Diseñador gráfico construye robot inquietantemente realista de Scarlett Johansson
Desde hace muchos años, en la literatura, las historietas y el mundo del cine y la televisión de temática de ciencia ficción, se ha fantaseado con la creación de humanoides a nuestra imagen y semejanza, creando una vasta imaginería al respecto.
Desde hace muchos años, la literatura de temática de ciencia ficción, ejemplificado sobre todo por el movimiento literario Ciberpunk (con nombres tan conocidos como Isaac Asimov, Philip K. Dick o William Gibson a la cabeza), pasando por la cultura de la historieta con el manga y anime japonés como abanderados de esta ficción especulativa del futuro (Metrópolis, Alita, ángel de combate, Dr. Slump, Ghost in the Shell...) y, a grandes rasgos, finalizando con la inmensa imaginería creada por el mundo del cine y la televisión, la humanidad ha fantaseado con la creación de humanoides a su imagen y semejanza.
Metrópolis (Fritz Lang, 1925), Almas de metal (Michael Crichton, 1973), Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Terminator (James Cameron, 1984), Inteligencia artificial (Steven Spielberg, 1999) o la más reciente Ex Machina (Alex Garland, 2015) son excelentes ejemplos de la citada imaginería del cine como conjetura de la teórica convivencia entre humanos y humanoides artificiales, las más veces sin final feliz.
Aunque, para el que este artículo escribe, quizá The Stepford Wives (Bryan Forbes, 1975), Engendro mecánico (Donald Cammell, 1977) o Saturno 3 (Stanley Donen, 1980) serían ejemplos cinematográficos más adecuados (por bizarros) como aproximación a esta historia.
Mark 1, humanoide artificial de perturbador parecido a la actriz norteamericana Scarlett Johansson, no ha salido de un reproductor VHS como pasara en el manga Video Girl Ai (Masakazu Katsura, 1989) sino que ha sido fabricado desde cero, en el balcón de su casa, por el hongkonés de 42 años Ricky Ma, un diseñador gráfico aficionado a la robótica que ha dedicado un presupuesto de más de 44.000 euros y un año y medio de duro trabajo para ver su sueño realizado.
Je, je, gracias por llamarme hermosa.
A semejanza de muchas estrellas de Hollywood, este robot a tamaño natural está recubierto de blanda silicona imitando la piel humana. Ricky Ma utilizó impresoras 3D para construir el 70% de la estructura del cuerpo de Mark 1 y las dificultades que encontró durante este proceso fueron numerosas, tal y como él mismo describe:
"Cuando empecé a construirlo, me di cuenta de que implicaría tener que aprender sobre dinámica, electromecánica y programación. Yo nunca había estudiado programación, ¿cómo se supone que iba yo a escribir un código? Además, yo necesitaba construir modelos en 3D de todas las partes internas del robot y asegurarme de que la piel externa y sus partes interiores encajaran a la perfección. Cuando lo miras ahora todo ensamblado, la verdad es que fue muy dificultoso".
Este clon de Scarlett Johansson es capaz de dar respuesta a una serie programada de indicaciones verbales y de imitar expresiones faciales de manera realista. En respuesta al cumplido: "Eres hermosa", sus cejas y los "músculos" alrededor de sus ojos se relajan, y las comisuras de sus labios se levantan, creando una sonrisa de apariencia natural, antes de responder: "Je, je, gracias por llamarme hermosa".
El trabajo duro, las miradas recelosas por parte de su comunidad en Hong Kong y el saberse el único hongkonés que tiene como hobby la fabricación de robots a tamaño natural y de apariencia humanoide, no ha impedido a este diseñador gráfico alcanzar finalmente su objetivo. Ricky Ma espera ahora que el interés por los robots crezca todavía más y que algún inversor quiera comprar su prototipo para conseguir capital que le permita construir más robots como el Mark 1.
Ma sigue así la estela iniciada por el profesor del Instituto de Investigación de Telecomunicaciones Avanzadas en Japón, Hiroshi Ishiguro, o del profesor danés Henrik Schärfe, de la Universidad de Aalborg, creadores de robots humanoides hiper-realistas a su imagen y semejanza, también denominados geminoides.
Ricky Ma, quizá consciente de que un clon robótico de su persona no iba a tener demasiada salida comercial, ha tomado la imagen de Scarlett Johansson como modelo físico a imitar para su creación y, aunque el resultado es sorprendentemente realista, no podemos evitar sentir cierta grima o turbación al contemplar su trabajo debido a lo que el experto japonés en robótica, Masahiro Mori, acuñó en su momento como el "valle inquietante". En su hipótesis, afirma que mientras estamos inicialmente embelesados e intrigados por los robots, a medida que estos se vuelven más parecidos a los humanos, cuando tienen una apariencia muy similar a la humana, nuestra respuesta cambia de la curiosidad a la repulsión.
Quedaremos a la espera de conocer si Ricky Ma consigue al fin vender su prototipo y, con los beneficios obtenidos, fabrica nuevos robots realistas tomando como modelo otras actrices famosas (desde Cine Nueva Tribuna le sugerimos Angelina Jolie, Megan Fox, Emma Watson, Charlize Theron...) y, también, a la espera de la reacción de la propia Scarlett Johansson cuando se entere de esta noticia, ya que recordemos que la actriz norteamericana ya llevó en el pasado a los tribunales al escritor francés Gregoire Delacourt, autor de la novela Lo primero que se mira, denunciando que el personaje principal de su libro se parecía demasiado a ella y reflejaba aspectos de su vida personal y pública.
Johansson ganó el juicio y se embolsó más de 5.000 euros de indemnización por uso indebido de su imagen... No quiero ni pensar qué puede suceder si la actriz decide denunciar a Ricky Ma también por los mismos motivos.