People that are not me: Obsesión en Tel Aviv
Premio Talents en el recién finalizado Festival de Cine de Autor (D’A 2017) de Barcelona, 'People that are not me', de Hadas Ben Aroya, fue reconocida por el Jurado de dicho Festival por "la capacidad de la directora de estar delante y detrás de la cámara, con una frescura y libertad que se transmite a los espectadores".
PEOPLE THAT ARE NOT ME Drama | 80 min | Israel 2016
Título: People that are not me
Título original: Anashim Shehem Lo Ani
Director: Hadas Ben Aroya Guión: Hadas Ben Aroya
Intérpretes: Yonatan Bar-Or, Hadas Ben Aroya, Netzer Charitt, Meir Toledano
Estreno en España: 03/05/2017
Producida por: Hadas Ben Aroya
Distribuidora: Film Republic
SINOPSIS Desde la súplica en forma de video al ex, la vida de Joy es un pequeño desastre. Con sus cascos morados a modo de escudo, retrata la búsqueda de cualquier joven hambriento de comunicación e intimidad.
CRÍTICA: Ópera Prima de Hadas Ben Aroya, dirige, escribe y protagoniza la sorpresa del Festival de Cine de Mar del Plata, People that are not me, que se alzó con el con el Astor de Oro a la Mejor Película de la Competencia Internacional. Además, es la reciente ganadora del Premio Talents del Festival D’A.
Durante el ineficaz desquite de su ex, Joy (Hadas Ben Aroya) irá lo más lejos que la tecnología se lo permita para encontrarse a sí misma. Entre chafardeo de Tinder y Youtube, encuentra a un moderno disfrazado de intelectual (Yonatan Bar-Or), con el que compartirá diálogos informales y desconcertantes momentos íntimos. La película desprende sencillez mientras el espectador se ríe con y de la vida rutinaria de la protagonista. Es ahí donde permanece el potencial de la obra, en no buscarle pretensiones.
El montaje, realizado por su compañero de universidad Or Lee-Tal, juega sin prisa; combina primeros planos, centrándose en la protagonista (me), y aleja la cámara para hacer al público un observador más (people) en la ciudad o en la disco. Al exhibirse física y emocionalmente, la comparación de Hadas Ben Aroya con Lena Dunham se hace casi inevitable. Ambas describen la mezcla de miedo y anhelo en la intimidad y la comunicación, mientras muestran en sus obras la falta de necesidad de mensaje específico o lección concreta. De igual modo que la vida, el final está por escribir.