Entrevista en exclusiva a Javier Porta Fouz, director artístico del BAFICI 2017
El 19 de abril comienza una nueva edición del Bafici y por segunda vez la complicada y desafiante tarea de dirigirlo artísticamente recae en Javier Porta Fouz (a la izquierda de la imagen principal), tal vez uno de los críticos que más se involucró tanto desde adentro como desde sus espacios creativos para defender la idea de un festival que apunta siempre a la diversidad y a la amplitud de propuestas cinematográficas de los cinco continentes.
El 19 de abril comienza una nueva edición del Bafici y por segunda vez la complicada y desafiante tarea de dirigirlo artísticamente recae en Javier Porta Fouz (a la izquierda de la imagen principal), tal vez uno de los críticos que más se involucró tanto desde adentro como desde sus espacios creativos para defender la idea de un festival que apunta siempre a la diversidad y a la amplitud de propuestas cinematográficas de los cinco continentes. En esta entrevista exclusiva con CineFreaks pudimos plantear inquietudes y reflexionar sobre los desafíos y las expectativas de un fenómeno cinematográfico que año a año suma público y acerca una oferta de películas para todos los gustos, pero sobre todas las cosas sin perder identidad.
Pablo E. Arahuete: Fuiste programador durante muchos Bafici, conocés el lado B del Festival y ahora te vas a hacer cargo por segunda vez de la dirección artística ¿Qué parte de la experiencia en el rol de programador te facilita la tarea desde este espacio como director a la hora de pensar un festival distinto a los anteriores?
Javier Porta Fouz: En el Bafici fui programador en 10 ediciones, antes de eso hice catálogo, el diario, edición de libros, algunas traducciones y durante mi función de programador y antes me encargaba de la programación de las salas de cine, o sea lo que llaman la grilla. Aún hoy colaboro con la grilla, superviso un montón de cosas. Yo creo que en mi caso particular me sirvió mucho conocer el funcionamiento del festival para pensar cómo hacer un Bafici como director artístico. Me gusta meterme mucho en cuestiones de negociar las películas, de cuidar el presupuesto, de conocer el funcionamiento de muchas áreas (no de todas podría encargarme, pero sé cómo funcionan) y eso es muy útil. Creo que el Bafici es un festival de continuidad y cambio, es un festival que no puede quedarse en formas ya probadas pero tampoco puede renunciar a su historia. Tiene como promesa la mutación constante y a la vez la fidelidad a su espíritu.
P.E.A.: ¿Cuál es tu mayor desafío para este año?
Javier Porta Fouz: Sinceramente en la edición 2016 hubieron cosas que salieron muy bien y espero que se repita eso. Por ejemplo no se cayó ninguna proyección ni película programada y eso es muy difícil de repetir, a lo sumo lo podés igualar porque cualquier cosa puede fallar. Uno trata que el festival guste e interese a mucha gente, su programación. Obviamente no todo a todos porque estaríamos fallando también. Uno quiere que sea un festival bien organizado, amable, que los cinéfilos se sientan a gusto y los no cinéfilos se conviertan en cinéfilos, por lo menos que el festival llegue a gente que no ve películas tan variadas. Hay un montón de cosas como desafíos y vamos a ir viendo cómo pinta este festival. Este es el momento donde queda plasmado qué es lo que se hizo y qué es lo que resulta.
P.E.A.: ¿En qué se diferencia, según tu mirada, este festival -que el año que viene cumpliría 20 años- de otras expresiones que también apuntan a la diversidad cinematográfica, tanto en nuestro país como en el resto del mundo?
Javier Porta Fouz: Creo que el Bafici siempre tuvo un gusto especial por la novedad, si bien en algunos momentos hubo una tendencia mayor a que la competencia del Bafici fueran películas que ya habían pasado por otros festivales con, te diría, mucho sello de aprobación, desde el año pasado y éste de manera más acentuada trabajamos mucho para ofrecer cosas más nuevas, que hayan transitado menos por otros festivales realmente. Reforzamos la idea que el festival tenga cada vez más premieres. En competencia internacional tenemos cinco premieres mundiales, dos son películas argentinas y el resto de otros países, eso me gusta mucho porque da idea de que los productores y directores confían mucho en el festival como plataforma de lanzamiento. Pero me parece que es como el mandato del Bafici, ¿no? andar buscando lo nuevo sin descuidar los clásicos del festival, incluso películas de otras décadas que exhibimos en copias restauradas. En la competencia internacional de este año tenemos doce óperas primas y media, más del 60%, es un montón. Queremos apuntar a eso, a un festival que te muestre lo nuevo pero que no descuide aquello que hay que mostrar. La competencias son lugares ideales para reforzar la idea de qué es lo nuevo que va a pasar, qué cineastas se van a destacar.
P.E.A.: Para aquellos que no están familiarizados con la dinámica y la organización de un festival de esta envergadura ¿Sintéticamente, cómo se articula el proceso entre la búsqueda y elección de determinada película hasta la concreción y exhibición durante el Bafici?
Javier Porta Fouz: Es un proceso muy largo y no sé si entretenido para un lector pero igual trataré de explicarlo sin hacerlo aburrido (quizás no lo sea). Se elige la película, se pasa a la parte de coordinación de programación, que en un primer momento es una sola persona a la que luego se suman dos más y terminan siendo tres chicas que son unas fieras, van buscando las películas, el distribuidor, o a veces el director productor y ahí ven si la película no se estrena antes, si hay interés por mostrarla en el festival, si no se vendió a una plataforma streaming antes, si no la quieren estrenar en otro festival argentino antes, no sé hay un montón de variables. Si la película va a competencias, invitados, los directores, alojamiento, depende de la película. Luego de las negociaciones, pasa a la parte que se manda la información de la película para el catálogo, qué tipo y cuántas copias puede haber disponibles, después pasa a la gente de tránsito de copias, a la gente de proyección. Luego se escribe en el catálogo sobre la película, pasa a la grilla, es una mezcla de tramiterío administrativo, técnico, de logística y cosas así. Bueno, después se piensa si la película se presenta en la sala, si va con invitados. Seguramente me olvide de algún detalle pero creo que el camino de una película en el festival es éste, sintéticamente.
P.E.A.: Sos consciente de que por más trabajo que se haga, existe en el imaginario la etiqueta de “película Bafici” como sinónimo de un cine aburrido, complicado, elitista y el resto te dejo para que llenes los casilleros vacíos ¿Cuál es la clave, dada tu vasta experiencia, para romper con este prejuicio y qué considerás que falta todavía hoy para seducir a ese público reacio?
Javier Porta Fouz: Los procesos culturales suelen ser largos, combatir un prejuicio que se acentuó creo con twitter y chistes, se vuelve un tanto reiterativo, tal vez gente que nunca vino a un Bafici y se prende en el chiste de películas de dos horas donde te muestran una pava hirviendo, eso no es así. Lo mejor para esto es trabajar convencido en lo que uno hace y pensar que el Bafici es un festival absolutamente diverso. Digo, si este año vamos a dar Terminator 2 restaurada, Close up de Kiarostami restaurada, Fuego contra fuego de Michael Mann restaurada, Suspiria de Darío Argento o El grande silencio de Corbucci, eso sólo como rescates, y después en las películas nuevas hay una variedad tremenda, un policial más divertido que las películas que se estrenan jueves a jueves. Es difícil a veces combatir un prejuicio pero me parece que bueno, esto de que los procesos culturales son a largo plazo y que uno tiene que trabajar convencido de lo que se está haciendo. Y si hay gente que se quiere reír del Bafici, allá ellos. Trataremos de que la gente descubra que no es como dice el chiste, aunque siempre habrá gente que no lo conozca y repita ese chiste. Esperamos que la gente que venga con prejuicios, se vaya sorprendida.
P.E.A.: De chico habrás juntado figuritas para llenar álbumes y si tuvieses que representarte el Bafici como ese álbum a completar ¿Cuál sería este año la figurita más difícil que conseguiste?
Javier Porta Fouz: No lo pienso en términos de figuritas o de llenar un álbum, pero el hecho que el año pasado haya venido Peter Bogdanovich y este año conseguir que venga Nanni Moretti me parece que son sueños cumplidos. Lo de Moretti todavía no caigo del todo, para mí es un cineasta fundamental en el cine actual y que venga acá y dé una charla, además que tenga una retrospectiva y eso, es un sueño cumplido. Trataremos de cumplir nuestros sueños y el de todos los cinéfilos en la medida de lo posible.