Power Rangers: It´s reboot time!
En un tiempo donde la “sagamanía” y la búsqueda de antiguos éxitos para su relanzamiento dominan el panorama de Hollywood, las productoras buscan material que cuente con legiones de fans dispuestos a pagar por la revitalización de sus iconos preferidos.
Ciencia Ficción | 123 min. | USA 2017
Título: Power Rangers.
Título original: Power Rangers.
Director: Dean Israelite.
Guión: John Gatins.
Actores: Dacre Montgomery, Naomi Scott, RJ Cyler, Ludi Lin.
Estreno en España: 07/04/2017
Productora: Lionsgate / Saban Entertainment
Distribuidora: eOne Films Spain.
Sinopsis
La película sigue a cinco ordinarios jóvenes en la preparatoria que tienen que convertirse en algo extraordinario cuando descubren que su modesto poblado de Angel Grove –y el resto del mundo– está al borde de la aniquilación por una amenaza alienígena. Elegidos por el destino, nuestros héroes descubren rápidamente que son los únicos que pueden salvar al planeta. Pero para lograrlo tendrán que superar problemas de la vida real y unirse como los Power Rangers antes de que sea demasiado tarde.
Crítica
En un tiempo donde la “sagamanía” y la búsqueda de antiguos éxitos para su relanzamiento dominan el panorama de Hollywood, las productoras buscan material que cuente con legiones de fans dispuestos a pagar por la revitalización de sus iconos preferidos. Esto se combina, además, con un fenómeno más reciente inaugurado por Disney, como es el de los universos compartidos, y da lugar a muchos de los blockbusters que inundan nuestras pantallas, los cuales intentan ser la primera piedra para otro nuevo universo cinematográfico.
La nueva adaptación de Power Rangers ha elegido apuntar al target masivo tradicional, niños y jóvenes.
En este punto, la mencionada Disney tiene su Universo Marvel y Star Wars, Warner cuenta con DC, Fox, a sus mutantes. En esta vorágine de adaptaciones encaminadas a encontrar nuevas minas donde seguir extrayendo ingresos, Lionsgate ha encontrado una cuyo origen no es el mundo del cómic. Y en su interior hay, sencillamente, unas monedas de colores.
Buscando al gran público
En un tiempo en el que la calificación R se está poniendo de moda, la nueva adaptación de Power Rangers ha elegido apuntar al target masivo tradicional, niños y jóvenes, uniéndolo a una legión de personas adultas que se verán incluidos gracias a la nostalgia.
Nuevos superhéroes
Aunque los Rangers no son un equipo superheroico nacido en las páginas de un cómic de los 60, el largometraje se ha enganchado a la corriente reinante de Marvel en los cines, tomando prestados su modelo y tono para modernizar a sus protagonistas. El gran reto era, sin duda, dar un lavado de cara a un producto prejuzgado como material de serie B, con efectos especiales discutibles y tramas excesivamente ligeras y naif. Sin embargo, la línea que separaría esta modernización de la transformación sin sentido es delgada, y su director, Dean Israelite, se ha sabido mover sobre ella como un auténtico funambulista.
Esto, combinado con las referencias a la cultura popular y del blockbuster, acaba creando un producto que elimina ese aire añejo y menospreciado que poseía la serie.
Tres actos, un grupo
Power Rangers se toma en serio a sí misma, pero también sabe encontrar la ligereza cuando la situación lo requiere. El manejo de los tiempo en la construcción de la trama es el elemento que verdaderamente aporta esa condición de seriedad global. Realmente hay una presentación de personajes, cada uno posee una parte de metraje para generar esa empatía y comprensión de sus conflictos. Obviamente dichos conflictos no son grandes dramas, ni pretenden ser elevados a esa categoría. Son jóvenes de 17 años, pero cada uno de ellos representa hábilmente un espectro de la sociedad con el que muchas personas se sentirán identificados. La baza de la diversidad suma otro punto a favor de la búsqueda de ese target masivo. A esto hay que añadir una solvente interpretación de los cinco actores principales, además de las buenas y comprometidas actuaciones de Elizabeth Banks y Bryan Cranston.
Durante el metraje no se genera, en definitiva, la sensación de una historia acelerada para llegar a las espectaculares secuencias de acción. El verdadero conflicto se halla en la capacidad de estos jóvenes para relacionarse entre ellos, combinada con la trama de su archienemiga para añadir el componente de espectacularidad. Israelite y el resto del equipo han creado un producto que cumple sus objetivos y que dará a sus espectadores exactamente lo que esperan.