CRÍTICA DE CINE

Vivir Sin Nosotros: Drama sobre el amor perdido

Vivir sin nosotros

Are We Lost Forever
Año
Duración
104 min.
País
 Suecia
Dirección
Guion
David Färdmar
Música
Per-Henrik Mäenpää
Fotografía
Robert Lipic, Johannes Stenson, Camilla Topuntoli
Reparto
Productora
Färdmars Film, Embem Entertainment. Distribuidora: TLA releasing
Género
Drama. Romance | Homosexualidad
Sinopsis
Una pareja joven afronta su ruptura. Para Hampus, es un alivio terminar su autodestructiva relación, mientras que Adrian está devastado. ¿Será capaz de sobrevivir sin el amor de su vida o hay alguna manera de volver con él?.
 
CRÍTICA DE MERCEDES ARANCIBIA

«Vivir sin nosotros» (‘Are We Lost Forever’), primer largometraje del realizador sueco David Färdmar, quien ha elegido lo difícil al comenzar  donde normalmente terminan las historias –en una habitación blanca impoluta, con una pareja en la cama que acaba de romper- está interpretado por Bjorn Elgerd, Jonathan Andersson, Micki Stoltt y Nemanja Stojanovic.

De repente, una mañana todo ha terminado. Dos amantes que comparten la cama evitan mirarse. Para Hampus –«Te quiero pero ya no hay nosotros»- es un alivio, mientras que Adrián está desolado, no sabe si podrá vivir sin el amor de su vida, se pregunta si habrá alguna forma de recuperarlo.

Lo mejor de esta película sincera y auténtica es, sin duda, este principio tan real como prometedor. Luego ya es otra cosa, las distintas maneras de los protagonistas para entablar nuevas relaciones, así como sus esporádicos encuentros –casuales y no- están resueltos a base de repetidas escenas de sexo explícito y escaso interés en profundizar en la evolución de los dos jóvenes. De todas maneras, el realizador ha sabido captar muchos de los matices de la tempestad emocional que es una ruptura.

A ambos les cuesta pasar página, ensayan reencontrarse en situaciones diversas, y separarse de nuevo. Cada cual se cura la herida a su ritmo, ambos son conscientes de que su relación había emprendido el camino de la destrucción.

«100 minutos de tristeza escandinava», como ha definido muy bien esta película un crítico francés, bien interpretados, que nos hablan de las distintas etapas del final de un amor, de la pérdida, la pena, el duelo, la negación, hasta la depresión, y que elude intencionadamente muchos de los tópicos de las películas sobre parejas homosexuales, al presentar a los protagonistas simplemente como seres «adultos e imperfectos», como el resto de los mortales.