Para Sama

“Para Sama” es uno de los documentales más duros y terribles que se han grabado sobre el horror de la guerra. Y lo es porque Waad al-Kateab y Edward Watts nos muestran la guerra civil siria sin ningún tipo de complejo o censura. Pocas veces la muerte y la sangre han tenido tanta presencia en pantalla.

Nos encontramos ante una historia desgarradora que nos cuenta los días más duros que vivió Alepo durante la guerra. La ciudad fue duramente bombardeada durante meses y posteriormente sitiada por el ejercito Sirio y Ruso. Durante todos esos días la periodista Waad al-Kateab grabó junto a su familia los horrores y muertos que fueron dejando el conflicto. Una visión persistente y valiente que no duda en filmar todo aquello que sucede delante de ella.

No obstante “Para Sama” es también la historia de un medico y una periodista que acaban de tener una hija y tratan de salir adelante en una ciudad llena de muerte y destrucción. De este modo el documental va de lo general a lo concreto para acabar centrándose en los horrores cotidianos de un matrimonio que trata de sobrevivir en una ciudad llena de muerte y ruinas.

 Uno de los puntos más importantes de la cinta es la mirada desinhibida y valiente de Waad al-Kateab. Una joven que ha grabado durante años el conflicto y que no siente ningún tipo de pudor a la hora de mostrar los horrores de los bombardeos y del hambre. Es en este punto donde “Para Sama” transgrede todos los límites del audiovisual al mostrar algunas escenas de una dureza y violencia inusual. Imágenes que nadie se atreve a mostrar y que en la cinta acaban formando un mural del horror que definen con precisión hasta que punto la violencia puede ser terrorífica.
Una decisión valiente pero que sugiere numerosas preguntas éticas. ¿Es correcto mostrar todo el horror de la guerra o debe censurarse?, ¿Es mejor saber o intuir?, ¿utiliza la muerte para generar espectáculo?

Son muchas las escenas atroces y violentas que pasarán por pantalla, pero merece especial importancia destacar la secuencia en la que una embaraza herida por un bombardeo es intervenida de urgencia con una cesárea. Veremos con todo tipo de precisión como nace el bebe muerto y como los médicos tratan de reanimarlo durante minutos. Se trata de una de las secuencias más impactantes que se han grabado en mucho tiempo y con una de las conclusiones más poderosas que recuerdo.

Pero “Para Sama” no solo muestra la guerra, sino también el amor y la vida.  Waad al-Kateab y su marido vivirán momentos felices incluso en los peores momentos de la guerra. Es por ello que la cinta acaba convirtiéndose en un canto a la vida y a la esperanza. Del horror de la guerra pasaremos al día a día de una familia que tiene que convivir con la guerra.

Cabe preguntarse en ocasiones sobre el valor de algunas imágenes y sobre la perspectiva excesivamente partidista y política que toma la cinta. No hay debate y tampoco una visión más amplia del conflicto.  Debate que no impide que “Para Sama” sea una de las propuestas más sugerentes de esta temporada.