CRÍTICA DE CINE

Spoor (El Rastro): Perdida y no encontrada

Desde sus inicios como integrante de la nueva ola del cine polaco surgida en la década de 1970, Agnieszka Holland ha ahondado siempre en el lado íntimo del ser humano.

Drama | 128 min. | Polonia 2017

Título: Spoor (El Rastro).
Título original: Pokot (Spoor).
Director: Agnieszka Holland.
Guión: Agnieszka Holland, Stepán Hulík (Novela: Olga Tokarczuk).
Intérpretes: Agnieszka Mandat-Grabka, Jakub Gierszal, Katarzyna Herman, Andrzej Grabowski. 

Estreno en España: 10/11/2017 
Productora: Ceská Televize / Heimatfilm / Nutprodukce

Distribuidora: Festival Films.

Sinopsis

Janina Duszejko (Agnieszka Mandat-Grabka) es una excéntrica ex ingeniera, astróloga y vegetariana que vive en un pequeño pueblo de la montaña en la frontera checo-polaca. Un día, sus amados perros desaparecen. Meses después, la mujer descubre el cadáver de su vecino, un cazador furtivo. La única pista es un rastro de huellas de corzo alrededor de su casa. Con el paso del tiempo, aparecen más muertes espeluznantes. Todas las víctimas son cazadores del pueblo. Duszejko tiene su propia teoría: los asesinatos los han cometido animales salvajes...

Crítica

Desde sus inicios como integrante de la nueva ola del cine polaco surgida en la década de 1970, Agnieszka Holland ha ahondado siempre en el lado íntimo del ser humano. Se ha acercado a ello desde varios prismas y filtros genéricos: el drama histórico, la comedia, el cine de aventuras, el biopic musical o el thriller –como este que nos ocupa-, entre otros. 

Únicamente la esforzada Agnieszka Mandat-Grabka consigue levantar el vuelo en medio de una obra en la que Holland no se la ve tan cómoda como en otros registros que, sin duda, domina con soltura.

Algunos de estos estudios han indagado en la parte oscura del hombre, es decir, aquella en la que florecen los instintos más salvajes y los principios morales son cuestionados -y puede que hasta violados-, ya sea desde la Polonia bajo mando ruso de principios del siglo XX, desde el Holocausto o desde nuestra turbia contemporaneidad. Spoor (El rastro) es el oscuro regreso de Holland al presente desde Julie vuelve a casa (2002), con la particularidad que, esta vez, ubica la historia en Polonia. La realidad polaca, esta vez, es contada a través de una trama de intriga liderada por Janina Duszejko, una ex ingeniera, astróloga y vegetariana, quien encuentra a su paso varios cadáveres. Ella lo asocia a un ataque de animales salvajes pero, obviamente, la percepción variará.

El mensaje eco-friendly que Holland proclama sobre una hostilidad hacia la naturaleza en auge en el país y, por extensión, el mundo –véase el rechazo de los poderosos Estados Unidos al Acuerdo de París- resulta un tanto obvio. Afortunadamente, la historia de Spoor (El rastro), basada en la novela de Olga Tokarczuck, da lugar a lecturas más estimulantes sobre el maltrato personal, estableciendo una metáfora con el daño efectuado a los animales, o una visión de la decadencia civil marcada por la violencia y la crueldad en las acciones de los hombres.

Todo lo que tiene que decir Holland es potente, pero el dispositivo con el que lo que vehicula hace aguas. El tono sombrío queda deslucido con unas dosis de humor prescindible, ofreciendo una gravedad de baja intensidad. A ello, cabe añadirle un suspense intermitente y excesivamente distendido en el tiempo, motor de un tedio inevitable durante buena parte de su transcurso.

Únicamente la esforzada Agnieszka Mandat-Grabka consigue levantar el vuelo en medio de una obra en la que Holland no se la ve tan cómoda como en otros registros que, sin duda, domina con soltura. Será la dificultad del traslado de una obra con una mayor carga alegórica, en comparación con otras películas de su extensa y variopinta filmografía. Pese al fallo, no se puede negar que estamos ante una muestra de valentía activa de una cineasta que, a sus 70 años, es capaz de atreverse con nuevos retos.

Y, sólo por eso, su futuro merece un respeto y una expectativa, para ver si nos regala próximamente alguna obra tan destacable como lo fue Europa, Europa (1990). Paciencia y fe en la humanidad, manque haya errata.