CRÍTICA DE CINE

La Memoria De Un Asesino: convencionalismo efímero

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La memoria de un asesino

Próximos estrenos España 22 de julio

Título original

Memory
Año
Duración
114 min.
País
 Estados Unidos
Dirección

Martin Campbell

Guion

Dario Scardapane, Carl Joos, Erik Van Looy. Libro: Jef Geeraerts

Música

Rupert Parkes

Fotografía

David Tattersall

Reparto

Liam NeesonGuy PearceMonica BellucciTaj AtwalHarold TorresRay FearonRay StevensonLouis MandylorStella StockerLee BoardmanAntonio JaramilloRebecca CalderKate Nichols, ver 11 más

Productora

Black Bear Pictures, Welle Entertainment, Arthur Sarkissian Productions, Camera Hogs, Signature Pictures. Distribuidora: STX International

Género
Thriller | Remake
Sinopsis
Un asesino a sueldo descubre que se ha convertido en un objetivo después de que se niega a completar un trabajo para una peligrosa organización criminal... Remake de la película belga "De zaak alzheimer".
 
CRÍTICA

En esta batería amplia de películas de acción que ha encasillado a Liam Neeson como un icono del género durante estos últimos 15 años, La memoria de un asesino presenta la particularidad de proporcionar al actor un personaje crepuscular como senil asesino a sueldo que padece de alzhéimer.

Viejo, cansado y enfermo, el taciturno antihéroe aún tiene algo de energía para llevar a cabo sus operaciones en este remake de la cinta belga La memoria del asesino (Erik Van Looy, 2003), que traslada su ubicación de Amberes a la zona transfronteriza de Texas, para intensificar aún más ese aire de ocaso en un clima árido propio de un western.

La película abre una veda temática atractiva con el elemento de la enfermedad, con la que podría aportar otra mirada a la figura del asesino, pero ante todo es un thriller y prefiere primar la acción por encima del estudio del personaje, conformándose con ser una película más del género, sin demasiadas sorpresas. Y es que resulta decepcionante notar cómo se introducen asuntos relevantes como el abuso infantil o la habitual doble moralidad respecto a esta clase de tipos, sangrientos, fríos, pero con apuntes de nobleza, y no se incide en una vertiente más humanista en su tratamiento, la cual dotaría de complejidad psicológica y entidad a una obra que no sobrepasa la corrección y la impersonalidad.

Esto, además, justificaría sus casi dos horas de duración, indudablemente alargada para lo que cuenta y provocando que el interés disminuya en más de una ocasión.

Si La mente de un asesino, pese a su piloto automático, consigue mantenerse en unos estándares decentes es gracias a tener a un director de dilatada experiencia en el género como Martin Campbell, evitando una factura torpe, manque la puesta en escena sea muy convencional. Campbell, en su solvencia, evidencia pereza al desproveer el film de set pieces  memorables, a diferencia de lo que ha llegado a filmar para la saga Bond –Goldeneye (1995) y Casino Royale (2006)- o el díptico de El Zorro.

Una colección de ideas e ingredientes competentes ejecutados formulaicamente, haciendo de ella una obra que no perdurará en el recuerdo del público general ni, probablemente, tampoco en el de los adeptos.