Regreso a Hope Gap: Flema Británica
Regreso a Hope Gap
Cartelera España 23 de octubre
Título original
- Hope Gap
- Año
- 2019
- Duración
- 100 min.
- País
- Reino Unido
- Dirección
- Guion
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William Nicholson
- Música
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Alex Heffes
- Fotografía
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Anna Valdez-Hanks
- Reparto
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Annette Bening, Bill Nighy, Aiysha Hart, Josh O'Connor, Nicholas Burns, Rose Keegan, Sally Rogers, Steven Pacey, Nicholas Blane, Derren Litten, Ryan McKen, Ninette Finch, Joel MacCormack, Anne Bryson, Finn Bennett, Tim Wildman, Jason Lines, Dawn Batty, Joe Citro, Dannielle Woodward
- Productora
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Immersiverse, Origin Pictures, Protagonist, Sampsonic Media. Distribuida por Screen Media Films
- Género
- Drama | Familia
- Sinopsis
- Edward toma la decisión de dejar a su mujer Grace tras 29 años de matrimonio. A partir de este momento, cada uno de ellos, a su manera, buscará la forma de rehacer su vida en un pequeño pueblo costero cerca de los acantilados de Hope Gap.
- Distribuidora: A Contracorriente Films
- CRÍTICA DE VICENTE I. SÁNCHEZ
Mi problema con “Regreso a Hope Gap” es que todo me ha resultado excesivamente irreal, pasando de sentimientos extrañamente desbordados a personajes que parecen robots carentes de emociones y vida. Hay demasiada flema británica en esta producción inglesa que busca reflexionar sobre el divorcio.
La película cuenta la historia de Edward y Grace. Un matrimonio que se rompe tras 29 anos de relación. A partir de ese momento, cada uno de ellos, buscará la forma de rehacer su vida y de afrontar la perdida y la felicidad.
William Nicholson (“A la luz del fuego”) adapta su obra de teatro “The Retreat from Moscow”, para ofrecernos un potente drama que busca reflexionar sobre la familia y el sentido de la vida. Se trata de un retrato sobre la ruptura y el divorcio mezclado con poesía, nihilismo y algún (dudoso) intento de comedia. El director inglés cimienta su propuesta sobre la tradición, el sentimiento religioso y los valores morales.
Más allá de eso, la verdadera fuerza de “Regreso a Hope Gap” radica en un gran reparto encabezado por Annette Bening y Bill Nighy. Dos actuaciones que posiblemente estén entre lo mejor del año y sean firmes candidatas para el Oscar.
Pero como indicaba anteriormente, son dos creaciones extrañas, muy frías, basadas en un guion (muy teatral) que no dejará a nadie indiferente. Por un lado, tenemos a Edwrard, un hombre gris, excesivamente sereno y racional, que durante toda la película parece dormido e incapaz de mostrar sus verdaderas emociones. En el lado opuesto tenemos a Grace, una mujer que se niega a aceptar el final de su matrimonio y que demuestra un comportamiento en ocasiones absurdo y excesivamente sentimental. Podrá gustar más o menos, pero es indudable que Annette Bening y Bill Nighy han logrado dos de las mejores actuaciones de sus carreas.
El resultado final es una extraña propuesta que puede gustar mucho o ser rechazada. Y esto se debe a que la cinta apuesta deliberadamente por el drama, rozando la tragedia, pero de una manera muy aséptica. Todo es excesivamente poético y sobrecargado, con demasiadas piruetas narrativas y frases grandilocuentes. Por ejemplo, es difícil de entender el comportamiento del hijo, interpretado por Josh o'Connor, cuando ante el posible suicido de su madre se limita a pedirle que la próxima vez que lo piense le avise.
Lo mejor de “Regreso a Hope Gap” es una espectacular fotografía de los exteriores de Seaford y Hope Gap, en Sussex. Un mundo idílico en el que iremos conociendo a unos personajes que bien podrían estar sacados de una tragedia griega. Finalmente la cinta prefiere adentrarse en el terreno de lo fangoso y de la lágrima fácil, convirtiendo la segunda parte en un drama que no acaba de conectar y funcionar. Y es una pena, porque si logramos olvidar todo este gusto por el barroquismo, Annette Bening y Bill Nighy nos ofrecen algunos de las escenas más intensas y bellas del año.