Padre no hay más que uno 3: Un ángel de la guarda que no se estrella
Padre no hay más que uno 3
Próximos estrenos España 14 de julio
Título original
- Padre no hay más que uno 3
- Año
- 2022
- Duración
- 99 min.
- País
- España
- Dirección
- Guion
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Marta González de Vega, Santiago Segura. Idea: Mariano Vera
- Música
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Roque Baños
- Fotografía
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Ángel Iguacel
- Reparto
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Santiago Segura, Toni Acosta, Martina D'Antiochia, Calma Segura, Luna Fulgencio, Carlos González Morollón, Sirena Segura, Luna Lopez, Candela Haro, Wendy Ramos, Diego Arroba "El Cejas", Carlos Iglesias, Silvia Abril, ver 4 más
- Productora
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Bowfinger International Pictures, Atresmedia Cine, Sony Pictures Entertainment (SPE), Amazon Prime Video
- Género
- Comedia | Secuela. Familia. Navidad
- Sinopsis
- Se acercan las Navidades. Los niños rompen accidentalmente una figurilla del Belén de colección de su padre y deben conseguir por todos los medios una igual, el problema es que es una pieza única de anticuario. Sara, la hija mayor rompe con su novio, Ocho, que intentará recuperar sus favores con la ayuda de su suegro, Javier. Precisamente el suegro de Javier, el padre de Marisa, será acogido en la casa familiar para pasar las fiestas tras su reciente separación, lo cual no dejará indiferente a la madre de Javier, Milagros. Rocío, la folclórica de la familia, que hacía de Virgen desde hace varias Navidades, es relegada este año a hacer de pastorcilla, algo que su padre, Javier, no está dispuesto a asumir.
- CRÍTICA
A estas alturas nadie pone en duda el imán para la taquilla que es Santiago Segura, tanto como actor protagonista como director, y una buena prueba de ello es la salvación que supuso Padre no hay más que uno 2 para la cuota del cine español en 2020. Sus casi 13 millones de euros de recaudación compensaron las críticas cifras de otros estrenos patrios que pincharon en el momento álgido de un período pandémico que ha transformado los hábitos de ocio de los espectadores. Los números generales continúan siendo bajos en comparación con las mieles de antes de la pandemia, y parece ser que los repuntes vienen solamente por las películas-evento de las grandes sagas y franquicias.
Ante este duro panorama, Segura se erige como una de las pocas figuras autóctonas fiables a la hora de competir a nivel económico, a través de un cine de fórmula, evasión y de público amplio, ya sea desde la popularidad de Torrente o de su actual faceta en películas familiares. A un éxito no se le da la espalda, a dos seguidos aún menos, de modo que resulta totalmente lógico que una tercera entrega de la saga estuviera al caer.
Sin cambiar nada de su ecuación (¿para qué innovar si el favor del público ya está ganado?), Padre no hay más que uno 3 vuelve a moverse en esos terrenos clásicos de comedia familiar a la americana, en un entorno despojado de idiosincrasia –con una mayoría de personajes, tramas y bromas que bien podrían suceder en cualquier país occidental-, y alejado de lo estándar de la sociedad española, cumpliendo a rajatabla con esos cánones de la industria hegemónica yanqui.
La desposesión de identidad sigue siendo palmaria, pero en esta ocasión Segura intenta arraigarse algo más a la tradición cómica española que tanto venera, invocando directamente a títulos esenciales como La gran familia (Fernando Palacios, Rafael J. Salvia, 1962) o teniendo unos segundos para el cameo televisivo de Antonio Resines, quien era la propuesta original para interpretar al personaje que al final ha encarnado Carlos Iglesias, el abuelo.
Es en estos breves guiños donde crece el valor básico de un tercer capítulo que logra superar los fallos de la predecesora entrega al ofrecer un libreto algo más sólido en el desarrollo de sus múltiples tramas. En algunos momentos siguen existiendo saltos de fe, pero como mínimo cierra mejor un conjunto que, evidentemente, presenta signos de descompensación, como es la subtrama de Loles León e Iglesias, que bien merecerían un film para ellos solos, deviniendo una línea más pobre de lo que cabía esperar.
Los interesados o fans no sufrirán, porque la película estira el chicle de los clichés y el histrionismo de algunos personajes siguen allí. Unos personajes que tampoco han evolucionado especialmente, ya que el protagonista repite algunos patrones de metomentodo controlador que parecían ya superados. Lo que tampoco ha cambiado es la irregularidad del reparto, en la que sobresalen Iglesias y León, pero también una Luna Fulgencio que vuelve a brillar como la verdadera robaescenas de la saga con su Rocío, demostrando un digno control de los registros para su edad.
Padre no hay más que uno 3 será otro peldaño más (uno aceptable) en las aportaciones de Segura a un cine comercial español rentable y de masas, dinamizador del sector y necesario también para normalizar la cinematografía nacional en todas sus vertientes y caras. No obstante, deseamos que el madrileño por un largo tiempo aparque el piloto automático de sus andanzas familiares -tanto en esta saga como en la floja A todo tren, para la que se espera secuela el año que viene-, y regrese a otro tipo de historias, de aura más negra y con más trazas autorales, como las que tenía Torrente, el brazo tonto de la ley (1998). Algo más gamberro, pero manteniendo el irrefutable pulso cómico del director (que en Padre no hay más que uno 3, a su manera, existe), solo que conjugado con las sensibilidades del presente y absteniéndose de castings de lolitas.