Su mejor historia: La Guionista
Durante la Segunda Guerra Mundial, entre bombardeos, destrucción y los horrores de la guerra, las naciones de Francia y Reino Unido consiguieron seguir haciendo películas. De este asombroso hecho, surgieron algunas de las conocidas películas de propaganda.
Drama | 117 min. | Reino Unido 2017
Título: Su mejor historia.
Título original: Their Finest.
Director: Lone Scherfig.
Guión: Gaby Chiappe (Novela: Lissa Evans).
Actores: Gemma Arterton, Sam Claflin, Jack Huston, Bill Nighy.
Estreno en España: 14/07/2017
Productora: BBC Films / Number 9 Films / Wildgaze Films.
Distribuidora: A Contracorriente Films
Sinopsis
En pleno Londres de la Segunda Guerra Mundial, Catrin Cole (Gemma Arterton) es contratada como guionista, con el fin de darle un toque femenino a los diálogos, en una película de propaganda para levantar la moral y llegar al corazón de una nación desalentada. Su talento natural no pasará desapercibido y ella aprenderá rápidamente los trucos del cine y sobrevivirá en una industria dominada por hombres.
Crítica
Durante la Segunda Guerra Mundial, entre bombardeos, destrucción y los horrores de la guerra, las naciones de Francia y Reino Unido consiguieron seguir haciendo películas. De este asombroso hecho, surgieron algunas de las conocidas películas de propaganda. La fascinación del proceso de hacer películas se ha explorado de diferentes maneras, pero pocas reconocen la importancia del cine como herramienta de influencia, instrumento defensor de ideas y portador de sentimientos que, en este caso en concreto, tendrá el objetivo de levantar la moral de la atormentada población británica.
A diferencia del resto de películas que nos hablan de la guerra, esta no se regodea en la desgracia.
A diferencia del resto de películas que nos hablan de la guerra, esta no se regodea en la desgracia, no llena la pantalla de bombardeos y sangre. Nos describe una de las características más admirables de la población durante un conflicto bélico y nos enseña cómo la población civil debe seguir con su vida cotidiana a pesar de las terribles circunstancias que están viviendo. Al no centrarse en los soldados, nos transmite que la heroicidad no está exclusivamente en los combatientes, sino muy frecuentemente en las ciudades, en la vida de los ciudadanos y como se ayudan entre ellos.
Nuestros protagonistas son los guionistas encargados de conseguir este intimidante reto, quienes ven en la Operación Dinamo, también conocida como el milagro de Dunkirk, el mayor rescate militar de la historia, la inspiración necesaria. Delante del sencillo esquema de la estructura dramática, nuestros guionistas cantan victoria antes de tiempo con un “ahora sólo es llenar los huecos”. ¡Qué fácil parece! El propio film hace que parezca tarea fácil, ya que brilla con agudos e ingeniosos diálogos.
Precisamente son los ocurrentes diálogos los que asegurarán la contratación de la protagonista, Catrin Cole, quién inicialmente será escogida para escribir “the slop”, término despectivo para los diálogos de mujeres en el guión. Pero su talento demostrará que vale para mucho más, mientras se abre camino en la industria cinematográfica. Comentar que en el momento en que la protagonista es contratada, se le dice que “por supuesto” cobrará menos que sus compañeros hombres. Esto ya ha cambiado, ahora ya ni se avisa. El film muestra el activo papel de la mujer en la Segunda Guerra Mundial. El impacto del conflicto involucró a una escala sin precedentes el rol de la mujer, con todos los hombres jóvenes fuera luchando, surgieron oportunidades laborales que nunca se hubiesen planteado, demostrando que no carecían de talento, solo de la oportunidad de demostrarlo.
La directora Lone Scherfig, conocida sobre todo por la magnífica An Education (2009), narra el film escribiendo una carta de amor al cine de la época, apreciable de principio a fin, incluso en deliciosos detalles como la tipografía y el estilo de los créditos. La película nos enseña los encantadores trucos del cine, mostrándolos sin vergüenza en las escenas en las que se rueda la película de propaganda: pintado sobre cristal, hay una gran cantidad de tropas dibujadas, demostrando la importancia de la edición y como se crea la ilusión de presencia física. Además, el director de la película de propaganda es un realizador de documentales, un guiño al trabajo de Humphrey Jennings.
La película es, en cierto sentido, académicamente clásica, pero rompe con ese esquema porque no es lo previsible que puede parecer. La puesta en escena es muy elegante, y su reparto es impecable, sobresaliendo hasta robar protagonismo al resto, Bill Nighy, en su papel de veterano actor al que solo le queda como activo su propio ego. En esta bien orquestada película, el drama y la comedia se entremezclan de manera cautivadora. Una cuidadosa escena que describe y resume la intención del film nos enseña a la protagonista de camino a casa y fijando su mirada en una tienda destrozada por los bombardeos, envuelta en un ambiente lleno del polvo de las ruinas y donde parecen intuirse figuras humanas. Al fijarse en el lugar, observa que son maniquíes y no personas, y ríe relajada después de un instante de terror... hasta que se da cuenta de que una de las figuras no es un maniquí, sino una joven
Un encantador film que nos transmite, incluso explícitamente, que el cine es la vida sin los momentos aburridos, vida que debería ser celebrada incluso cuando parece que todo carece de sentido.