Normal People: Dos piezas de un puzzle jugando al escondite
Normal People (Miniserie de TV)
- Normal People
- Año
- 2020
- Duración
- 25 min.
- País
- Irlanda
- Dirección
- Guion
-
Sally Rooney, Alice Birch, Mark O'Rowe. Novela: Sally Rooney
- Fotografía
-
Suzie Lavelle, Kate McCullough
- Reparto
- Productora
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Element Pictures. Distribuidora: BBC, Hulu
- Género
- Serie de TV. Romance. Drama | Drama romántico. Crisis económica 2008. Miniserie de TV
- Sinopsis
- Miniserie de TV (2020). 12 episodios. Marianne (Daisy Edgar-Jones) y Connell (Paul Mescal) son dos jóvenes que intentan madurar en la Irlanda sumergida por la crisis financiera del 2008. Adaptación de la novela de Sally Rooney, definida por The New York Times como la primera gran escritora 'millennial'.
- CRÍTICA DE ÁLVARO DIONISIO
Normal People, la serie dirigida por Lenny Abrahamson y Hettie MacDonald, adaptación de la novela de Sally Rooney, nos relata las idas y venidas de dos jóvenes de un pueblo irlandés, Connell Waldron y Marianne Sheridan, quienes se conocen por el instituto. Ambos se enamoran y viven una auténtica montaña rusa de emociones durante sus últimos años en la escuela y su etapa universitaria.
Nunca he sido partidario del amor idílico que presentan, la mayoría de veces, el cine y la televisión. Por ende, tampoco suelo ver comedias románticas con finales felices que suceden en Nueva York o en Paris en las que, como mínimo, hay una escena en la que la pareja pasea por un parque y otra en la que él le propone matrimonio con un flash mob excesivamente preparado lleno de mariachis y de grafiteros y oficinistas de Wall Street haciendo piruetas con una fuente de fondo. Las veo muy decoradas y completamente vacías. Pero con Normal People todo es diferente.
Connell y Marianne nos presentan una historia de amor real y actual. Ambos tienen problemas personales, tienen metas individuales a cumplir, tienen defectos como la falta de comunicación o la baja autoestima, se preocupan por problemas inexistentes, le dan importancia a cosas que, a la larga, tampoco importaban tanto; cambian conforme pasa el tiempo, cometen errores garrafales, se arrepienten, aprenden de ellos pero se dejan llevar por el momento y vuelven a cometerlos. Todo esto no quita que también haya momentos de paz, estabilidad, equilibrio, amor, diversión y placer. Este es el tipo de romance ficticio que me pone la piel de gallina y me hace identificarme. El romance ficticio más realista y humano.
La atmósfera de Normal People es minimalista, profunda e intimista. Los primeros planos con desenfoque sitúan al espectador tan cerca de Connell y Marianne que casi se puede contar el número de pestañas que tienen. Las escenas de sexo muestran el desnudo físico más natural y sincero de la televisión hasta ahora, el resto de escenas muestran un desnudo emocional desgarrador por parte de los actores. El espectador no está viendo en una pantalla a Connell y Marianne. Está allí con ellos.
La conexión es de los protagonistas, Marianne y Connell, pero también de sus actores, Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal. Ambos son capaces de representar la complejidad de sus personajes a la perfección y la unión especial que tienen los dos, estén juntos o a kilómetros de distancia. Parece que se leen la mente, que hablan una misma lengua muerta que nadie más entiende y que realmente se conocen el uno al otro como la palma de sus manos. Es imposible imaginar otro Connell u otra Marianne.
La segunda vez que vi Normal People lo hice acompañado de mi madre. Ella se enfadaba constantemente con Connell y Marianne, ya que consideraba que estos se complicaban demasiado. “Todo es mucho más simple, si se quieren que se dejen de tonterías y que estén juntos”. No coincidí con lo que decía. La serie representa exactamente lo que es un amor joven en la actualidad. Nuestras generaciones Z y millennial tienen el internet y las redes sociales sugestionándonos y preocupándonos constantemente, e insensibilizando cualquier cosa. Tenemos infinitas posibilidades para conseguir nuestros objetivos. “Teniendo tantas experiencias a nuestro alcance, por muy fuerte que sea el amor, ¿Cómo nos vamos a limitar con una relación?”.
Somos los que quieren cambiar el mundo, vivir aventuras y ser independientes, aunque también somos los que complican las cosas sin necesidad y los que no aprecian verdaderamente el valor de lo que nos rodea. Los que, seguramente después del subidón frenético de la adolescencia, cuando todo esté más calmado, echarán en falta a ciertas personas y cosas a las que dijeron adiós por dos tonterías del momento y porque “había un poco de prisa”. Estará bien o estará mal, da igual, pero es la realidad de Normal People. Y la nuestra también.
Normal People me llegó en el momento más oportuno. Queda claro lo especial que tienen Connell y Marianne, a diferencia del resto de parejas de la televisión. No son uno, son dos personas distintas que se quieren pero, que si tienen que seguir caminos diferentes, lo harán, aunque se recuerden todos los días.
No hay un “para siempre” asegurado, sino miles de “espero volver a verte”. Como dijo alguien que conozco, “si una relación fuese tan simple, la historia acabaría ahí. No estaría tan emocionante y tan guay, ¿No?”.