The Great (Serie de TV)

Dos años después del estreno de La favorita (The favourite, Yorgos Lanthimos), Tony McNamara, guionista de aquel film, estrena como creador, productor y también escritor la serie The Great, ficción que nos vuelve a trasladar al siglo XVIII, hecho que nos recordará en demasía al film del director de Canino hasta el punto de no saber si tiene en común con aquella las localizaciones interiores además del actor Nicholas Hoult, impecable en su papel del emperador Peter de Rusia, el mejor compañero de rodaje que pudo tener Elle Fanning, productora ejecutiva y protagonista de la serie que nos atañe en el papel de Catalina La grande.

Las similitudes que lleva consigo The great con respecto a The favourite, además de garantizarnos la complacencia del fan de la cinta de Lanthimos, con la que comparte también su humor negro, nos hace preguntarnos si el cineasta griego fue la mejor opción para dirigir la película que cautivó a público y prensa en la edición del Festival de Venecia de 2018, pues la película era demasiado convencional para el director heleno y el cineasta griego era demasiado inconformista y rebelde para una película que, visto lo visto en la serie protagonizada por Elle Fanning, tal vez necesitaba menos planos con ojo de pez y más clasicismo, menos florituras estéticas, haciendo que, al contrario del pensamiento del director de Alps, se pudiera enfatizar el sarcasmo y la ironía presentes en el libreto de Tony McNamara y Deborah Davis.

Afortunadamente, Matt Shakman, quien se encarga de la realización de la ficción australiana que nos ocupa, ha entendido esta tesis que aquí se defiende y ha optado por planos más estáticos y algunos travellings que aportan significado al conjunto y que se distancian del uso de los grandes angulares de Lanthimos que, lejos de aportar al relato de su film, evidenciaba el gran cariño que el griego se tiene a sí mismo, pues no olvidemos que, al no escribir el guion, sólo le quedaba el barroquismo como recurso formal para plasmar su sello en un guion bastante afinado (y afilado) pero no muy digno del genio heleno.  

En cuanto al guion de The great , escrito por el propio McNamara, hará las delicias del amante del humor negro, la sardónica ironía,  las historias de conspiraciones monárquicas y las aventuras amorosas y pasionales de la alta sociedad. En cada capítulo vemos situaciones hilarantes y escenas estrambóticas (cuando no surrealistas) que no sólo mantendrá atento al espectador en todo momento, sino que le hará sobresaltarse en más de una ocasión, ya sea por sorpresa, incredulidad o carcajada ante tanto exceso (en el mejor sentido de la palabra).

Pero todos sabemos que un buen guion de poco sirve si los actores que lo llevan a la práctica no están a la altura del libreto. Y hay que decir, sin miedo al equívoco, que el dúo protagonista (sin olvidarnos de los magníficos secundarios que copan esta producción) no podría estar mejor en su trabajo. Por un lado tenemos a Nicholas Hoult, que aporta toda la estupidez, ineptitud, altivez y primitivismo que requiere el personaje del emperador Peter, personaje que protagoniza las escenas más inusuales, graciosas y desconcertantes de la serie. Los gestos y la voz de Nicholas se adaptan a la perfección al personaje que encarna, haciendo completamente verosímil su papel y consiguiendo despertar en el público sentimientos tan dispares como la complicidad y el asco, pasando por la incomodidad, la repulsión y la alegría; no podemos decir que, pese a la simpleza de su personalidad, Peter no sea un personaje poliédrico.

Por otro lado tenemos el rol de la emperatriz Catalina encarnado por la siempre magnífica Elle Fanning, que confiere un fuerte carácter a un personaje que en pocos episodios lleva a cabo una evolución muy interesante, presentándose en los primeros compases del capítulo piloto como una joven ingenua e inocente para pronto convertirse en una mujer inconformista, guerrillera y deseosa de cambiar el panorama del país que regentará durante treinta y tres años, lo que propiciará las tramas más conspiranoicas de la serie. Sin duda, Fanning vuelve a demostrar que es una de las mejores (si no la mejor) actrices de su generación.

En definitiva, para el que escribe estas líneas, The great es una magnífica serie de época que, lejos de la sobriedad propia de las ficciones de este tipo, sabe jugar muy bien sus cartas para conformar un póquer inconmensurable: un guion irónico y divertido, una puesta en escena elegante y con sentido narrativo, una Elle Fanning demostrando su gran valía a la hora de llevar sobre sus espaldas la mayoría de las tramas, un Nicholas Hoult inmejorable en el papel de emperador inútil y vehemente que lidera de manera catastrófica un país tan importante como Rusia y una producción que cuida cada detalle en los apartados de caracterización, maquillaje y peluquería. Sin lugar a dudas, estamos ante una de las mejores series del año.