Lean on Pete: Tiempos difíciles
Andrew Haigh (45 años) escribe y dirige esta película que es la adaptación de la novela de Willy Vlautin. El reparto está formado por Charlie Plummer (Todo el dinero del mundo), Steve Buscemi (La peor semana), Travis Fimmel (Warcraft: El origen) y Chloë Sevigny (El muñeco de nieve).
Drama | 121 min. | UK | 2017
Título: Lean on Pete.
Título original: Lean on Pete.
Director: Andrew Haigh.
Guión: Andrew Haigh.
Intérpretes: Charlie Plummer, Steve Buscemi, Chloe Sevigny, Steve Zahn.
Estreno en España: 18/05/2018
Productora: The Bureau / Film4
Distribuidora: Diamond Films España.
Sinopsis
Charley (Charlie Plummer) es un chico de 15 años que vive con su padre alcohólico (Travis Fimmel) en una casa destartalada a las afueras de Portland, Oregon. En un esfuerzo por ayudar a su padre a mantenerse a flote, Charley empieza a trabajar para Del (Steve Buscemi), entrenador de caballos en un hipódromo local. Pronto se hará amigo de Del y de Bonnie (Chloë Sevigny), una jockey, mientras cuida a un caballo llamado Lean on Pete. Pero cuando el joven descubre que Del tiene la intención de vender al caballo decide llevárselo en una huida por la vasta naturaleza americana con Pete a cuestas.
Crítica
Algunas historias trotan y otras galopan, pero el truco siempre es conocer la velocidad adecuada para hallar la manera más adecuada de explicarlas. Lean on Pete, se contenta con avanzar a medio galope, lo que es perfecto para lo que quiere decir. Para su cuarto largometraje, el escritor y director británico Andrew Haigh (Weekend, 45 años), decidió adaptar una novela del reputado escritor de Orgegon Willy Vlautin, cuyas obres incluyen “The Free” (2014), “Northline” (2008) y “The Motel Life” (2006). “Lean On Pete”, que Vlautin escribió en 2010, está ambientada en Portland (Oregón) y en el oeste de los Estados Unidos, y cuenta la historia de un adolescente que se hace amigo de un viejo caballo destinado al matadero. En el transcurso de un viaje épico más allá de la frontera, ambos desarrollan un vínculo muy profundo.
Es notable la manera que tiene el director de convertir un viaje iniciático en una experiencia casi infernal.
Es notable la manera que tiene el director de convertir un viaje iniciático en una experiencia casi infernal. Lo que empieza siendo como algo puramente vital, un chico que encuentra su primer trabajo con el que ayudar monetariamente en casa a su padre un tanto crápula (y al que da vida el ex Vikingo Travis Femmel), poco a poco se va oscureciendo poor una sèrie de trágicos sucesos con los que el protagonista va a ir transitando a las bravas de la adolescència a la madurez. En su periplo improvisado por esos pueblos perdidos del sur de EEUU que el cine indie gusta tanto de retratar irá encontrándose con una suerte de personajes que no harán más que refrendarle que el mundo no es tan bonito como lo pintan.
El cuento de Charley es episódico, y cuanto menos sepa sobre dónde va la historia, mejor. Basta con decir que una tragedia pone al caballo bajo el cuidado de Charley por un tiempo, y hay momentos de perfecta belleza y emoción cuando solo están caminando los dos, el chico tímido conversando con la bestia silenciosa.
Avisamos para navegantes sensibles que existen un par de escenas de esas que te dejan boquiabierto y con peligro inminente de inundar de lágrimas el cine. Los guionistes no se andan por las ramas y llaman al pan pan y al vino vino, con lo que el relato va ganando en fuerza y contundencia a medida que los acontecimientos se precipitan. Entre lo apacible del paisaje y los monólogos pausados que tiene el chaval con su atípico amigo equino y la realidad urbana trufada de seres mezquinos que les rodean es brutal, marcando un contraste del que se beneficia y de qué manera el desarrollo argumental de la trama. Además, el conjunto acierta a la hora de ir proponiendo entre lineas una serie de subtemas de marcada crítica social que van desde la precariedad laboral, la labor del ejército en guerras lejanas y la desestructuración familiar. Los valores fundamentales americanos puestos en entredicho de una forma tan sutil como convincente.
Todas las críticas coinciden en ensalzar la labor interpretativa del jovent actor Charlie Plummer, quien a la chita callando se está labrando una coherente filmografia a base de buenas películas, y del que todavía se puede ver en cines su recinte participación en Todo el dinero del mundo de Ridley Scott. Aquí tiene la gran suerte de contar con la colaboración de auténticas bestias consagradas del séptimo arte como el gran Steve Buscemi y de otros actores que pasan por ser secundarios de renombre como Chloe Sevigny o Steve Zahn.
El joven viene a ser Firefist, también conocido como Russell, un gordito de unos trece años que usa el fuego como arma a través de sus puños y que aparentemente en un futuro no muy lejano su camino se desviará de la senda del bien para convertirlo en el asesino de la familia de Cable, ese villano que ha regresado en el tiempo para eliminarlo y así recuperar a sus seres amados. Junto a un inesperado grupo de justicieros salidos de un casting, Deadpool conformará la que él bautiza como X-Force, una banda de despistados con buenas intenciones que intentará salvar el día.
"Lean on Pete" es una película en la que la actuación es casi invisible, pero el mensaje de corte dickensiano sobre el dolor y la alegría de crecer puede ser apreciado por cualquiera que se haya sentido no deseado, no amado o descuidado. Es una película, en otras palabras, para casi todos.