Decadencia: Desnudando la democracia
DECADENCIA
Steven Berkoff
Dirección: Pedro Casablanc
Producción: ProduccionesOff | VANIA
Duración aproximada: 75 min
REPARTO
Maru Valdivielso
Pedro Casablanc
FICHA ARTÍSTICA
Adaptación Benjamín Prado
Ayudante de dirección Laura Ortega Pinillos
Segundo ayudante de dirección Nacho Redondo
Coreografía Aixa Guerra
Diseño de vestuario Antonio Belart
CRÍTICA
El Teatro de La Abadía ha presentado una de las obras más polémicas y conocidas del dramaturgo y actor británico Steven Berkoff, Decadencia, escrita en 1994. Una crítica social que en clave de comedia negra realiza un retrato devastador y muy acido sobre el clasismo, la falsa moral y el poder del dinero. Todo ello ambientado en dos parejas de aristócratas (totalmente desfasados y caricaturescos) que darán ejemplo del mal rumbo de la sociedad actual y de cómo el sexo y la frivolidad forman parte del ADN de nuestro siglo.
Pedro Casablanc dirige esta nueva versión que también interpreta junto a la actriz Maru Valdivielso. Ambos dan vida a todos los protagonistas de una representación que busca potenciar la sátira social y que deja claro que el sexo y el erotismo son dos de los grandes motores de la historia. De esta manera los protagonistas estarán en ropa interior y pensando en sexo y frivolidades toda la función, desarrollando esa idea de levedad y vacuidad tan presente en la obra de Berkoff.
No es nada fácil sacar adelante una obra en paños menores, pero ambos actores se desenvuelven con un increíble estilo y glamour, especialmente Maru Valdivielso, que parece que ha nacido para llevar medias con ligero y transparencias. Son unos decadentes personajes que buscan ser un reflejo de la sociedad y sus estupideces. Son clasistas, racistas y mal educados. Solo viven para el sexo sin compromiso y para comer en abundancia y sin sentido: piden caviar de postre y acto seguido se van a vomitar al baño. Se aburren en la ópera, se tiran flatulencias y ofenden a todo aquel con el que se cruzan. “No se puede hacer planes en pisos de 100 metros cuadrados” confiesa uno de los protagonistas mientras se ríe de la clase trabajadora al tiempo que se toma una copa.
Pedro Casablanc y Maru Valdivielso construyen sus personajes desde la parodia y el sainete, dando vida a unas criaturas ridículas que se mueven y hablan de forma extraña y que están en constante peligro de caer en la vergüenza ajena. Lo logran en muchos momentos.
Sí, los personajes de Decadencia son seres extraños y antipáticos que no buscan complicidad con el espectador y que viven en sus propias galaxias egoístas. No les interesa el juicio moral, solo comer, beber y el sexo. Berkoff disecciona la sociedad y nos pone en la difícil tesitura de ser nosotros los que debemos sacar un veredicto final.
Pedro Casablanc potencia la crítica social al situar un gran espejo en el escenario que lo domina todo y que busca devolver la mirada al espectador. ¿Somos todos iguales de cretinos? ¿en el fondo todos somos racistas y clasistas? No hay respuesta, mejor tomemos otra copa.