El Principito: La edad de la inocencia
Este fin de semana se estrena una nueva versión de uno de los cuentos más leídos de la literatura infantil francesa de todos los tiempos. Nos referimos a El Principito, obra con trasfondo moral que ya disfrutó de una adaptación en imagen real hace más de treinta años.
Título: El Principito.
Título original: Le Prtit Prince.
Director: Mark Osborne.
Guión: Irena Brignull (Novela: Antoine de Saint-Exupery).
Voces: Paul Rudd, Benicio del Toro, James Franco, Jeff Bridges.
Estreno en España: 09/09/2016
Productora: Onyx Films / Orange Studio
Distribuidora: Wanda Vision
Sinopsis
Para que todo salga bien en la prestigiosa Academia Werth, la pequeña y su madre se mudan a una casa nueva. La pequeña es muy seria y madura para su edad y planea estudiar durante las vacaciones siguiendo un estricto programa organizado por su madre; pero sus planes son perturbados por un vecino excéntrico y generoso. Él le enseña un mundo extraordinario en donde todo es posible. Un mundo en el que el Aviador se topó alguna vez con el misterioso Principito. Entonces comienza la aventura de la pequeña en el universo del Principito. Y así descubre nuevamente su infancia y comprenderá que sólo se ve bien con el corazón.
Crítica
Este fin de semana se estrena una nueva versión de uno de los cuentos más leídos de la literatura infantil francesa de todos los tiempos. Nos referimos a El Principito, obra con trasfondo moral que ya disfrutó de una adaptación en imagen real hace más de treinta años. En aquella ocasión el encargado de adaptar el clásico al celuloide fue el mítico cineasta Stanley Donen, contando entre el nutrido reparto que encabezó el cartel con grandes estrellas como Bob Fosse o el recientemente finado Gene Wilder.
Ahora nos llega la versión animada de la mano nada más y nada menos que de la poderosa productora Dreamworks, que en un intento podríamos tildar de medio suicida se atreve con un relato que puede ser de todo menos sencillo. Para llevar a buen puerto tan tremenda aventura se ha confiado en un director de intachable reputación en el estudio, el norteamericano Mark Osborne, firmante entre otros de trabajos tan elogiados como Kung Fu Panda o la más reciente Bob Esponja, la película. Osborne coge el toro por los cuernos (chiste fácil) y se aplica la tarea de convèncer tanto a grandes como pequeños y para ello se saca de la manga un truco que le funciona a las mil maravillas.
La idea es la de crear dos capas distintas en la misma película.
La idea es la de crear dos capas distintas en la misma película: animación tridimensional cuando la acción transcurre en el presente y dibujo animado más tradicional (dos dimensiones) cuando se refiere a los pasajes oníricos en los que se recrean escenas de la inmortal novela corta escrita por Antoine de Saint-Exupery y publicada a mediados del siglo XX. El experimento le funciona bastante bien durante la hora y tres cuartos de metraje, resultando cuanto menos muy curioso, aunque por desgracia el ritmo de la narración va decayendo a medida que avanza la trama cuando en teoría debería de haber sido todo lo contrario.
Se nota un gusto por el detalle que se agradece.
Se nota un gusto por el detalle que se agradece y además todo el trozo que transcurre en ese grisáceo planeta donde reina la más absoluta de las rutinas es simplemente sublime. Allí va a parar la protagonista tres haber dejado atrás una vida anclada a los deseos más esclavistes de los adultos, representados por una madre que cría a su hija a su modo y semejanza. Pero resulta que la niña (así se llama el personaje principal) se revelará antes u progenitora cuando conozca a un anciano vecino que le abrirá un mundo de imaginación ilimitada que hasta ahora se le tenia vetada.
Como suele ocurrir en este tipo de producciones, un montón de estrellones hollywoodienses han ofrecido sus poderoses voces para hacer más reconocible el producto. Así que quien quiera escuchar a Jeff Bridges, Rachel McAdams, Paul Rudd, James Franco, Benicio del Toro, Ricky Gervais o Paul Giamatti ya sabe lo que le toca, buscar alguna sala donde proyecten la película en su versión original (por supuesto tan solo en las grandes capitales españolas, y no en todas), y el resto se tendrá que conformar con escuchar las voces del artisterío patrio y con la música de Roko, que ha compuesto la canción con la que se cierra el film.
Apuntar también que la banda sonora ha sido compuesta por el maestro Hans Zimmer (quien ya había trabajado con Osborne en la citada Kung fu Panda), acompañado en algunos momentos del soundtrack por Richard Harvey, su más estrecho colaborador, y del cantante de blues Joann Le Blanc.
En definitiva estamos ante una película que no defrauda dado el cuidado y esmero que han puesto sus hacedores en ofrecer un acabado donde impera la corrección, aunque se eche en falta un poco más de riesgo formal y sobre todo un guion donde no se acuda tantas veces al vademécum de los films de animación de producción yanqui.