CRÍTICA DE CINE DE FILMIN

Lizzie: Hachazo al patriarcado

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El asesinato de la familia Borden (Lizzie)

Filmin (últ. incorporaciones) 21 de enero

Título original

Lizzie
Año
Duración
105 min.
País
 Estados Unidos
Dirección

Craig William Macneill

Guion

Bryce Kass

Música

Jeff Russo

Fotografía

Noah Greenberg

Reparto

Chloë SevignyKristen StewartJamey SheridanFiona ShawKim DickensDenis O'HareJay HuguleyJody Matzer

Productora

Artina Films, Destro Films, Powder Hound Pictures

Género
Thriller | BiográficoSiglo XIX
Grupos
Lizzie Borden
Sinopsis
Finales del siglo XIX. Después de mucho tiempo en soledad, Lizzie Borden (Chloë Sevigny) se hace amiga de la criada Bridget Sullivan (Kristen Stewart) y su intimidad acaba desatando un suceso inimaginable. 
 
CRÍTICA

Hay dos temas que han estado y estarán en candente actualidad durante estos últimos y próximos meses. El primero es la oferta y demanda de las plataformas digitales que han hecho alterar el mercado y la forma de consumir contenido por parte del espectador. Debido a esto, cuantiosos títulos que llegan a nuestro país carecen de distribución en salas y, por consiguiente, al público, por suerte o por desgracia –todo depende de las preferencias que tenga el respetable a la hora de ver películas– no le queda más remedio que sentarse enfrente de la televisión para contemplar su esperado estreno. Otro de los temas que han generado disconformidad y debate entre la comunidad cinéfila es la ausencia o el desplante de Kristen Stewart en ciertos premios de la industria cinematográfica –SAG, Venecia, Golden Globes–, y es que es incomprensible el boicoteo que está teniendo la actriz británica, pues su magistral interpretación de Lady Di en Spencer es –con diferencia– la más plausible de la presente temporada. Dicho esto y sin pasar por la gran pantalla, llega a Filmin cuatro años después de su estreno internacional, Lizzie: cinta protagonizada por Kristen Stewart que podremos ver bajo nuestra comodidad hogareña.

 

Con su segunda obra, Craig William Macneill –The Boy, 2015– continúa por la senda del thriller, con el que nos propone trasladarnos a finales del siglo XIX para ahondar en la vida y decisiones de la figura de Lizzie Borden –mujer estadounidense de clase alta conocida por asesinar a sangre fría a sus progenitores la noche del 4 de agosto de 1892–. El director estadounidense cocina a fuego lento una calculada partitura teñida de venganza y romance que muestra las vergüenzas del patriarcado a la vez que la opresión que sufrían las criadas por parte de los mandamases de la época hasta desembocar en un clímax de barbarie.

Si bien el personaje de Lizzie –una firme y contundente Chloë Sevigny–  encuentra el apoyo (in)condicional en Bridgett –sirvienta interpretada por la siempre subestimada Kristen Stewart–, el cineasta nacido en Nueva Inglaterra sustenta su obra mediante una comedida dirección, donde impera el suave desliz de unos marcados travellings y una estética claroscura, pues existe una férreo contraste entre la luz natural o elemental –velas– y la oscuridad propia del escenario, la imagen presenta un aire dramático y lóbrego, crea la sensación de tridimensionalidad en un único plano –donde transcurren distintos sucesos y subyace el misterio, tanto dentro como fuera de campo– y consigue con esto su gran cometido: evocar una sensación de profundidad y dinamismo escénico, recordando en cierta manera –tanto por su carácter enigmático y siniestro como por su algodón de sutileza y formalidad– a La Seducción de Sofia Coppola.

 

En este largometraje circular se da importancia a los elementos atmosféricos que rodean a lo perverso de la cinta y a la organicidad del escenario –pájaros, puertas, fuego– pero que no trasciende en su afán de dotar a sus personajes de una evolución emocional firme, siendo esta una pieza que se centra más en las frustraciones, inmoralidades y en los deseos más protervos que en impregnar una compleja moraleja de poder y transformación de las necesidades vitales de las personalidades que nos presentan. 

En definitiva, para el que escribe estas líneas, Lizzie es un interesante thriller de época que solo necesita prácticamente de un escenario para adentrarnos en la atroz y misteriosa vida personal y familiar de la figura que comparte mismo nombre que el largometraje que nos atañe. Su mayor obstáculo –o mejor dicho impedimento– para llegar a ser una obra memorable es, entre otros quehaceres, su conocida e inevitablemente previsible conclusión y el de intentar ser demasiado correcta en su forma, olvidándose de adornar su fondo de profundos conflictos para entender de manera más concisa la evolución y las necesidades internas de sus protagonistas, interpretadas por una sensacionalmente frívola Chloë Sevigny –quien debutara en la actuación con la fantástica Kids de Larry Clark– y una verosímil y víctima Kristen Stewart, quienes se complementan formidablemente en este biopic que da un hachazo al patriarcado.