este objetivo en mente, también se inscribe en el programa de educación para adultos del hotel.
Crítica de Nuria Vidal:
La opera prima de Lila Avilés, una actriz y directora de teatro muy conocida en México, es la adaptación al cine de su propia obra de teatro, La camarera, que a su vez nace de un libro de fotos de Sophie Calle titulado Hotel. La verdad es que me cuesta un poco imaginar como esta película hecha de silencios y miradas, en la que la camarista esta prácticamente sola en las habitaciones del hotel que limpia, podía ser una obra de teatro. Pero, en cambio, no me cuesta nada imaginar la fuente de inspiración de las fotos de Calle en esos planos frontales de las camas deshechas, la ropa tirada, la basura acumulada.
“ Eve existe solo en el hotel, nunca la vemos fuera de sus espacios habituales de trabajo".
¿Por qué si es el retrato minucioso de una mujer de la limpieza, una de esas famosas y explotadas Kellys que trabajan a destajo en los grandes hoteles de lujo, pienso que forma parte de la segunda categoría y no de la primera? Por la mirada de la directora. Era mucho más fácil hacer una película casi documental sobre Eve. De hecho, la directora habló mucho con los trabajadores del Hotel Presidente de Ciudad de México donde se rodó el film, incluso incorporó a algunos de ellos como actores en sus propios papeles. Pero al plantearse como abordar a este personaje, escogió una mirada personal, Eve existe solo en el hotel, nunca la vemos fuera de sus espacios habituales de trabajo.
http://www.cinenuevatribuna.es/articulo/critica/es-berlin-movida-mexicana/20190620162743010137.html
Eve existe como espejo de la indiferencia, el desprecio, incluso el abuso, (nunca sexual, pero si abuso) de ella por parte de esos habitantes de una galaxia lejana que son los ricos huéspedes de la que para ella es una cárcel de alto estanding. Pero si Eve es transparente para los huéspedes, no lo es para Lila Avilés que la usa como un pincel para contar su historia: la historia de una mujer que tiene sueños y esperanzas y lucha por conseguirlos, aunque sea sacrificando a su hijo pequeño al que apenas ve. La historia de Eve en manos de directores del primer grupo, habría sido la de una mujer explotada y despreciada. Pero ella escoge otro camino. Minimalista en su puesta en escena, la película nunca cae en el miserabilismo o en la simple denuncia social. No hay buenos ni malos en esta historia que refleja la realidad de un México mucho más rico que el que podemos imaginar. La camarista ofrece una lección colateral que nos incumbe a todos.
Después de ver la película, tendré mas cuidado en como dejo las habitaciones de hotel que utilizo. Pensemos que siempre hay una Eve que tendrá que limpiarla y que a través de todos los objetos, la basura, la ropa, los restos abandonados de nuestra vida en la habitación, descubrirá lo que en realidad somos.