CRÍTICA DE CINE

Vivarium: Atrapados y observados

Vivarium

Título original
Vivarium
Año
Duración
97 min.
País
 Estados Unidos
Dirección
Lorcan Finnegan
Guion
Garret Shanley (Historia: Lorcan Finnegan, Garret Shanley)
Música
Kristian Eidnes Andersen
Fotografía
Miguel De Olaso
Reparto
Imogen Poots, Jesse Eisenberg, Jonathan Aris, Olga Wehrly, Danielle Ryan, Senan Jennings, Molly McCann, Eanna Hardwicke, Shana Hart
Productora
Fantastic Films / Frakas Productions / PingPong Film. Distribuida por XYZ Films
Género
Ciencia ficción. Intriga. Terror | Distopía
Sinopsis
Gemma (Imogen Poots) y Tom (Jesse Eisenberg) son una joven pareja que se ha planteado la compra de su primera casa. Para ello visitan una inmobiliaria donde los recibe un extraño agente de ventas, que les acompaña a Yonder (una nueva, misteriosa y peculiar urbanización donde todas las casas son idénticas), para mostrarles una vivienda unifamiliar para ellos. (FILMAFFINITY)
Premios
2019: Sitges Film Festival: Mejor actriz (Imogen Poots)
Estreno en Sala Virtual de Cine: 8 de abril.
 
 
 
CRÍTICA DE VICENTE I. SÁNCHEZ:

“Vivarium” podría ser perfectamente un nuevo capítulo de la famosa serie “Black mirror”. Todo comienza cuando una pareja decide visitar un piso piloto en una extraña urbanización en la que todas las casas son iguales. Las sorpresas comenzarán cuando descubran que es imposible salir de ese laberinto de calles y edificios…

El irlandés Lorcan Finnegan construye una película que desde los primeros minutos atrapa y seduce. Una historia kafkiana con un mundo absurdo en el que los protagonistas están confinados y en el que nada se rige por la lógica. La cinta tiene una puesta en escena fría y aséptica que produce una constante sensación de angustia. Todo es profundamente surrealista, viceral y aterrador en esta urbanización en la que la comida no tiene sabor, no sopla el viento y de la que es imposible salir. Tiene además elementos altamente perturbadores como ese extraño niño que un buen día aparece frente a la casa y cuyo crecimiento es increíblemente rápido.

El principal acierto de “Vivarium” es que no tiene miedo de contarnos la historia tal y como ha sido pensada. Todo lo que sucede tiene una lógica interna y tiene un motivo para que sea así. Es decir, no es de esas películas que presentan una trama tan loca, abierta y llena de enigmas que luego es imposible cerrar con dignidad. Desde el primer plano Lorcan Finnegan nos va dando pistas de lo que puede suceder y finalmente nos ofrece un desenlace, que, con mayor o peor acierto, deja bastante cerrado todos los interrogantes. En definitiva, es una buena película llena de sorpresas y giros en el guion. Es de esos trabajos que funcionan muy bien en el boca a boca y acaban convirtiéndose en pequeños clásicos de la ciencia ficción.

Hay mucho de “Cube”, “La cabina”, “The Twilight Zone” o incluso de la ya mencionada “Black mirror”. Es una muy buena combinación de fantasía y terror dentro de una distopía. Curiosamente la cinta se hizo con el premio a la mejor actriz (Imogen Poot) en la última edición de Sitges, edición en la que ganó “El hoyo” y con la que comparte números elementos en común.

La realidad es que “Vivarium” funciona muy bien durante la hora y media que dura. Imogen Poot (Need for speed) y Jesse Eisenberg (Zombieland) construyen un relato muy perturbador del que es muy difícil salir. Ambos realizan un gran trabajo que les lleva de la sorpresa a la autodestrucción.

Una historia que además parece escrita especialmente para estos días de confinamiento y cuarentena que nos ha tocado vivir. Altamente recomendable.