Mi perfecta hermana: Cuando comer duele
Misterios de la distribución aparte, que la han llevado a saltar dos o tres veces de fecha de estreno, vamos a recomendar de forma encarecida esta película pequeña en cuanto a presupuesto pero grande en cuanto a contenidos.
Título: Mi perfecta hermana.
Título original: My Skinny Sister.
Director: Sanna Lenken.
Guión: Sanna Lenken.
Actores: Rebecka Josephson, Amy Diamond, Annika Hallin, Henrik Norlén.
Estreno en España: 17/06/2016
Productora: ARTE / Film i Väst
Distribuidora: Splendor Films.
Sinopsis
En el umbral de ese mundo fascinante que es la adolescencia, Stella descubre que su hermana mayor Katja, a la que admira enormente, oculta un trastorno alimentario. Poco a poco la enfermedad va desgarrando a la familia.
Crítica
De entrada no deja de ser sorprendente el título que se le ha dado en Argentina a esta coproducción sueco-alemana. El título original (Min lilla syster) se podría traducir como Mi hermana flaca, pero puestos a inventar no entendemos cómo se ha cambiado el género y no se estrena como La hija perfecta. Pero bueno, misterios de la distribución aparte, vamos a recomendar de forma encarecida esta película pequeña en cuanto a presupuesto pero grande en cuanto a contenidos.
¿Quién no ha tenido alguna vez en su infancia un espejo en quien reflejarse? Un hermano, un tío, un amigo, un maestro…cualquiera que nos impresionara y a quien querríamos parecernos imitando todos sus movimientos. Pues eso es lo que le ocurre a Stella con su hermana mayor Katja.
Katja es una auténtica virtuosa del patinaje sobre hielo. Pero no sólo eso: es guapa, simpática, atlética y una auténtica triunfadora en la vida. Su hermana pequeña la admira e intenta emularla todo lo que puede y más. Pero como no todo pueden ser alegrías en esta vida, el mundo de Stella se derrumbará por completo cuando descubra que su hermana oculta un secreto inconfesable.
¿Quién no ha tenido alguna vez en su infancia un espejo en quien reflejarse?.
A partir de entonces la a priori inquebrantable felicidad de la niñez se irá tiñendo de tristeza y drama, sobre todo cuando se vea obligada a tomar una decisión importante que le hará madurar de golpe. Mi perfecta hermana (2015) nos habla de la problemática de la anorexia, esa enfermedad de la que casi no se habla en el cine y que por desgracia afecta a muchas más chicas de las que creemos.
Aquí se incide sobremanera en la presión acuciante por alcanzar el éxito deportivo.
Aunque existen muchos factores socioculturales que pueden desencadenar este tipo de trastorno, aquí se incide sobremanera en la presión acuciante por alcanzar el éxito deportivo. Todo se precipita por la obsesión de la perfección, y sin darse cuenta una de las dos protagonistas cae irremisiblemente en la falta de apetito y en la progresiva pérdida autoinducida de peso, acompañada por una distorsión de la imagen corporal.
La película acierta al plantear todo el desarrollo argumental desde el prisma de la más pequeña de la familia. Su inocencia truncada a golpes de realidad se plasma a la perfección en el rostro de Stella (impresionante debut de la joven actriz Rebecka Josephs, a quien auguramos un futuro en el mundo del cine más que prometedor).
Escenas como la de la celebración del cumpleaños interrumpido o toda la angustiosa secuencia que transcurre en la cabaña nos hacen entender que en ocasiones una mirada dice mucho más que mil palabras. De todas formas, si tuviéramos que poner una pega, esta sería la de que la directora, Sanna Lenken, nunca intenta hacernos comprender por lo que está pasando Katja. La película se centra en la familia y cómo viven la enfermedad de uno de sus miembros, que aparece en pantalla siempre agresiva y frágil.
Lenken ha confesado que ella misma sufrió anorexia en su época de adolescente, y ya había hablado sobre el tema en su anterior trabajo, el cortometraje Hora de comer (Ata lunch, 2013) donde narraba la media hora que tenían para comer cinco adolescentes bajo la supervisión del personal que trabaja en un centro especializado en trastornos alimentarios. Así que nadie más indicado para tratar un tema tan delicado.
El ritmo de la película mezcla momentos de delicadeza y sutileza extrema (esos bellos ejercicios acompasados de patinaje sobre hielo) con brotes de violencia contenida (los ya mencionados encuentros familiares en los que la tensión se dispara).
En medio, también hallaremos algunas subtramas curiosas, como lo son esos amigos de Stella que se dedican a fumar y beber cerveza a una temprana edad o la inocente historia de iniciación amorosa de la heroína de la función, que resulta el único punto un tanto divertido y tierno del que agarrarse.