Crónica del Festival de Cine de Sevilla. SEFF - DÍA 6
Pasado el ecuador del Festival de Cine Europeo, la Sección Oficial brilla en todo su esplendor.
SEFF - DÍA 6
Pasado el ecuador del Festival de Cine Europeo, la Sección Oficial brilla en todo su esplendor
Comenzamos nuestra jornada de hoy con buen ánimo pues la programación que nos ofrece el festival para este día (con un tropiezo) no podría ser más interesante.
La Famosa Invasión de los Osos en Sicilia del ilustrador Lorenzo Mattotti adapta con gran fidelidad y cariño por las ilustraciones del libro homónimo de Dino Buzzati en esta co-producción franco-italiana que viene a corraborar que ese cine de animación en los extremos de Disney/Pixar merece mucho la pena y es de lo más estimulante.
Con la historia de un rey oso que invade Sicilia en busca de su hijo, se abre una historia sobre la colonización y la identidad bajo una narrativa multifocal e inspirada en esa comedia del Arte a la que se alude al comienzo y se homenajea en sus formas.
Tras ella, es el turno para la mejor película de este festival. Había muchas ganas de ver Synonymes, la nueva película de un habitual de este festival, Nadav Lapid, donde ha estrenado todas sus películas desde aquella interesante Policeman y confirmándose como gran cineasta con La Profesora de Parvulario y que aquí llega a superarse con creces en esta historia de joven israelí llega a Francia huyendo de su identidad y bajo idea de encontrar una mejor basada en unos ideales que como descubrirá al final, son más románticos que verídico y, renegando de ellos.
Lapid nos da una puesta en escena enérgica, basada tanto en el poder de la palabra como en el cuerpo (su comienzo es una auténtica danza de liberación y desesperación, así como imágenes muy potentes como la de nuestro protagonista Yoav abriendo las puertas de la embajada israelí en plena lluvia o esos disparos imaginados hacia la Catedral de Notre Dame (que es la mejor imagen de este año cinematográfico.
Junto a él, dos jóvenes que le prestan ayuda en un primer momento y con los que mantendrá una serie de discusiones sobre esas palabras-símbolos de su ideario como de narraciones de su vida, que convertidas en cuentos forman parte de su identidad. Una excelente película que merece ser vista en pantalla grande.
Menos suerte tenemos con la primera sesión de la tarde, turno de Atlantis de Valentyn Vasyanovychque, una de las peores películas de esta edición por el momento, con una obra pesimista y cínica, muy del gusto actual de los festivales de cine que encima propone una distópica Ucrania de 2025 casi sin sitio para la esperanza que deja en cuento de Disney a esa estupenda miniserie que es Years and Years.
Planos muy largos y fijos que nos negamos a llamar secuencia y movimientos arbitrarios de steady-cam para mostrar el horror en forma de pornografía emocional a la que no ayuda para nada que sus personajes suelten diálogos vacíos y sin importancia.
Salva la tarde (¡Y de qué forma!) la Sesión Especial con José Luis Guerin que este año ha propuesto el festival y que propone un diálogo muy interesante entre su primera película Los Motivos de Berta (en un nuevo montaje que ha acortado su duración) y su última, un cortometraje titulado De una Isla y que es un encargo de la Fundación César Manrique.
De una Isla es una bella indagación por los orígenes míticos de la isla de Lanzarote (con esa unión por el mito artúrico) a la vez que canto a los mismos orígenes del cine. Rodada en 16mm y con un blanco y negro que añade si cabe más misterio y atmósfera al lugar, que convierte la isla casi en el material primigenio con el que se formó el mundo con esa mezcla de tierra, lava y agua acompañados de esos intertítulos para explicarnos el recorrido, las necesarias transiciones que aportan movimiento y dinamismo y esas composiciones de Bela Bartok que se acoplan a las imágenes como si hubiesen sido compuestas para la ocasión.
El nuevo montaje de Los Motivos de Berta, obra también enfocada al paisajismo, esta vez rural, se puede entender como otro ejercicio fílmico donde el director, con la sabiduría que dan los años, recorta aquello que no llegaba a funcionar del todo (reiteraciones temáticas sobre todo) y crea una nueva obra con lo anterior más cohesionada e incluso acorde con los tiempos que corren con esas propuestas vacías de la España vaciada que recorren los programas políticos.