A Media Voz: Los inquebrantables lazos de la amistad
A media voz
Cartelera España 18 de diciembre
Título original
- A media voz aka
- Año
- 2019
- Duración
- 80 min.
- País
- Cuba
- Dirección
- Guion
-
Heidi Hassan, Patricia Pérez Fernández
- Fotografía
-
Heidi Hassan, Patricia Pérez Fernández, Joakim Chardonnens, Lucía C. Pan, Blaise Villars, Almudena Sánchez, David Rodríguez Alfonso
- Reparto
-
Documental, (intervenciones de: Heidi Hassan, Patricia Pérez Fernández)
- Productora
- Co-production Cuba-España-Francia-Suiza;
Matriuska Producciones, Perspective Films, La 5ª Avenida Producciones, PCT Cinéma & Télévision S.A
- Género
- Documental | Maternidad
- Sinopsis
- Dos mujeres de 40 años, Patricia y Heidi, amigas de la infancia que crecieron en Cuba y que fueron a la academia de cine de La Habana, mucho tiempo después, afrontando los retos de la emigración, intentan reconstruirse lejos de Cuba. A través de la correspondencia audiovisual entre ambas, se articula el diálogo de este documental auto-etnográfico que muestra dos historias en las que identidad, maternidad y creación se entrecruzan y se impulsan mutuamente.
- Distribuidora: Elamedia
- CRÍTICA DE SANDRA P. MEDINA
El pasado 18 de diciembre se estrenó en España, el cautivador documental, A media voz (2019) de las cineastas cubanas Heidi Hassan y Patricia Pérez, que compite en la sección de documentales del Festival de Málaga.
El documental inicia con una voz en off que dice “una imagen que te hable de mí” mientras contemplamos una serie de fotogramas distorsionados que se transforman en planos generales de una noche lluviosa que se contrastan con la inmensidad del mar, un bellísimo abrebocas que nos interna en las confesiones de dos mujeres que tuvieron que emigrar de su natal Cuba a tierras ajenas a sus costumbres: Suiza, Francia, España y Ámsterdam.
Heidi y Patricia se conocieron desde niñas, y a partir de ese momento nació una amistad que se convirtió en un apoyo incondicional para las dos, pero lo que más las unió fue su pasión por el cine y la realización audiovisual, que cultivaron cuando ingresaron a estudiar Cine y Televisión en San Antonio de los Baños, en Cuba.
Sin embargo, su amistad se vio interrumpida en el momento en que Patricia viajó a Ámsterdam para representar el nuevo cine cubano, con los cortos que ellas habían realizado.
De una manera íntima, poética y experimental, Patricia y Heidi recopilan imágenes de su vida y reencuentro por medio de la correspondencia audiovisual. Un documental auto-etnográfico, que recrea a través de una inmaculada fotografía y una exquisita narrativa, la experiencia de dos mujeres, que a pesar de haber abandonado su país a los 24 años, siguen atadas a sus raíces, y que en esa intensa búsqueda de identidad, satisfacción personal y profesional, tuvieron que confrontarse a diversas vicisitudes de la vida.
Heidi en Ginebra, un mundo extraño con otro idioma, donde la calidez cubana se ve ensombrecida por la racionalidad europea, por medio de imágenes que se congelan, como una manera de demostrarnos que uno jamás se desprende de su pasado.
Patricia, por su parte, nos resulta una aventurera, una mujer guerrera que se codeó con infinidad de trabajos desde niñera hasta vendedora ambulante de mojitos, dejando una huella de su Cuba en cada rincón de Europa que descubrió.
Todo ese trayecto se convirtió para Patricia en un complejo recorrido, tal vez por eso encontré su experiencia más interesante y enriquecedora, y porque de cierta manera me identifiqué con algunos aspectos de su carácter, ya que en el momento que empecé a ver el documental sentí que parte de mí (y creo que le puede ocurrir a muchos espectadores) estaba plasmado, en esas imágenes en las que se destaca la maestría de Heidi como directora de fotografía.
Dos mujeres que a sus 40 años sienten la necesidad de cuestionar su vida, desde sus orígenes hasta esa confrontación personal en que llega esa pregunta que todos nos hacemos en algún momento ¿Hace cuánto no haces aquello que te produce felicidad? Y la respuesta a veces se nos escapa de las manos porque en ese viaje, tanto para Heidi como para Patricia se ha debatido entre la realización profesional y personal, en el caso de ellas, la maternidad, que hace parte de uno de los fragmentos más emotivos y dolorosos del documental.
A media voz, es un manifiesto que nos inspira, que nos motiva a hacer frente a los obstáculos en la vida, un precioso homenaje a la amistad, y un impactante llamado de atención a que debemos ser leales a nuestros sueños porque la vida se nos pasa en un suspiro, y lo único que nos queda es ese amor por una profesión, una vocación, una pasión, en este caso algo tan mágico como es el cine.
Un documental que nos sacude, nos despierta de la manera más entrañable y vibrante, y que gracias al talento y sensibilidad de estas inmensas cineastas, obtuvo el Premio a Mejor Largometraje en la 32 edición del IDFA.
Un estupendo documento audiovisual con un montaje elaborado de una manera extraordinaria y meticulosa, que no se debe dejar pasar por alto, ya que deja en evidencia que el cine, es un grandioso medio para confrontarnos con nosotros mismos.