Retrato de una mujer en llamas: Orfeo y Eurídice
Título: Retrato de una mujer en llamas.
Título original: Portrait de la jeune fille en feu.
Dirección: Céline Sciamma.
Guión: Céline Sciamma.
Intérpretes: Adèle Haenel, Noémie Merlant, Luàna Bajrami, Valeria Golino.
Estreno: 18/10/2019
Productora: arte France Cinéma / Hold Up Films / Lilies Films.
Distribuidora: Karma Films.
Sinopsis
Nos encontramos en una isla aislada en Reino Unido a finales del siglo XVIII. Una experimentada, aunque joven artista recibe el encargo de pintar el retrato de boda de una mujer. El proceso servirá para que la directora trate de retratar "la presencia del amor pasado y la resonancia a largo plazo de este amor" dentro del corazón de cada espectador, con el objetivo de tratar de compensar lo que esta pérdida ha supuesto.
Crítica de Vicente I. Sánchez:
La directora Céline Sciamma ya había dejado claro tener un gran talento en sus dos anteriores películas, “Tomboy” y “Girlhood”. Un cine en defensa de los valores y problemas de la mujer y con un marcado estilo propio. “Retrato de una mujer en llamas” es la confirmación de que estamos ante una creadora única con un universo e intereses muy bien definidos. Nos encontramos ante una cinta que permanece en la memoria y con una belleza plástica espectacular.
Premio al Mejor Guion en la última edición del Festival de Cannes, “Retrato de una mujer en llamas” es una de las mejores películas del año. Una cinta redonda y hermosa que cuenta la relación que se establece en una isla francesa, a finales del siglo XVIII, entre una joven problemática que está a punto de casarse y una pintora que debe hacerle un retrato. La artista tendrá que pintarla a escondidas, ya que la joven se niega a ser retratada.
“Una trama con la que Céline Sciamma construye una potente historia de amor entre dos personas que no están destinadas a ser felices".
Una trama con la que Céline Sciamma construye una potente historia de amor entre dos personas que no están destinadas a ser felices. La pequeña isla francesa será el escenario en el que las protagonistas reflexionarán sobre los problemas de la mujer, la hipocresía y el nihilismo hacia el que se dirige la sociedad occidental. Es una película sobre mujeres, pero dirigida a todos aquellos que amamos el cine.
“Retrato de una mujer en llamas” nos recuerda al mejor cine de Terrence Malik y bebe de esa pequeña joya llamada “Call me by your name”. Sin embargo el estilo de Sciamma es difícilmente catalogable y acaba configurando una película extrañamente poética. La directora no oculta que estamos ante una revisión del mito clásico de Orfeo y Eurídice: Es una historia de amor que defiende la fuerza del recuerdo frente a la pasión que acaba fracasando: Orfeo al girarse a la salida del inframundo no pudo rescatar a Eurídice, prefiriendo el recuerdo poético de su amada. Algo muy parecido a lo que viven las protagonistas de esta cinta.
Adèle Haenel y Noémie Merlant construyen unos personajes sobre los que gira toda la historia. Son dos actrices que se complementan y transmiten mucha química y verdad. Sus miradas, conversaciones y besos desprenden un gran magnetismo y plasticidad. Una belleza que está muy presente en toda la historia gracias a una fotografía excepcional de Claire Mathon, con varias secuencias icónicas que en si mismas son una obra maestra. La música también es esencial a lo largo de la película, gracias a la composición de Jean-Baptiste de Laubier y Arthur Simonini.
No estamos ante a una película perfecta, pero está muy cerca de serlo. Quizás se pierda un poco en diálogos, símbolos y reflexiones. En ocasiones Sciamma aleja la mirada de sus protagonistas para compararlas, quizás en exceso, con el mito de Orfeo y Eurídice. Le sobra menos clasicismo y formalismo y le falta más pasión y erotismo. En cualquier caso esto no impide que estemos ante una película redonda y hermosa. Posiblemente una de las mejores de año, que puede mirar directamente a los ojos de cintas como “Joker” y Parásitos”.
Gran parte de esa fuerza se debe a una historia de amor que está cerca de la perfección. Gracias a ello tiene uno de los finales más bellos y sugerentes que recuerdo de los últimos años. Un plano secuencia que está destinado a permanecer en la historia del cine.