Sin Olvido: Recorriendo el pasado
Sin olvido
- Tlmocnik aka
- Año
- 2018
- Duración
- 113 min.
- País
- Eslovaquia
- Dirección
- Guion
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Martin Sulík, Marek Lescák
- Música
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Vladimír Godár
- Fotografía
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Martín Strba
- Reparto
- Productora
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Coproducción Eslovaquia-República Checa-Austria; Titanic s.r.o, In Film Praha, Ceská Televize, Coop 99, ORF Film/Fernseh-Abkommen, RTVS
- Género
- Drama | Holocausto. Nazismo. Vejez
- Sinopsis
- Ali Ungar, de 80 años, encuentra un libro de un exoficial de las SS que describe sus actividades en Eslovaquia durante la guerra y se da cuenta de que sus padres fueron ejecutados por él. Saldrá a buscar venganza, pero encuentra solo a su hijo Georg, un jubilado vividor que se ha distanciado del pasado de su padre. Pero la visita de Ali despierta su interés, y los dos hombres emprenden un viaje a través de Eslovaquia en busca de testigos supervivientes de la tragedia y descubrirán profundos conflictos no resueltos.
- CRÍTICA DE VICENTE I. SÁNCHEZ
“Sin olvido” propone un viaje por Eslovaquia recorriendo algunos de los lugares en los que los Nazis perpetraron sus matanzas. Mezclando elementos entre la road y la buddy movie, la cinta reflexiona sobre los horrores del Holocausto al tiempo que presenta una emotiva historia de amistad entre el hijo de un sanguinario soldado nazi y el descendiente judío de una de sus victimas. Una amistad de entrada imposible pero que termina convenciendo y llenando de humanidad cada plano de la historia. Juntos emprenderán un viaje que les ayudará a conocerse y a cerrar viejas heridas del pasado. Todo esto gracias al trabajo formidable de Peter Simonischek (Toni Erdman) y Jirí Menzel (Un verano caprichoso).
El veterano Martin Sulik, muy conocido entre los cinéfilos por “El jardín”, dirige en esta ocasión una cinta muy interesante sobre los errores del pasado y la superación de traumas. La mayor parte de la cinta presenta un estilo depurado y seguro aunque con una cierta tendencia hacia la grandilocuencia. Algo que no impide que “Sin olvido” tenga algunos de los momentos más poéticos y emotivos de lo que va de 2020. Sulik filma a sus personajes con sinceridad y valentía y ofrece una mirada muy interesante de Eslovaquia convirtiéndola en un personaje mas.
No obstante, si tuviera que quedarme con un solo elemento de “Sin olvido” sería su potente guion, escrito junto a Marek Lecak. Durante sus primeros 60 minutos la cinta nos ofrece un análisis muy inteligente de los horrores del nazismo y de la intolerancia religiosa. Es muy interesante recorrer los pequeños pueblos de Eslovaquia (en clara metáfora de todo Occidente) y comprobar como el fanatismo y las muertes han ido olvidándose a favor de la comida rápida, el internet y los grandes centros comerciales. Los protagonistas irán descubriendo como pertenecen a un mundo que prácticamente ya no se acuerda de ellos, donde las fosas comunes son prácticamente equiparables a los restos arqueológicos de los dinosaurios. Restos de un pasado muy remoto que ya casi nadie recuerda y casi entronca con la ciencia ficción. Y como se suele decir, hay que recordar los errores del pasado para no repetirlos. En cualquier caso la cinta abre opciones a curar las heridas del pasado y a las segundas oportunidades.
Desgraciadamente el director eslovaco parece no querer conformarse con haber construido una buena historia y en los últimos compases ofrece un giro de guion totalmente absurdo e innecesario. Es un patinazo tan grande que pone en peligro el conjunto de la película convirtiéndola en una especie de parodia de si misma. Si a esto le sumamos un constante exceso de sentimentalismo y de grandilocuencia, el resultado final es bastante peor de lo que esperaba en sus primeros minutos. Es todo un ejemplo de como un mal final puede arruinar casi al completo noventa minutos de buenas sensaciones.
Dejando a un lado la conclusión de la cinta, “Sin olvido” es una cinta bastante disfrutable y que se presenta como una de las candidatas de este año para al Oscar a mejor película extranjera.