La Vida de Anna: Perdida en sí misma
La Ópera Prima de Nino Basilia destaca por su riesgo, a lo largo del film, al tratar el drama social sin querer poner al espectador de parte de la protagonista. Mostrando sus contradicciones e incoherencias, crea distancias entre Anna y el público, dificultando extremadamente la empatía con ella y con su historia.
Drama | 108 min. | Georgia 2016
Título: La vida de Ana.
Título original: Anna's Life.
Director: Nino Basilia.
Guión: Nino Basilia.
Actores: Ekaterine Demetradze, Lasha Murjikneli, Lili Okroshidze, Lamzira Chkheidze.
Estreno en España: 16/06/2017
Productora: Studio 99
Distribuidora: Compacto
Sinopsis
Anna (Ekaterine Demetradze) es una madre soltera que trabaja como limpiadora para poder sustentar a su hijo autista. Harta de la situación, decidirá emigrar a América con la esperanza de una vida mejor. Pero conseguir el visado tendrá que pagar un precio demasiado caro…
Crítica
Anna combina trabajos de limpiadora en diferentes lugares. Con un montaje muy directo, vemos como en el restaurante donde trabaja a veces le dan algunas sobras de las comidas, y ella agradecida, las aprovecha tanto como para ella, como en sus visitas a su abuela y al internado especial para su hijo autista, Sandro. Es obvio que el progreso de su hijo es la prioridad de (cuasi) cualquier madre y nuestra protagonista, al ver que no se realiza, hará lo que sea para conseguir una vida mejor para ambos.
La Ópera Prima de Nino Basilia destaca por su riesgo a lo largo del film.
La Ópera Prima de Nino Basilia destaca por su riesgo, a lo largo del film, al tratar el drama social sin querer poner al espectador de parte de la protagonista. Mostrando sus contradicciones e incoherencias, crea distancias entre Anna y el público, dificultando extremadamente la empatía con ella y con su historia. La vida de Anna es presentada con una introducción cuya narrativa parece querer tener influencias del gran Ken Loach, mostrando la situación sin rodeos, sin virguerías lingüísticas ni estéticas, la cual es plana, sobria y hermética para fortalecer el mensaje de crítica social.
La escena de Anna pidiendo ayuda al gobierno, con unos indiferentes funcionarios por no cumplir suficientes condiciones es una versión descafeinada de la excelente I, Daniel Blake (2016). Dicho esto, recordar que la maestría de Loach es imposible de alcanzar.
Llegar a América, una nación de inmigrantes como definió Kennedy, parece ser la única opción para poder plantearse su futuro. Anna está convencida que si consigue llegar allí para trabajar, podrá pagar una escuela privada para su pequeño. Las cuestiones morales aparecen cuando no consiga el visado. Los planes de la protagonista se ponen en jaque con la oferta de un visado ilegal.
Para poder pagar el precio de éste, Anna tendría que vender su propio hogar… La protagonista comparte paralelismos con la película, ya que al arriesgar demasiado, ambas caen. Con la intención de mostrar el camino de la desesperación, el guión se va complicando en el nudo de la trama, que se pierde en sí misma, hasta el punto en que roza lo esperpéntico.
La bondadosa madre de la introducción llegará a límites inesperados dignos del típico villano o incluso comparables a una mala de culebrón, en el tercer acto. La empatía por la protagonista se desploma y eso hace que el mensaje del film pierda fuerza de una manera peligrosa. Si el espectador no quiere ayudar a Anna, ¿quién lo hará? ¿Cómo de fuerte es la denuncia social, si ni el guión defiende a los olvidados de las ayudas sociales? La tensión va en aumento hasta el penúltimo momento.
Con la intención de dejar un final con notas positivas, el intento de dejar un sabor dulce en la última escena no es coherente con el resto de la película, ya que carece de sentido y parece una especie de absolución para Anna.
La vida de Ana ha conseguido ser premiada en diversos festivales: Mejor Película en el Festival Internacional de Cine Crimen y Castigo de El Cairo, Premio del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Estambul, Silver Atlas y Premio del Jurado en el Arras Film Festival (Francia) y Premio al Mérito en Construir Cine de Buenos Aires. En España ha obtenido la Luna de Valencia a la Mejor Película en el Valencia Jove y el Premio a la Mejor Película en el Mallorca International Film Festival.
El guión ganó el premio del Centro Nacional de Cine de Georgia y fue premiado con la participación y estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Göteborg (Suecia).