Señora de rojo sobre fondo gris: Un hombre contra las toses
Reparto
José Sacristán
Ficha artística
Adaptación: José Sámano, José Sacristán e Inés Camiña
Director Técnico: Manuel Fuster
Técnico de iluminación/sonido: Manuel Fuster y Jesús Díaz Cortés
Gerente Compañía / Sastra: Nerea Berdonces
CRÍTICA
Miguel Delibes publicó en 1991 Señora de rojo sobre fondo gris. Una obra fuertemente biográfica en la que se relata los últimos meses de vida de su mujer Ángela de Castro, fallecida en 1974 a causa de un repentino tumor cerebral.
Se trata de una novela amarga y descarnada en la que el autor, bajo otra apariencia, nos habla del gran amor que sentía hacia su esposa, remontándose al noviazgo y concluyendo con una enfermedad que nadie esperaba y que concluyó de la peor manera. Delibes pasa a llamarse Nicolás, y el escritor se convierte en un pintor inmerso en una profunda crisis espiritual y personal. Y es que ella lo era todo para él. Compartían una relación de profundo amor.
Más que una novela es una confesión a corazón abierto en la que Delibes cuenta todo tipo de intimidades, motivo por el que el novelista pidió permiso a sus hijos antes de publicar un texto que principalmente busca ser una liberación espiritual.
El Teatro de Bellas Artes nos propone volver a esta obra maestra de Delibes con una versión adaptada por José Sámano, José Sacristán e Inés Camiña. Señora de rojo sobre fondo gris cuenta con una sencilla puesta en escena que se desarrolla en el estudio de un pintor en horas muy bajas. Un espacio compuesto apenas por una mesa, algunas sillas, un sofá y una estantería. Eso es todo. Aquí lo importante es el texto.
José Sacristán hace totalmente suya la novela hasta el punto de que en su rostro podemos notar que realmente le duele la obra, hablando de amor y muerte como si Delibes y él se hubieran fusionado. El actor de 85 años con una presencia y voz imponentes, recita, llora y ríe, y también sufre en el escenario, aunque no solo por el texto que nos acontece. Y es en este punto donde necesariamente hay que hablar de uno de los elementos más polémicos de la obra, la fobia de Sacristán por las toses y carraspeos de garganta.
Ya antes de empezar la obra, la propia voz de Sacristán avisa de que deben apagarse los teléfonos y, en la medida de lo posible, evitarse las toses y todo tipo de ruidos ya que le resultan sumamente molestos. Misión casi imposible para un teatro abarrotado de gente y para un monólogo que dura casi hora y media.
De esta manera sale Sacristán a escena, imponiéndose sobre el escenario y seduciéndonos a todos con su carismática y poderosa voz. Los problemas no tardan en llegar. La gente tose, algunos se contienen creando ruidos raros, incluso suena algún teléfono en la lejanía. El actor de Chinchón resiste los primeros minutos, pero es evidente que le molesta y le desconcentra, dejando claro en varios momentos que no continuará si las toses continúan.
Sí, José Sacristán está inmenso durante la representación de Señora de rojo sobre fondo gris, pero su actuación está íntimamente ligada a esta fobia que tiene hacia los ruidos, siendo muchos los momentos de la obra en los que se detiene y en los que tiene que esperar unos segundos para volver a concentrase. Es cierto que en ningún momento se sale del texto, pero sí es verdad que mira con odio a todo aquel que ose desconcentrarle. Motivo por el que en algunas ocasiones el espectador se sale totalmente de la obra ante la tensión y mal humor que desprende el actor de Chinchón. Diría incluso que hay un poco de morbo en el patio de butacas por ver si el actor acaba perdiendo los nervios.
Lo cierto es que su fobia acaba siendo contraproducente, ya que algunos espectadores ante el miedo de poder ser reprendidos por Sacristán acaban saliendo del teatro, formando más ruido que si se limitarán a toser.
En cualquier caso, el mal humor de José Sacristán termina siendo un elemento más de Señora de rojo sobre fondo gris y, en cierto modo, es un elemento que contribuye a su leyenda como actor. Finalmente, Señora de rojo sobre fondo gris es una obra muy dolorosa y uno de los textos más bellos que se han escrito en español sobre la enfermedad y la perdida del amor. Imprescindible.